Parte 5

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El partido se reanuda, nosotros tenemos la patada inicial y nos movemos en cuanto el capitán lanza el pase, que va a un chico que no conozco de nada, pero que la retiene un tiempo, con frialdad mira al frente, a Nagi, luego me mira a mi, estamos desprotegidos, como si el equipo rival no supiera lo que Nagi y yo representamos en la cancha. El balón se mueve, viene con estilo y fuerza hacia mi, que la bajó sin mayor problema, comienzo a moverme hacia la portería rival, en este momento me servirían los regates de Bachira, pero no diría que no he aprendido nada de él, así que me adueño del balón, que parece que lo llevo pegado al pie, brinco al mediocampista, luego a los defensas, cuando estoy a unos metros, veo a Nagi de reojo, se ha movido desde nuestra posición inicial para seguirme el ritmo y ayudarme de ser necesario, un defensa me cierra con coraje, hago una finta cruzada, que me ayuda a burlarlo y controlo el balón, lanzándole el pase a Nagi, que vuela en el aire y lo recibe de volea, es un tiro jodidamente conciso que estalla contra la red de portería, el guardameta no puede hacer nada, así que el balón se queda dentro, Nagi se gira y corre hacia mi, festejando y con los brazos abiertos, lo recibo como de costumbre, me envuelve las piernas al rededor de la cintura y se me sube cual koala, luego me pega en la cabeza para que lo baje.

— No has perdido la forma. — Me dice.

— Ni tu el toque. — respondo.

Se baja, se alisa la camisa y me indica con la cabeza que subamos al medio campo, asiento y lo sigo. Los compañeros llegan y nos palmean la espalda, sonrientes.

— ¡Sabía que con ustedes sería pan comido! — grita alguien.

Me río porque no pueden subestimar tan fácilmente al equipo rival, por más novatos que sean. El portero se prepara para el despeje, que lo hace corto, trabaja con sus centrales mientras ellos se encargan de llevar el balón hacia sus delanteros, nuestra defensa es buena, así que no hay mucho de que preocuparse, de momento Nagi y yo nos centraremos en hacer goles, no es tan importante bajar y defender.

— ¡Isagi!

El grito de Nagi me hace mirar a portería, en algún punto Rin ha tomado el balón, se quita sin problema a la defensa y tira desde los trece metros a portería, es un tiro con una parábola perfecta, que baja en el momento preciso para entrar a portería, el balón se incrusta justo en la esquina derecha, sin darle tiempo al portero de hacer algo. En cuestión de segundos, estamos empatados.

— Rin, ¿eh? — me rio. — es el único gol que harás.

El despeje es largo y claro, nuestro portero busca a Nagi, que la baja con avidez, de inmediato se mueve, pasando al primer defensa y yo me muevo con él, en el extremo contrario, veo el pase venir, me preparo para recibirla y cuando está por caer, Rin se interpone entre el balón y yo, ¡que me ha ganado el balón! ¡Cabron!

— ¡Hey! — grito, alzando la mano.

— No harás ningún gol mientras yo esté aquí, pervertido. — me susurra eso último y aprovecha que me he descolocado para llevarse el balón consigo, sube a prisa, burlando a la defensa. ¿Me ha dicho pervertido?

¡Idiota!

Siento el manotazo de Nagi en la nuca y salgo de mi embobamiento.

— Espabila — dice. — ese niño bonito te acaba de robar el balón.

Dice eso último y corre en su dirección, claro. Debemos detener a Rin.

No tengo la velocidad de Chigiri, pero puedo hacer algo para bloquear el intento de gol de Rin. Corro con todas mis fuerzas mientras voy guiando a mis compañeros con señas y gritos para frenar al idiota y hacer tiempo, cuando lo alcanzo, es segundos antes de que se perfile para tirar, así que logro bloquearle el tiro con la espalda, girándome en el momento preciso, el tiro iba con fuerza que creo que me ha reventado la espalda, aunque no digo nada sobre eso.

— Ningún homofobico ha metido gol mientras yo estoy cuidando la portería — le digo. — no serás el primero.

Es una rivalidad implícita lo que se ha formado entre él y yo, nadie dice nada pero sabemos que esto ya no es por el equipo, esto es por el orgullo.

Doy un pase hacia atrás, Nagi recibe el balón y se mueve sin perder tiempo, le guiño un ojo a Rin antes de seguir a mi compañero y dejar atrás al idiota, que en poco tiempo nos sigue los pasos.

Esto va a ser más complicado de lo que pensé.

Estúpido error, ¿intencional? [Rinsagi +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora