Parte 16

2.5K 299 130
                                    

— ¿Vas a regresar a la escuela?

Shidou toma un sorbo de su café frío y niega.
— No lo sé, vine porque mis padres me obligaron, ya sabes... si por mi fuera, dejaba de venir a estudiar, yo solo quiero jugar al fútbol.

— Pues para eso tienes que seguir estudiando, bobo.

— No tanto. — me golpea la frente. — grandes futbolistas no terminaron ni la secundaria, ¿por qué debería regresar a estudiar? — suspira. — eso era lo que pensaba hasta hace unas horas.

Frunzo el ceño, dejó la cuchara a medio camino de mi boca y lo miro con atención.
— ¿Qué te hizo cambiar de opinión?

Sonríe, se acomoda en su asiento, saca el móvil y me lo enseña, en su lista de contactos hay un tal "ángel" con un emoji al lado, lo miro sin entender.

— ¿Quién es Ángel?

— Un ángel... — vuelve a suspirar. — creo que lo conoces, es decir... conoces a todo mundo, se llama Itoshi Sae.

Abro la boca con sorpresa y vuelvo a agarrar una cucharada de pastel.

— ¿Qué pasa con él?

— ¿Eres bobo? Fue amor a primera vista, tonto. Cuando lo defendí de aquellos matones no le presté mucha atención, solo estaba muy molesto y quería desquitarme con alguien y ellos eran muy buen objetivo, pero lo he visto hace un rato, casi se golpea contra la pared y se arruina la carita, diablos... es guapo.

Mi cabeza hace clic, Sae había estado pidiéndome ayuda para contactar a Shidou pero no quería que le pasara su número ni mucho menos, solo quería saber su nombre y cuándo regresaba, no quería parecer tan acosador.

— ¿Entonces regresarás a la escuela solo por Sae?

— ¿Solo? — Pregunta indignado. — te estoy diciendo que es un ángel, me metería en problemas mil veces si eso implica mantenerlo a salvo.

— Lo acabas de conocer hace cinco segundos y ya le juras amor eterno.

— ¿Te parece? ¿Me vi muy intenso?

Niego, riéndome por las caras de confusión que hace.
— Está bien, solo no lo abrumes tanto... Sae es un poco... bueno, siente que nadie lo merece.

— mmm... tengo su número y me pidió que no me diera de baja, supongo que es un avance.

— ¡Hombre, claro!

Después de un par de horas más hablando de todo y nada en la cafetería, regresamos a la universidad, Shidou me acompaña hasta los dormitorios y nos despedimos en la recepción, al salir del ascensor me encuentro con Hiori saliendo de mi habitación, sale riendo, se despide agitando la mano y antes de que me descubra viéndolo, camino viendo el móvil como si no supiera nada, paso por su lado, no tengo ganas de mirarlo y mucho menos de saludarlo, quiero decir, no tengo nada en su contra, es solo que no nos conocemos tanto como para saludarlo cada que nos veamos. Cuando entro, Rin sale del baño, nos detenemos a la vez esperando que alguno pase pero ninguno se mueve, avanzo y él avanza, luego retrocedemos y volvemos a avanzar a la vez, ruedo los ojos porque siento que lo hace a propósito.

— ¿Vas a pasar? — preguntamos a la vez.

— Yo pregunté primero. — dice.

— Preguntamos al mismo tiempo, y si, déjame pasar.

Me aviento a mi cama con los brazos abiertos, caigo y entierro la cara en las almohadas, suspirando porque estoy agotado.

— Oye, pervertido, dame tu teléfono. — La voz de Rin hace eco en mi cabeza, no tengo ganas de discutir con él, me volteo y está en su cama, acostado  mirando el móvil.

— ¿Me hablas a mí?

Me mira y luego mira la habitación.
— ¿Ves algún otro pervertido en este lugar?

Ruedo los ojos. — A ti.

— ¿Qué?

— La regla es que ningún estudiante entre a dormitorios ajenos, ¿qué hacía Hiori aquí?

Rin se ríe.
— ¿Me estás reclamando? Porque así es como suena.

— ¿Quién te está reclamando? No seas engreído.

— Para tú información, Hiori es un amigo, no haría cosas extrañas con él.

— ¿Quién habló de cosas extrañas? Solo no metas personas desconocidas, si se pierde algo tú vas a pagarlo.

Rin se sentó, su rostro cambió a uno de molestia.

— ¿Insinúas que Hiori se puede robar algo?

— ¡No! Digo que cualquier persona que dejes entrar puede llevarse algo, no precisamente él.

— Pues no meto a nadie, solo a él.

— Bueno, pues no lo metas.

— No lo haré, ¿contento?

No digo nada, cierro los ojos y vuelvo a mi posición inicial. Siento el peso de Rin sobre mi cama, murmuro con molestia que se largue pero no se mueve.

— Yo no soy el que conoce a todo mundo y parece que son novios.

Me giro. Su cara está más cerca de la mía de lo que pensaba. — ¿A qué viene eso? Aléjate.

— ¿A qué? Joder, todo mundo dice que tienes muchos amantes, que vas por ahí de hombre en hombre y la verdad es que no demuestras lo contrario.

Le doy una patada en el costado, se retuerce y queja del dolor, se pone de pie y me arroja una de sus almohadas.

— ¡Me importa poco lo que crean tú y los demás! — le grito. — no tengo ningún compromiso contigo así que no tienes derecho a cuestionar mi trato con mis amigos.

— ¡Eso es cierto, no somos nada, así que no pienses cosas de Hiori que no son!

— ¿Por qué lo defiendes tanto?

— ¿Qué te importa?

— ¡¿Te gusta?!

Rin bufa, se pasa las manos por el pelo y se sienta de nuevo en la cama.

— ¡No me gustan los hombres!

Alzo una ceja, recordando de pronto lo que hemos hecho, ¿es o se hace?

— Hetero, hetero no eres... — murmuro.

— ¿Qué?

— Que como sea, no me importa lo que hagas.

Después de lo que calculó diez minutos, Rin vuelve a hablar.

— ¿Me vas a dar tu número o no?

Suspiro molesto porque comenzaba a dormirme, asiento y estiro la mano para que me pase el móvil, en cuanto me lo da, registro mi número y se lo devuelvo.

— No me molestes con cosas innecesarias porque no voy a responder.

Mi móvil suena, el número desconocido supongo que es de Rin, lo registro al instante.
— Lo mismo digo. — responde. — solo te lo pedí por si se me olvida la contraseña algún día.

— Déjame dormir.

•••

¿Creen que estos dos se lleven bien algún día?

Estúpido error, ¿intencional? [Rinsagi +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora