Izuku no ha dejado de tomar desde que llegaron al hotel donde se quedarían esa noche.
Kirishima no dice nada, pero se mantiene a su lado.
Cuando el peliverde se levanta y tambalea, el más alto quiere ayudarlo, pero este le grita enojado que no se acerque, como si de verdad Kirishima fuera el problema ahí.
—Jefe... -le llama en un tono bajo, se podría decir que con tristeza.
—Mantente callado. Estoy bien, puedo solo. -le asegura Izuku tratando de llegar hasta el cuarto de baño en tambaleos y tropiezos.
—... Te ayudaré a bañarte. -le sugiere el pelirrojo.
—Vete.
—Izuku...
El mencionado se recarga en la pared mientras quita sus prendas de vestir, pero apenas se puede deshacer de su saco, siente un dolor en su estómago y un pinchazo en su garganta. Cae de rodillas vomitando afortunadamente dentro del inodoro.
Kirishima intenta acercarse.
—¡Vete! -grita entre sus náuseas.
—... -Kirishima se queda de pie en el marco de la puerta.
Izuku parece que está sufriendo no solo sentimental o mentalmente, sino también de forma física.
—Te he dicho que te vayas. -limpia los restos de saliva de su boca. Rompe su camisa para poder quitársela. —Solo vete. -intenta ponerse de pie, con mucho esfuerzo logra quedarse finalmente desnudo. —¿Es que no me escuchas? Te estoy diciendo... Que... -cubre su boca, siente que vomitara de nuevo. —Tú... Piérdete. -abre el grifo de la regadera, recarga su cabeza en la pared mientras parece temblar ante el agua cayendo en él.
—Izuku, esa agua está fría.
—Déjame solo.
—No puedo.
—Solo... vete.
Kirishima se mantiene de pie dónde mismo, mira a Izuku llorando de pronto, es un llanto silencioso, pero realmente doloroso.
Pasa mucho tiempo hasta que el peliverde vuelve a hablar.
—Eijiro... No te atrevas a irte... -habla entre sollozos. —Por favor, te lo pido, no quiero perder a nadie más...
—Me mantendré siempre aquí, Izuku. -le promete.
“Siempre has sido una persona extraordinaria... Ni siquiera ahora puedes odiar a Katsuki. Nunca pudiste ser alguien que se llenara de odio y viviera por ello... Podría ser que eres la persona que más debería vengarse, que más razones tiene para hacerlo; pero nunca has querido pelear por venganza... He aprendido tanto de ti, Izuku. Si no fuera por ti, habría muerto hace tiempo, tú siempre me has salvado. Me atrevo a creer que habría podido morir lleno de rencor, pero tú me demostraste que la felicidad se consigue de otra manera, y no siendo igual que los que te hicieron daño... Para ser un yakuza, no eres muy bueno en ello. Matas a sangre fría, es verdad. Pero no les permites sufrir. Eres tan amable que te aseguras de que mueran instantáneamente. ... Izuku, tú debiste tener otra vida. Verte así de roto frente a mis ojos y que no me permitas acercarme... ¿Este es mi castigo por haberte decepcionado?”
~
~
En el carro de policía, Katsuki iba junto a la mujer y otro oficial más, los tres en silencio, uno muy incómodo.
La mujer se detuvo frente a la estación y se despidió de su compañero, quien bajó del coche. Se esperó a que este ya no pudiera escucharle para voltear hacia el cenizo y por fin hablar con él.

ESTÁS LEYENDO
Odore Fantasma
Cerita PendekUn mafioso japonés llega a Italia para apoderarse de ella, pero de esto no trata la historia.