Extra 5

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Isagi

— ¡Dile a Shidou que no se coma el postre antes!

— Debiste decirme eso hace cinco minutos — sisea Shidou a mi lado, dejando el plato limpio en el lavavajillas.

Jadeo.

— Es el segundo postre que te comes hoy.

Shidou se encoge de hombros y me palmea la cabeza, mirándome con diversión.

— No vas a tener más postre — sentencio —. Aunque me mires así.

Shidou rueda los ojos y antes de que diga algo, Sae aparece con los brazos extendidos y el moreno va como imán hacia él.

— Puedes tener mi postre bebé.

— Iugh. —digo.

Shidou lo besa y Sae se deja llevar a la sala antes de que yo vomite sobre ellos.

Desde que mi cuñado descubrió que a Shidou le gustan los mimos, se la ha pasado cumpliéndole todos los caprichos que se le puedan ocurrir, sin excepción.

— ¿Y Rin?

Bachira mete las botellas de champaña a la nevera.

— Dijo que tenía algo que hacer —respondo, aunque también comienzo a preguntarme en dónde está.

— Ya casi es año nuevo.

El timbre suena, abro desde el botón de la cocina porque son Chigiri y Kunigami, los estoy viendo desde la cámara y cuando llegan a la puerta principal los recibimos, sus gemelas son las primeras en entrar, aparecen con regalos y nos saludan sin hacernos demasiado caso, van directo al cachorro que me regaló Rin en navidad.

— ¿Regalos? — les pregunto mientras abrazan a Bachira.

— No nos vimos en navidad — dice Chigiri y cierro la puerta, comenzando a sentirme ansioso por la ausencia de Rin, salió esta mañana y ya son las once de la noche de un maldito treinta y uno de diciembre, no quiero enloquecer y portarme como las esposas de nuestros compañeros de equipo porque eso es demasiado tóxico, pero, ¿dónde más estarías un fin de año sino en tu casa? —. ¿Y Rin?

Bachira se encarga de dejar las cosas debajo del árbol y nosotros nos sentamos en la sala.

En la mesa de centro hay varias copas con mimosas que cada uno toma mientras las niñas van a jugar con bola de nieve.

— Salió — respondo —. No tarda en llegar.

Kunigami mira a Bachira y sus vistazos de complicidad no pasan desapercibidos para mi, los miro con el ceño fruncido.

— Ustedes saben algo — murmura Chigiri y de reojo veo como Sae y Shidou regresan al balcón.

¿Todos saben algo menos yo?

— ¿Qué pasa aquí? — inquiero —. Son las once y si saben dónde está Rin es mejor que me digan porque...

La puerta se abre, se escucha un suspiro detrás de mí y todos los ojos volteamos a ver a Rin, que se quita la bufanda y la deja en el recibidor.

— ¿Qué pasa? — pregunta como si fuera cualquier cosa.

Lo miro como si la respuesta fuera obvia y de inmediato me sonríe, me abraza y me besa en la frente.

— ¡Ya maldita sea, tengo hambre!

— Y como sigas interrumpiendo más nos vamos a tardar en comer — Rin calla a Shidou —. Ahora, cariño... — se aparta lo suficiente, está nervioso y puedo ver la duda en sus ojos.

— ¿Rin?

— Escucha...

— ¡Tío Rin, tío Rin! ¿Dónde está el bebé?

— ¡Niñas, cállense! — la voz de Chigiri.

Las niñas se van y Rin suspira, como si le hubieran quitado un peso de encima.

— ¿Bebé? Rin, tú eres el futbolista que salió en las noticias — acuso, con los ojos muy abiertos.

— ¿Qué?

— El infiel — susurra Bachira.

— No, joder. Vamos a ser papás, Isagi. Maldita sea, quería decírtelo yo pero las niñas me facilitaron las cosas — suelta de golpe.

— ¿Qué? — mascullo.

— Bueno, tuve una reunión con el servicio de adopción, llevas tanto tiempo pidiéndome un bebé y por fin estoy listo —Rin es un vómito de palabras —. Creí que sería una linda sorpresa antes de finalizar el año, ya sabes... y yo...

— ¡Rin! — grito. Salto encima de él y sus brazos me envuelven con fuerza, lo beso en toda la cara, uno nuestros labios y nos separamos cuando se escucha un "iugh" de las niñas, me deja otra vez en el piso y no soy consciente de mis lágrimas hasta que me las limpia, nuestros amigos están al rededor de nosotros, sonriendo y en un segundo ya estamos todos en un enorme abrazo grupal.

— Maldita sea, ¿sabes lo difícil que fue guardar el secreto? — reclama Bachira y Chigiri asiente.

— Se lo conté a las niñas porque si no vendría corriendo a contárselo a Isagi.

Nos reímos y escucho los fuegos artificiales a lo lejos, desde nuestra posición se ve a la perfección la torre eiffel iluminada con drones que dibujan el feliz año nuevo en el cielo.

— Di algo — pide Rin.

Le sonrio, aún con lágrimas en los ojos.

— Gracias — es lo primero que digo —. Dios... hay que decirle a nuestros padres y arreglar la casa, adecuar la habitación de al lado y...

— Isagi — me calla Rin —. Aún hay tiempo, todavía nos falta ir a un par de citas más y podremos reunirnos con los niños.

— Es un proceso — coincide Kunigami —. Pero es lo mejor que pudimos hacer.

Sonríe y besa a Chigiri, Shidou mira a Sae con los ojos muy abiertos y Sae niega, nosotros nos reímos.

— No voy a adoptar, Shidou — sentencia —. No por ahora.

Todos nos apartamos pero Rin y yo vamos al balcón, miramos el cielo y al unísono decimos:

— Feliz año nuevo.

Nos besamos mientras los fuegos artificiales iluminan toda la ciudad, nuestros amigos se nos unen y es como si fuera la postal perfecta para cerrar el año.

Los altibajos, los problemas y controversias, todo queda atrás y es una promesa silenciosa pero sé que cada uno está pensando en ser mejor para este nuevo año, y lo haremos, estoy seguro.





•••

Hola, oigan, especial de fin de año jsjsjs
Se me ocurrió y lo escribí, no me funen por no dejarlos ir aún jaja
Muchas gracias por haber leído esta historia hasta el final, gracias por sus votos y comentarios, los quiero mucho❤️
Espero se la pasen súper bien si festejan el año nuevo y si no, también, les deseo salud y amor y todo eso. ❤️

Estúpido error, ¿intencional? [Rinsagi +18]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora