¡Alerta! ¡Héroe enamorado! [DekuBaku]

Capitulo 2

La jornada escolar termino después de unas largas horas puramente teóricas. Ese día no tuvieron entrenamiento, así que, Bakugou estaba con bastantes energías. Escapándose del grupo de idiotas que lo seguía como si fueran pollitos bebés en busca de su madre, se dirigió al edificio de Soporte Técnico. Agudizó sus oídos antes de llegar a la puerta y al no sentir ningún peligro, abrió la puerta. Al principio, debido al silencio, pensó que no había nadie. Pero con un poco de atención noto que dos personas se encontraban en un rincón del salón. Debido a su nivel de enfoque, los susurros de ellos le llegaron fácilmente a los oídos.

—Menos mal que no fue en tus manos. Pero la siguiente vez podrías no tener tanta suerte Midoriya.

—Llevaron a más de cinco personas. No tenía muchas opciones para defenderme Hatsune-san.

—Y por eso deberías decirle a Shimura-sensei, ¡o salir corriendo de ahí cuando suceda! La próxima vez...

—No te metas. Estoy bien. Gracias por...

El tono hosco de Midoriya se detuvo cuando vio a el cenizo de pie a unos metros de ellos, sus puños se apretaron y se mordió los labios. Hatsune siguió su mirada y lo vió también, se quedó callada y con las manos apoyadas sobre el botiquín de emergencias de tapa blanca. Se miraron en silencio hasta que el cenizo dió unos pasos hacia donde estaban ellos, sus ojos rojos evaluaron el daño que tenía el de pecas, unas benditas se encontraban en su mejilla derecha que estaba hinchada y tenía los nudillos heridos, con un poco de sangre.

No hacia falta ser un genio para saber que se metió en una pelea y que no quería hablar de eso. El de quirk explosivo no podía negar que el brillo enojado de esos ojos esmeralda era interesante, le hacía pensar que no sería buena idea provocarlo. Pese a que el muchacho parecía ser mucho más débil que él, hacerlo enojar cuando su paciencia tendía de un hilo no le parecía inteligente.

—Te traeré un jugo y más te vale que te lo acabes —anunció dándose la vuelta —Ya vuelvo.

Ignorando que los dos alumnos de Soporte Técnico no le respondieron, el de quirk explosivo fue en busca de la máquina expendedora más cercana y compro un jugo de naranja para el de pecas. No lo hacía por amabilidad, simplemente, no tenía idea de qué podía ayudar al otro a evitar que le hablara con el mismo tono que uso con Mei. Si no servía, dejaría el jugo y volvería otro día.

En el camino de regreso a la sala, se topo con la de cabello rosado en el pasillo. Ella le dió una mirada de arriba a abajo y después, le sonrió. Le dejo pasar y siguió de largo, cuando entro a la sala, el de pecas seguía en la silla donde lo vio antes, con la mirada perdida en la ventana. Se le acercó y le pegó la lata de jugo en la mejilla.

—Esta fría —sonrió el de pecas agarrando la lata —Gracias, Bakugou-kun. Pero lo siento, hoy no estoy de humor para hablar contigo, ¿podrías irte?

—Eres la primera jodida persona que me dice eso —bufo el de ojos rojos tomando asiento en una silla cercana al de pecas —A la mayoría le encantaría que me quedara cerca de ellos.

—Pues, no soy la mayoría —abrió la lata y tomó un buen sorbo, el sabor ácido de la naranja le hizo sentirse un poquito mejor —Ni siquiera soy una buena compañía en este momento.

—Yo no soy una buena compañía en ningún momento —miró la leve mueca que hizo el de pecas, casi una sonrisa y se sintió satisfecho —Y aún así, todos me quieren.

—Me preguntó porqué —se rió despacito el más bajo.

Bien, esto está mejor.

Katsuki no era muy empático con otros. Pero tampoco era tan insensible cuando alguien estaba pasando un mal momento delante de sus ojos. Además, cuando Izuku se quedó en silencio, con la lata de jugo entre sus manos, todo lo que hizo fue quedarse con él y mirarlo de vez en cuando, buscando que no estuviera incómodo. Al parecer la situación se había repetido la cantidad necesaria de veces para que ya le importará un carajo que alguien más lo supiera aparte de su compañera de curso. Eso le llevo a tener una idea.