Segunda Oportunidad

Capítulo 7.

Daniela

Debo decir que con forme iban avanzando las clases me sentía mas a gusto, David y yo nos llevábamos muy bien dentro y fuera del escenario, Juli insistía en que él buscaba algo más pero yo no lo veía así. Las semanas pasaron demasiado rápido y justo hoy era el día de la presentación, en la mañana hablé con mi amor, me deseo mucha suerte y me dijo que ella confiaba en mí. Eso me hizo sentir bien, sin embargo los nervios siempre se sentían.

—¿Lista amiga?—le pregunté a Juli, ellos iban a presentarse primero.

—Estoy muy nerviosa—sus manos sudaban.

—Lo harás genial, ya lo verás—

Los anunciaron, así que se tuvo que ir a su posición.

Me encantó ver actuar, cantar y bailar a mi mejor amiga, definitivamente tiene mucho talento para hacer esto.

—Juli, estuviste increíble—dije al verla llegar a mi lado.

—¿Te lo pareció?—

—Sí, creo que vas a ganar una representación, aunque no lo creo estoy segura—ella sonrió y ahora nos llamaban a nosotros.

—¿Lista guapa?—preguntó David llegando a mi lado, Juli rodó los ojos y se fue—Definitivamente tu amiga me odia cada día más—

—No lo tomes personal, ya te dije lo que ella piensa y quiere demasiado a mi esposa pero eso es todo, somos amigos y sé que tú lo entiendes—él sonrió y asintió. Nos fuimos a nuestra posición y la musica empezó a sonar, esa era nuestra entrada, disfruté como nunca mi personaje junto a David, nos complementábamos tan bien que no podía dejar de sonreír al término de nuestro show, el público se puso de pie y aplaudían con mucha emoción y eso fue lo mejor de la noche.

—¡Lo logramos!—me levantó del piso y me dio vueltas—Calle lo hicimos genial, estoy seguro que nuestro show fue el mejor—sonreí feliz y lo abracé con fuerza.

—Felicidades chicos, eso fue espectacular—Julio llegó a nuestro lado—los representantes están encantados con los dos grupos y en unos segundos me dan los nombres de los que eligieron— Mis nervios volvieron, una oportunidad así no se me presentaría pronto en dado caso no me elijan y tendré que trabajar más duro.

Poché

Desde aquel día en el parque no volví a ver a Diana y estaba bien, pues tampoco sería egoísta y pedirle que fuera mi amiga cuando ella buscaba otra cosa.

—Poché cuando termines ahí ven a verme a mi oficina—dijo Lina y solo asentí.

—¿Y ahora qué hiciste?—preguntó Abi.

—¿Volviste a juntarte con la señorita Diana?—preguntó Paco y negué.

—No sé qué pueda ser pero ahora tengo miedo—fui honesta, seguí limpiando mi área de trabajo y cuando terminé me fui a lavar las manos e ir a ver qué se le ofrecía.

—Suerte—me dijeron los dos y solo asentí.

Llegué, toqué la puerta y me dio el pase, mis manos sudaban y mi corazón latía a mil.

—Aquí estoy ¿qué se le ofrece chef?—me vio de manera seria.

—¿Hace cuánto trabajas aquí?—me sorprendió su pregunta.

—Hace como cinco años creo ¿por qué la pregunta? Si se puede saber—dije nerviosa.

—Siempre me has agradado Poché, veo lo trabajadora que eres, luchas por salir adelante, por sacar a tu esposa adelante, le das estudio y prácticamente eres la única que lleva el dinero a casa—asentí, no estaba entendiendo—Diana habló conmigo, me contó sobre su conversación en el parque—cerré mis ojos, seguramente me echará y ahora sí para siempre.