Segunda Oportunidad

Capítulo 30.

Daniela

Definitivamente no sé qué me pasa, hago locura tras locura, descubrí a Abi y ahora me siento culpable por lo que pueda pasar con ellas. Por otro lado sentí una emoción muy grande al volver a probar sus labios pero lo que dije me hizo alejarla, es como si mi corazón y mi cerebro no se conectaran, porque sentía una cosa y decía otra, no logro entender lo que está pasando conmigo.

—¿Calle dónde estabas?—preguntó Manu al entrar.

—Fui a verla, te lo había dicho—me empecé a quitar la ropa.

—¿Ella llegó?—preguntó sorprendida.

—No, pero cuando venía para acá vi que estaba hablando con aquella mujer, así que esperé a que se fuera y luego fui a buscarla—

—Estás jugando con fuego Calle—

—No te preocupes que ya no volverá a pasar—le dije ya con mi pijama.

—¿Qué pasó?—preguntó ahora más calmada.

—Pasó que me rechazó, la besé y por unos segundos me siguió el beso pero luego me dijo que me alejara y que no la buscara mas que ella con su vida y yo con la mía—me senté en la cama con frustración—Manu no logro entender lo que me pasa, es como si mi cerebro no estuviera conectado con mi corazón, con lo que siento—

—¿De qué hablas?—se sentó a mi lado.

—Es que mi corazón se acelera cada vez que la pienso y ahora que la vi pasó lo mismo, siento que aún la amo pero luego está David y de alguna forma siempre logra meterse en mi cabeza y me hace pensar que solo estoy confundida—ella me veía atenta—No sé qué pasa conmigo Manu y me asusta todo esto, incluso digo cosas sin pensar, le dije sobre tu relación con Abi—ella se puso de pie de inmediato.

—¿Qué hiciste qué?—preguntó alterada.

—Lo siento pero es que solo lo dije, ella me habló sobre sus amigos y que ellos muy sinceros con ella, y en un momento de enojo se lo dije—

—Ay Calle, Abi se enojará mas contigo no tenías derecho a decirlo, era asunto de ella—me reclamó.

—Lo sé, pero cuando me di cuenta ya lo había dicho—

—Bueno, da igual solo te queda enfrentarla a ella ahora—asentí, me odiara mas de lo que ya lo hace—Solo te digo algo, seguramente mañana David se dará cuenta que Poché está aquí así que por favor mantente alejada de ella—

—Ya te dije que ella no me quiere ni ver creo que... ella ya me olvidó—dije con suma preocupación.

Diana

—Ya deja esa cara—me decía Juana, había decidido pasar la noche conmigo.

—Es la única que tengo—respondí de mala gana.

—Haber tal vez ha pasado muy ocupada y por eso no te llama—estaba frustrada, triste porque María José nada que llamaba.

—¿Ya viste la hora que es? Ya debe haber salido del trabajo y ni siquiera se molestó en mandarme aunque sea solo un mensaje, seguramente está muy ocupada reviviendo su amor con Daniela Calle—terminé de decir y sentí unas fuertes ganas de llorar. Juana iba hablar cuando mi celular sonó, vi rápidamente la pantalla y Juana me vio con una sonrisa, era ella.

—¿No vas a responder?—preguntó.

—Me siento molesta para hablar con ella—dije y ella negó.

—Ay no lo puedo creer, Poché no se imagina en la que se está metiendo al estar contigo—le pegué en el hombro por su comentario.

—¡Auch! Pero ya responde o lo haré yo—agarré el celular y respondí.