Capítulo 52

2.9K 174 8
                                    

Poché

Aún no daba crédito a todo lo que había pasado, lo que me contó Daniela me dejó con un sentimiento extraño pues por un lado sentía una profunda tristeza por lo que habían conseguido hacernos y por otro lo único que quería hacer era encontrar a esos tres y darles su merecido. 

-¿En qué piensas?- preguntó sacándome de mis pensamientos malos contra aquellos.

-En todo lo que nos ha pasado- ella seguía recostada en mi pecho mientras yo acariciaba su cabeza -Teníamos un matrimonio "perfecto" y lo digo así porque al final de cuentas era frágil y fácil de dañar, por eso acabaron con él, siento tanta rabia e impotencia al mismo tiempo-

-Poché, hay algo que quiero preguntarte- dijo.

-Dime-

-¿Tú de verdad te enamoraste de Diana?- nos pensé que me fuera hacer esa pregunta pero debía ser sincera.

-Sí Calle, lo hice, Diana era una gran mujer, era prácticamente imposible no enamorarme de ella- se removió y entonces se levantó aún desnuda, ve puso enfrente de la ventana y entonces me levanté y la abracé por atrás.

-Tengo que ser sincera contigo- ella asintió -¿Qué pasa?-

-Es que ahora no sé si en algún momento dejarás de amarla- me dijo en un hilo de voz -Diana era todo lo que estaba bien, incluso tienes una hija con ella, que estoy amando por supuesto- sonreí al escucharla decir eso sobre mi osito panda -Poché yo te amo pero no sé si tú quieras estar conmigo- la voltee para que me mirara.

-Amé a Diana, la amé con mi alma entera pero... el amor que tengo por ti es de otro nivel- ella me vio confundida -Si no sintiera absolutamente nada por ti no estaría aquí contigo en bolas -ella se rió -Eres tan hermosa- acariciaba sus mejillas -Démonos esa segunda oportunidad, empecemos de cero, seamos solo tú y yo ah y mi osito panda por supuesto, conquistame Daniela Calle- ella sonrió hermoso y me besó. Volvimos hacer el amor, mi cuerpo reaccionaba al suyo como la primera vez que estuvimos juntas, me di cuenta que conocía su cuerpo a la perfección, incluso lo haría con los ojos cerrados.

-Te amo Poché, eres el amor de todas mis vidas- seguimos haciendo el amor hasta que me di cuenta de la hora, eran pasadas las once de la noche.

-Me tengo que ir, Dianita no se duerme sin que vaya a darle las buenas noches- empecé a vestirme.

-Tienes una hija muy linda- me dijo y sonreí como una boba.

-Es el mejor regalo que me dejó Diana, estoy segura que las tres seremos muy felices, ella te ama y mira que es difícil que ella sienta amor por alguien a primera vista-

-¿Lo dices por la bruja?- me reí por como la llamó.

-Si lo digo por Sofía- ella rodó los ojos.

-Dianita tiene razón en llamarla así, se te quiere meter por los ojos- me reí y la abracé.

-Te ves tan sexy celosa- ella negó.

-No mi amorcito, yo no tengo celos-

-¿A no? ¿Entonces no te molestará que la llame en este momento cierto?- saqué mi celular y ella rápido me lo quitó.

-Ni se te ocurra María José Garzón- me reí y entonces la llené de muchos besitos por toda su cara.

-Paso por ti mañana para irnos al aeropuerto- le quité mi celular y ella asintió.

-Estaré esperándote- le di un último beso y salí de la habitación.

Sentía una felicidad enorme, no sería difícil volver a amar con locura a Daniela Calle. En todo el camino no dejé de sonreír, cuando llegué a la casa efectivamente mi hija aún estaba despierta, le puse su pijama y la llevé a su cama.

Segunda Oportunidad Donde viven las historias. Descúbrelo ahora