Capítulo 25

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Comer dos hamburguesas en un puesto de tercer año y parte de la obra de la clase B de primer año, fueron las dos únicas cosas que Bakugou y Midoriya lograron hacer antes de ser encontrados por Ashido y Sero en medio de los pasillos de la academia, de camino para el postre o ver la casa del terror, a lo que llegaran primero.

Claro, antes de ser interrumpidos por sus amigos. Al parecer, toda la clase A se había dividido para buscarlos e hicieron apuestas sobre quien lo lograría antes. Al ganar esos dos, tenían de su lado una buena cantidad de dinero.

—Ironicamente solo Kaminari menciono algo acerca de dejarlos en paz —contó el azabache —Pero Uraraka insistió en que quería ver a Midoriya y los demás se pusieron de su lado.

—Y las recompensas eran demasiado buenas como para dejarlas pasar —mencionó la de quirk ácido un poco apenada mirando hacia el cenizo que parecía estar de malhumor —Lo lamento chicos.

—De todas formas, ¿no que Bakugou iba a visitarte todos los días, Midoriya? —preguntó el más alto hacia el de ojos esmeralda que asintió con la cabeza — ¿No estás un poco aburrido de...? ¡Auch!

La de quirk ácido le había dado un nada sutil codazo a su alto amigo en el estómago antes de que se le ocurriera terminar su pregunta. De todas formas, el de pecas solo parpadeo con inocencia y respondió sin la menor malicia o rastro de broma.

—Nunca podría aburrirme de Kacchan.

Esas palabras bastaron para que el de quirk explosivo no lastimara al azabache y siguiera su camino como si nada, ignorando que la de cabello rosado tenía una sonrisa divertida en la cara. Después de que el pecas fue entregado —cual hijo que se había escapado de sus padres para ir a jugar con un amigo— a Ochako y Tenya, el cenizo se fue junto con sus amigos a disfrutar del Festival Cultural.

Eijirou lo reto en algunos juegos, Denki le pidió probar una sala de karaoke, Kyoka se les unió con Momo en algún momento en que él no se dió cuenta y terminaron jugando en una competencia de disfraces, donde el cenizo fue un pirata junto con el pelirrojo, las chicas una especie de guerreras con vestidos y armaduras, el rubio usando un disfraz extraño de payaso y el azabache con ropa de chamán. Se veían tan graciosos y extraños que todos los demás alumnos les sacaron fotos y empezaron a circular por las redes sociales en cuestión de segundos.

— ¡Soy el Payaso Smile! ¡No pueden quitarme lo que soy! —se quejo el rubio cuando los mayores que hicieron la competencia intentaron quitarle su disfraz — ¡Alejarse, alejarse o les tirare confeti!

— ¡Kaminari-kun! ¡Deja de ser infantil y devuelve el disfraz! —protesto uno de los alumnos mayores que intentaba contener una carcajada por los inventos del rubio — ¡Los demás chicos también quieren participar!

— ¡Se un buen payaso y darnos el disfraz! —agrego otro mayor.

— ¡No! ¡Me niego!

Katsuki nunca estuvo más tentado a reírse como en ese momento, se cubría la boca con fuerza para que el sonido de pff no se filtrara de sus labios. A diferencia de Kyoka y Mina que se reían a lo loco, Eijirou y Momo que intentaban que el rubio fuera razonable, él quiera mantener la compostura de un futuro héroe profesional.

Eso hasta que Hanta se lo arruinó cuando su propia risa salió como la de un cerdito. El solo sonido bastó para que el cenizo no aguantará más y se riera a todo pulmón, llamando la atención de sus acompañantes.

Para cuatro de ellos, oír al de quirk explosivo reírse no era algo anormal, pasaba bastante si había cierta persona involucrada. Pero para las otras dos resultó un evento extraño y entrañable, que las hizo sonreír y pensar que estaban entablando una relación más cercana con su difícil compañero de clase.

¡Alerta! ¡Héroe enamorado! [DekuBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora