“¿«Bakugo»? ¿Acaso se refiere a esos Bakugo? No puede ser... Todos los que llevaron ese apellido están muertos... Quizá Fazio, sin darse cuenta, protegió a Katsuki... e incluso le salvó...”
—Es peligroso llevar ese nombre, Katsuki. -admite sin mentirle. —Me atrevo a decir que eres incluso más peligroso que yo... -la respiración del cenizo por la otra línea parece cambiar. —Bueno, no es tan serio tampoco. -se apresura a aclarar. —Podrías usar el mío de ahora en adelante. -sugiere. —Es peligroso también, pero mis enemigos temen de mis otros enemigos. Todos quieren coronarse con mi muerte primero, se haría una guerra entera por algo así. Ninguno se atreve a lanzar la llama de ese infierno, y jamás confiarían en otros como para unirse a por ello. Es una vida difícil la que llevo, pero voy a protegerte yo mismo, no tendrás que preocuparte demasiado.
—Izuku, tu apellido... ¿Es de tu padre? -pregunta con curiosidad.
Una bala impacta a un costado del peliverde, quien debería de colgar.
—Escucha, cariño, no es momento para hablar de asuntos tan personales, de hecho, estoy en un problema justo ahora. -confiesa. —Tengo que colgar, pero nos veremos pronto si es que realmente lo deseas, ¿Está bien?
Katsuki recuerda las palabras de Denki.
“Mierda, no se habrá ido ya, ¿O sí?” duda nervioso.
Antes de poder despedirse de Izuku, un estruendo suena en la línea de este, seguido de un pitido molesto.
—¿Izuku? -le llama algo preocupado. —¡Oi, Izuku! ¡¿qué pasó?!
A pesar de su rápida desesperación, no recibe respuesta.
Katsuki preocupado, cuelga y se acerca hasta la ventana, la abre y salta hacia afuera, bajando hábilmente por la estructura del hotel, llegando abajo en cuestión de segundos.
Y para su suerte, Denki seguía ahí.
La puerta de aquel coche negro se abre.
—Tardaste mucho. -le dice el rubio desde adentro.
Katsuki casi corre hasta el vehículo, entrando una vez Denki le ha dado el espacio para hacerlo; cerrando la puerta y no teniendo tiempo para agradecer, cuando el mayor ordena que conduzcan.
—... creí que te habías ido, no sabes lo que me alegra el que estés aquí. -le dice sin poder evitar expresarse, dejando salir un suspiro de alivio, sin olvidar todavía su preocupación por Izuku. —Algo está mal. -va a avisarle al otro, pero este levanta la mano indicando que guarde silencio.
—Lo sé. -afirma con una mirada seria puesta al frente del camino. —Llegaremos pronto. -le asegura. —Prepárate para sobrevivir.
~
~
Los sonidos de arma siendo detonadas resonaban sobre todos lados dentro de aquella propiedad a la que Izuku logró meterse una vez se vio acorralado por los enemigos.
Aun con la inquietud de haber sido interceptado y encontrado por estas personas, se preocupa más por la seguridad de Katsuki, llamando así a su amigo Denki.
—¿Qué carajos están haciendo? -pregunta en reclamo Kirishima, quien se mantenía a un lado de Izuku. —¡No están retrocediendo en lo más mínimo!
—Eij-
—¡Tú te quedas aquí! -le pide prácticamente ordenándole antes de levantarse detrás de aquella pared donde se escondían, saliendo y yendo hacia el frente, sin esperar palabras de su jefe.

ESTÁS LEYENDO
Odore Fantasma
Short StoryUn mafioso japonés llega a Italia para apoderarse de ella, pero de esto no trata la historia.