Capítulo 62

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Poché

Todo era hermoso, Daniela y yo estábamos en nuestro mejor momento.

-Mami ¿Ya te vas para el restaurante?- preguntó mi hija que ya tenía cuatro años.

-Sí mi amor ¿Has visto a mamá Calle?- negó -¿Dónde estará?- cuando me levanté ya no estaba y eso era raro, normalmente duerme mucho y soy yo quien se despierta primero.

Bajamos con mi hija para desayunar y Carmen con Lupita nos recibieron.

-Buenos días- saludamos y ellas respondieron a nuestro saludo -Alguna de ustedes a visto a Calle- Lupita negó.

-Yo la vi salir muy temprano en su auto- entre cerré mis ojos, ella no maneja desde que su vientre empezó a crecer.

-¿A qué hora Carmen?-

-Como a las cinco de la mañana, a penas empezaba a aclarar y solo la vi salir- asentí.

-¿Le habrá pasado algo señora?- dijo Lupita preocupada.

-No tengo idea- respondí sacando mi celular y marcando su número, sin embargo este se encontraba apagado.

Desayuné y me despedí de mi hija para ir al restaurante.

-Hola amigo buenos días- saludé a Paco.

-Buenos días ¿y esa cara?-

-Estoy preocupada- confesé.

-¿Por qué?-

-Hoy por la mañana cuando me levanté no encontré a Daniela a mi lado, pensé que solo se había despertado antes pero no la encontré por toda la casa y Carmen me dijo que la vio salir desde las cinco de la mañana- frunció su ceño -Le marco pero su celular está apagado- me senté de golpe en mi silla.

-¿Dónde podrá estar?-

-No tengo la menor idea-

-¿Y si le llamas a Manu?- negué.

-No quiero que mas gente se entere- dije seria.

-¿Qué piensas? ¿Estas dudando de ella?- preguntó Paco.

-No, confío en ella, solo me parece extraño, ella no sale sola y menos teniendo seis  meses de embarazo, tú sabes lo mucho que Calle se cuida, hasta dejó su carrera por estos meses- él se sentó más confundido.

-Tienes razón, tal vez.... - no pudo seguir hablando porque la puerta se abrió dejándome ver a la persona que me tenía angustiada.

-Perdón, pensé que estabas sola- Paco se levantó en seguida.

-No te preocupes, yo ya me iba- le dio un beso -Te ves hermosa con esa pancita-

-Gracias Paco- él salió y entonces ella me vio ¿preocupada? Me puse de pie y ella bajó la mirada.

-¿Estás bien? ¿Por qué no respondías el celular?- dije calmada pero evidentemente preocupada por su actitud.

-¿Desconfías  de mí?- la vi confundida -Te juro que no es lo que puedes estar pensando- me acerqué más y agarré su rostro para que me viera fijamente.

-¿Y según tú qué es lo que estoy pensando?-

-Que salí para engañarte nuevamente, salí sin decirte nada y me aparezco hasta esta hora- había miedo en su mirada y en sus palabras.

-Haber, ven siéntate- nos sentamos en el sofá que había -Quiero que tengas claro que en ningún momento me pasó ese pensamiento por la cabeza, solo tenía miedo por ti, por no saber dónde estabas, pero yo confío en ti mi amor- su rostro se relajó y me abrazó.

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