Capitulo 51

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Izuku empezó a sentirse más sobrio a medida que el calor subía y subía por su cuerpo, además de que le dolía la entrepierna y se sentía atraído por esos ojos rojizos. Le soltó las muñecas a Katsuki y cuando las puertas del elevador se abrieron, fue con él hasta la puerta de su dormitorio y volvió a alzarlo en brazos. Lo llevo de esa manera hasta su habitación, prendió los luces a tientas para poder ver y lo arrojo sobre el colchón. Los dos tenían la respiración agitada y el rostro rojo, se vieron por un momento y el de pecas se bajó del colchón para ir en busca de los condones y el lubricante.

Para cuando se dió la vuelta, el cenizo estaba desabrochando su pantalón y levantando parte de su camiseta, dejando a la vista su vientre plano y sus abdominales.

Su cordura soltó un grito agudo. Y su pene dolió otra vez ante la caliente imagen, el de quirk explosivo lo noto y sonrió, se quitó lentamente la camiseta y la dejo caer en el suelo, haciendo que el pecoso tragara saliva.

Genial, mientras más nervioso se ponía, más sonriente estaba el contrario. Se acercó hasta la cama y dejo el lubricante junto con los condones en el colchón, uso una de sus manos para tocar el vientre del cenizo y lo empujo hacia abajo para besar su piel.

—Huu...—jadeó el cenizo cuando el más alto dejo besos en su cuerpo y cerro con fuerza los ojos cuando paso la lengua por uno de sus pezones —A-Ah. Mierda.

El de pecas se acomodó en el colchón y uso ambas manos para apretar los pectorales del cenizo, el cuál uso una de sus manos para cubrir su boca. No quería soltar sonidos tan raros pero el más alto lo apretó con fuerza y volvió a atacar uno de sus pezones, lo que hizo que más sonidos vergonzosos se le escaparan.

— ¡D-Deku! Y-Ya para de hacer eso —protestó entre gruñidos, sentándose en el colchón y tirando de la camiseta del pecoso para que se le quitará —Es mi turno. No te muevas.

Midoriya obedeció, se tumbó sobre el colchón, con el cenizo arriba suyo —una vista que lo aturdió un poco— y se quedó quieto sintiendo los besos que iba dejando en su cuello y pecho, bajando lentamente y usando sus manos para masajear su entrepierna que estaba dura. Soltó pequeños gruñidos y se frotó contra su mano para aliviarse un poco, pero el más bajo lo tentaba con movimientos suaves y después más rápidos.

—K-Kacchan, se siente bien —murmuró, bajando sus pantalones y quedando en boxer, para después agarrar el lubricante y mirar a el cenizo — ¿Estás...listo?

—Sí, tonto, no te preocupes por mí —asintió el cenizo, agarrando una almohada para abrazarla un poco y quedando de lado en la cama —Hazlo lento, ¿entendido? No soy una maldita muñeca de cristal, pero sigue siendo mi primera vez.

—Tendré mucho cuidado —aseguró el de pecas, dejando un beso en uno de los hombros del cenizo y poniendo el lubricante en sus dedos —Kacchan...

Bakugou sintió el frío del lubricante entrando en su interior, en sus muslos y su pene, no dolía todavía, era incómodo. Una sensación que solo se podía percibir como incomoda, de movimiento dentro suyo que se metía dentro y fuera. Intento respirar hondo para relajarse y escucho al de ojos esmeralda hablándole una vez más. Mientras abrazaba la almohada, le miro de lado, sus ojos esmeralda estaban atentos a él, su piel sonrojada destacaba sus pecas y sin la remera podía ver las pecas que también tenía en sus hombros, sus labios estaban húmedos y quería volver a sentirlos contra los suyos. Sus piernas se apretaron con fuerza cuando sintió el dedo indice entrando más profundamente dentro suyo y solo entonces presto atención a lo que le decía el de pecas.

Las palabras que repetía con tanto cariño.

—Te quiero, Kacchan. Te quiero mucho —murmuró contra la oreja del cenizo, conciente de que debía estar prestando más atención al dolor que sus palabras —Te quiero...

¡Alerta! ¡Héroe enamorado! [DekuBaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora