Capítulo 61

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Daniela

Estaba asustada por lo que acababa de pasar, Poché inmediatamente volteo a ver a Dianita para asegurarse de que estuviera bien y gracias al cielo lo estaba.

-¿Tú estas bien amor?- preguntó y asentí. La mujer seguía ahí, estaba toda sucia y no se le distinguía la cara, su cabello estaba desordenado y sucio -Ahora vengo-

-No amor- dije deteniendola -Es muy peligroso-

-Tranquila- me dio un beso y bajó -Buenas noches ¿Puedo ayudarla en algo- le preguntó Poché.

-Ayúdame- escuché que le decía la mujer -Ayúdame Poché- abrí mis ojos como platos al escuchar que esa mujer la conocía.

-Quédate aquí Dianita voy a bajar- ella asintió y bajé. Poché estaba muy confundida al igual que yo.

-¿La conozco?- entonces ella levantó el rostro y la vi... era mi mamá, era María Fernanda Soto.

-Calle, ayúdame- estaba toda sucia, yo estaba tan asombrada que no podía decir nada y simplemente escuchaba latir mi corazón con fuerza.

-Poché vámonos, no la quiero ver- dije después de un tiempo -Mi amor vámonos, esta mujer nos puede hacer daño- inconscientemente llevé mis brazos a mi vientre como protección.

-No, no por favor yo necesito salir de aquí, no me dejen sola- rogó.

-Mi amor tranquila- Poché llegó a mi lado y me abrazó.

-Vámonos, vámonos- repetía en voz baja.

-Ey, escúchame, sé que le tienes miedo por todo lo que te hizo pero mi amor mírala, mira como está, esta aquí sola en medio de la carretera y en esas condiciones- negaba- amor yo estoy contigo, no te pasará nada, no lo voy a permitir, pero tampoco puedo dejarla aquí- ella era increíble, definitivamente era el ser mas noble sobre la tierra.

-Que mi hija se cambie de lugar conmigo, no voy a permitir que se vaya junto a ella- ella sonrió.

-Bien- me dio un beso en la cabeza y paso a Dianita conmigo -Venga señora Mafe- la subió a la parte de atrás, mis lágrimas salían pero me reconfortó el que Dianita me abrazara y Poché tomara mi mano, me sentía muy segura al lado de ellas.

El camino fue silencioso, mi mamá estaba con la mirada perdida, sin decir una sola palabra.

Llegamos y yo me bajé a toda prisa con Dianita entre mis brazos.




Poché

Daniela se bajó de prisa y la verdad es que la entendía perfectamente pues su madre había sido la principal responsable de la muerte de su primer bebé y de todo lo que había sufrido.

-Venga- la bajé del auto y entramos a la casa.

-Ahora entiendo lo buena que eres Poché- me dijo, no supe que responder así que solo ingresamos a la casa.

-¿Señora Poché la puedo ayudar en algo?- preguntó Lupita.

-Sí, hazme el favor de llevar a la señora Mafe a la ducha y dale todo lo que necesite, yo preparo algo de comer en eso- ella asintió y se la llevó.

Hice la comida y Lupita aún no regresaba con Mafe. Así que subí a la habitación a buscar a mi mujer con mi hija.

-¿Puedo pasar?- pregunté y escuché un sí de su parte -¿Estás bien?- susurré pues mi hija se había dormido.

-¿Qué está haciendo ella?-

-Se está dando un baño ¿quieres comer algo? Preparé unas arepitas ricas-

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