Capítulo 1

3.1K 139 29
                                    

Poché

Llegué como todas las noches cansada al pequeño apartamento donde vivo con mi amor, es increíble lo rápido que pasa el tiempo, llevamos diez años juntas pero solo tres de matrimonio, vivimos el día a día pero felices nuestro amor es muy puro y sincero, sé que el dinero nos hace falta pero estoy segura que poco a poco nuestra situación irá mejorando.

—Amor llegué—

—¿Trajiste cena? Muero de hambre—

—Claro ven, mira Lina me dio esta comida sabe que es tu favorita—era una pasta carbonara.

—Mmm que rico ¿tu ya cenaste?—

—No vine para que lo hagamos juntas—se fue a traer cubiertos—¿cómo van las clases?—

—Estoy muerta, tenía mucho por hacer que le pedí el día a Kim—la vi sorprendida—tranquila que no voy a renunciar—

—Sabes queme gustaría que no trabajaras pero...—

—Shsh amor tranquila lo sé, no hablemos de eso, solo quiero cenar tranquila—

—Y yo solo quiero cenarte a ti—me vio de forma pícara.

—Si me gusta la pasta tal vez te deje—mordió su labio inferior, obviamente le iba a gustar si fue preparada por la mejor chef del país.

Cenamos como siempre en medio de conversaciones y risas amo a mi mujer y nunca me voy a cansar de agradecer por tenerla en mi vida.

Terminamos y ella recogió los platos para lavarlos. Así que llegué y la abracé por atrás para que sintiera mi erección.

—Mmm ¿no tienes sueño?—repartía besos por su cuello.

—No estamos muy despiertos, te toca hacer algo para que nos durmamos—empecé a subir mis manos por lo largo de sus piernas.

—Ahah amor espera ya termino—

—Tu sigue yo puedo aquí sola—bajé su short y braga se un solo y bajé mi bóxer rozando mi pene en su ya muy mojada vagina.

—Ahaha—gimió al ser penetrada. Movía mis caderas de forma suave y profundas a la vez, estaba muy dura por ella—Ahah Poché—soltó un plato haciendo que se rompiera en mil pedazos—ahaha tendrás que comprar uno nuevo ahah—pasó su brazo por atrás abrazando mi cabeza para sostenerse de mí.

—Ahaha Daniela que rico mi amor, amo estar dentro de ti—aumente mis movimientos amaba hacerle el amor a mi mujer es una diosa.

—Ahaha, ahaha Pochééé—gritó al dejar salir su orgasmo, seguí penetrandola hasta que ya no aguanté y me corrí llenándola con mi semen, ella tenía un parche para no tener hijos.

—Es increíble lo rico que coges—me besó y fui profundizando el beso.

—Noo mi amor ya no mas necesito descansar mañana será un día largo—asentí, terminó de secar los platos, le subí su ropa y la mía.

Nos fuimos a nuestra cama y la abrace de cucharita.

—Que descanses mi amor—

—Tu también—respondió. Le di un beso y nos quedamos dormidas.

A la mañana siguiente y como todos los días me levantaba a las 5:00 am para preparar el desayuno que obviamente ella recalentaba ella era un caos en la cocina. Me duche rápido, le di un beso y me fui al trabajo en una bicicleta que tenía, lo bueno es que no me quedaba tan lejos.

—Buenos días—saludé a mis compañeros.

—Buenos días pochas—me saludó Abisambra mi amiga.

Segunda Oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora