CAPITULO 15: FINAL DE AMISTAD

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Alice se sorprendió mucho al escuchar esa noticia, incluso no lo podía creer, me dio un gran abrazo de felicidad, y luego le di un beso en sus labios al cual ella me correspondió.

— ¿Estás hablando enserio Chris?

—Claro que si Alice yo jamás te mentiría, pero aún no es oficial que ambos entremos, el rey me dijo que tendremos que pasar las pruebas para poder saber si somos aptos para ser guerreros.

 — ¿Chris, crees que entremos?, ¿crees que yo lo logré? No dudaría que el rey Aldrick te seleccionara ya que tu padre fue un magnifico guerrero, pero a mí.

—Alice, tranquila, no tienes nada de qué preocuparte, haremos hasta lo imposible para que los dos podamos entrar.

— ¿Interrumpo algo?—dijo mi madre que acababa de entrar a la habitación.

—No mamá.

— ¿Cómo te sientes?

—Un poco mejor.

— ¿De dónde sacaste esa cosa?—me preguntó mi madre asustada.

—Tranquila mamá, no tienes por qué preocuparte, el rey Aldrick me la entregó, tú sabes muy bien que, yo voy a ser un guerrero.

—Chris no quiero volver a hablar del tema, tú serás un gran médico así como el doctor Roosvelt, no un guerrero perturbado.

—Señora Matilde, creo que no es bueno obligar a alguien a ser lo que no quiere ser, Chris tiene madera para ser guerrero no para ser doctor.

—Mamá por qué no respetas lo que yo quiero ser.

—Chris no te quiero perder como a tu padre, solo resistí por ti, porque tú eras mi motivo para seguir adelante, no podría resistir si te pasara algo, mírate ahora, por una simple batalla estás gravemente herido, no sabes cómo me preocupe cuando me enteré que estabas con esos guerreros, solo quiero que tengas una vida larga y feliz.

—Mamá cálmate, si de verdad me quieres ver feliz déjame ser lo que yo quiero.

Mi madre rompió en llanto y salió rápidamente del lugar, traté de comprenderla, yo era lo único que tenía y no me quería perder, ella fue quien me crio, me vio crecer, mi madre.

—Chris, déjala, ha sufrido mucho por tu padre, no quiere sufrir ahora por ti.

—Supongo que tienes razón Alice.

—No te preocupes ya verás que tu madre estará orgullosa de ti cuando seas el mejor de los guerreros.

—Eso crees Alice.

—Pero por supuesto Chris, no cabe duda alguna.

—Bueno entonces tienes que esperar a que me recupere por completo y luego Nahúm nos estará esperando para que él nos entrene.

— ¿Nahúm? Que Nahúm.

—El guerrero.

—Estás hablando enserio, no lo puedo creer.

—Él nos va a entrenar para que estemos listos para las pruebas.

—Te amo Chris.

—Yo igual—le respondí dándole un gran y duradero beso.

—Tengo que irme nos vemos pronto.

—Cuídate Alice.

—Tú también, espero que pronto te recuperes, trataré de venir mañana te lo prometo.

Alice salió de la habitación y yo pensaba en mi madre, lo último que quería era preocuparla, no quería que le diera de nuevo otro ataque al corazón. El último le había dado cuando yo tenía ocho años, yo había salido al bosque con Brando a recoger fresas que le había pedido su madre, pero se nos hizo muy tarde, e incluso casi nos atacaba una jauría de perros salvajes, cuando llegamos al pueblo era media noche y nosotros habíamos salido a las siete de la tarde.

Mi Vida Por La TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora