CAPITULO 18: SANGRE FRESCA

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—Tú y Chris hacen muy bonita pareja, seguro que ustedes dos ya tienen el pase asegurado para formar parte del ejército, me imagino a los pobres aspirantes, seguro que en el año que ustedes entrenen habrán muchos guardias de seguridad. En cambio yo, tendré que esforzarme el doble.

—Así que quieres continuar con la tradición de tu familia. De pertenecer al ejército me refiero—le dije.

—Es más que obvio, mi placer sería atravesar con un pico a todos esos patéticos guerreros de los demás reinos y, cuál es tu arma Alice.

—Los cuchillos—le dije.

—Enserio, esas armas son muy comunes, pensé que tenías otra mucho mejor. Te dejo, no te pido que le mandes saludos a Chris porque ya lo salude, deberíamos salir algún día.

—Adiós.

Seguí mi camino mientras Jackeline salía del castillo, era verdad lo que dijo, los cuchillos eran las armas más comunes en todos los ejércitos, antes de las espadas, lanzas y demás. Un sirviente me llevó al cuarto de Chris y lo encontré desayunando.

—Alice.

—Chris— ambos pronunciamos nuestros nombres y nos abrazamos.

— ¿Cómo estás?

—Estoy bien y tú.

—No te preocupes por mí, qué tienes.

—Mi padre.

—Qué sucedió con él.

—Creo que se ha enterado de todo, tengo mucho miedo Chris.

— ¿Dónde está él? ¿Te hizo algo?

—No. Está con una mujer llamada Uve, ¿la conoces?

—Sí, la conozco, pero qué le sucedió para que esté con Uve.

—Ayer, cuando regresé de aquí llegué a mi casa y él, solo se desmayó. Uve piensa que es su hígado, pero no estoy segura, creo que se puso así por que descubrió todo—le dije llorando.

—Trata de calmarte Alice, te prometo que todo va a estar bien.

Con solo escuchar sus palabras me tranquilicé, cuando él me hablaba sentía que todo estaba bien, que nadie nos haría daño. Me recosté en su pecho mientras él me abrazaba y me apartaba los mechones de cabello de mi cara, eso me ponía muy feliz.

—Sabes que te amo verdad Chris.

—Claro que lo sé Alice.

—Quisiera estar siempre a lado tuyo, que nadie nos separara, ni mi padre, Brando, absolutamente nadie.

—Alice, sabes que le ocurre a Brando.

—Lo único que sé es que ahora es otro, una persona sin sentimientos al igual que mi padre.

—Sabes que se quiere enlistar al ejército, solo para no perderte según él.

—Es mi hermano y lo quiero, pero no me gusta que se meta en mi vida.

—Él y yo ya no somos amigos.

—Lo entiendo, pero eso no tenía que pasar Chris, el asunto es entre tú y yo, no sé por qué él es así, quisiera que todo fuera como antes con él. Pero sé que no hay regreso atrás.

—Estoy seguro que algún día se dará cuenta de todos sus errores, igual tu padre, pero entonces será demasiado tarde.

Yo me levanté y analicé lo que Chris me dijo. Tenía razón, cuando mi padre y Brando se dieran cuenta de sus errores sería demasiado tarde para perdonar, incluso para mí. Me incliné hacía él y le di un beso en sus labios, un largo y hermoso beso.

Mi Vida Por La TuyaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora