¡Alerta! ¡Héroe enamorado! [DekuBaku]

Capítulo 13

Bakugou noto que Kirishima parecía estar en un grave conflicto interno. Y la cara que estaba haciendo era tan pero tan estúpida, que no pudo evitar golpearlo.

— ¡Ay! —se quejo el pelirrojo mirando hacia su amigo — ¿Y eso porqué fue, Blasty?

—Porque tienes que ir a tu jodida pelea con Deku —al ver que el de dientes puntiagudos volvía a hacer esa expresión de angustia, soltó un gruñido y le dió otro golpe — ¡¿Qué mierda te preocupa tanto?! ¡Se hombre y ve a pelear!

— ¡Pero si lo hago...! —se mordió los labios pelirrojo y agachó la cabeza, preocupado y triste — ¿No voy a terminar lastimando a Midoriya?

— ¿Te parece que él va estar herido por eso, idiota?

Es posible que le resulte lógico y que le de impotencia pero, ¿lastimarlo? No me jodas. Ese bastardo tiene un corazón más duro que una roca.

Podría consolarlo si no era así. Pero, en todo caso, el cenizo tenía más fé en que el de pecas podría sobrellevar una derrota con la cabeza bien en alto y orgulloso.

Además, seguramente, no iba a dejarse vencer tan fácilmente. El pelirrojo podría no saberlo pero el de pecas era bastante terco y tenía una gran imaginación cuando la necesitaba. Tendría un combate muy complicado si se dejaba llevar por su sentimentalismo.

—Si te atreves a menospreciarlo, juro que te daré un puñetazo —advirtió a su compañero de clase —Porque si haces lo que hicieron todos los demás hasta ahora, vas a perder y eso sí terminaría lastimando un poco a Deku.

El mayor no sabía cómo era ser menospreciado por no tener un quirk. Ser tratado como un inútil, débil e indefenso chico que no podía hacer nada por su cuenta. Debía ser doloroso y frustrante, más cuando venía de alguien en quien confiabas.

Katsuki podía estar seguro que Izuku enfrentaría mejor una derrota dónde Eijirou daba su cien por ciento en vez de una victoria en la cual el pelirrojo no pudo pelear ya que creía que podía lastimarlo.

El de dientes puntiagudos se mordió los labios y se fue, finalmente, comprendiendo las palabras de su amigo. Si era un hombre, debía respetar a su oponente y dar lo mejor de sí mismo para derrotarlo.

Tenía que ser fuerte.

Midoriya pensó en innumerables maneras de poder derrotar a Kirishima. En su mayoría, solo tenía planeas para hacer lo mismo que con Monoma, arrastarlo hasta la línea divisoria de la arena y empujarlo. Pero si el pelirrojo era astuto, vería a través de su plan con facilidad y lo evitaría. Por lo tanto, tenía que tener un plan B.

Se había vuelto a poner sus muñequeras y las botas para esta pelea. Iba a necesitar todas sus armas contra un oponente con una defensa tan poderosa. En lo que estaba perdido en sus pensamientos, el sonido de unos pasos dentro del túnel hicieron eco y al voltear, se encontró con la mirada determinada de su oponente.