—Llegamos. -avisa Sero.
Izuku da un vistazo de reojo al menor a su derecha.
—¿Estás bien? Puedes quedarte aquí en el coche. -le dice.
—No, yo quiero ir.
—... Si eso es lo que quieres de verdad.
Kirishima, quien venía en el coche de enfrente y había aparcado minutos antes que ellos, baja del automóvil junto con otros hombres, dos de ellos se adelantan al hotel, y Takumi se queda de pie ahí vigilando los alrededores, cosa que no era realmente necesaria, ya que el lugar estaba asegurado por todos los hombres de Izuku desde el día anterior.
—¿Situación? -pregunta Sero bajando del coche dejando la puerta abierta para que su jefe pueda escuchar.
—Sigue ahí. No hay problema en entrar ahora.
—¿Qué hay sobre la gente?
—Izuku dio orden para mantenerlos adentro.
—Bien. -cierra su puerta para ir a abrir la de su jefe, pero Kirishima se apresura a hacerlo.
—Kirishima, ¿Puedo dejártelo a ti? -le pregunta el peliverde saliendo del coche.
—¿Qué cosa?
—A Katsuki y al bastardo ese.
—... Sí. Yo me encargo.
El cenizo escucha aquello y sale rápido del coche.
—Espera, Izuku, ¿A qué te refieres? -le pregunta nervioso.
—Tengo una llamada que hacer y no deberíamos esperar más tiempo. Irás con Kirishima, decide tú si lo matan o lo secuestran. -saca su teléfono del bolsillo dentro de su saco. —En mi opinión, deberíamos mantenerlo vivo.
—Pero Izuku, yo creí que tú y-
—Lo sé, era mi plan. -interrumpe antes de que termine. —Siempre me hago cargo de los asuntos yo mismo, pero esta llamada es más importante para mí que cualquier cosa. Pero no te preocupes, no estarás solo, Kirishima estará ahí contigo. Confía en él, es uno de mis mejores hombres.
«Pero yo quería ir contigo» dice claramente el rostro de Katsuki.
Kirishima incluso se siente mal por él, pero lo que dice Izuku es cierto.
“Espera... ¿De verdad es así o solo pienso de esta manera porque no puedo oponerme a Izuku?” Se pregunta el pelirrojo.
—Jefe. -le llama poniendo su mano en el teléfono de este, el cual ya había comenzado a marcar a la persona que quería escuchar. —Yo tomaré la llamada.
—¿Qué? No, Kirishima, ¿Qué estás diciendo en un momento así? Sabes bien que yo tengo que llamar a-
—Izuku. -alza la voz solo un poco, sorprendiendo a todos allí. —Ve.
El mencionado no puede creer que Kirishima le esté dando órdenes.
Y el silencio es demasiado. Solo se puede escuchar el sonido del teléfono marcando.
—Yo tomaré la responsabilidad de todo. -le asegura.
“—¿Hola? ¿Izuku?” Se escucha que contestan.
Kirishima mira con decisión al peliverde, total seriedad en su rostro, aunque hay algo de nervios en sus ojos.
Izuku quiere contestar, pero si lo hace, no será posible de alejarse.
—Izuku... -le llama Katsuki haciendo que lo mire.
“—¿Izuku, eres tú?”
El mencionado le entrega el teléfono a Kirishima.

ESTÁS LEYENDO
Odore Fantasma
ContoUn mafioso japonés llega a Italia para apoderarse de ella, pero de esto no trata la historia.