vi que el Jeremías se acercó a una chica entregándole una monster y unas gomitas luego de eso se fue, ¿Qué xuxa paso?, Lleve mis manos hacia mis mejillas algo confundida, el primer acercamiento más íntimo entre el Jere y yo.
— mushuuu — oí la voz del Sayian. ¿Que wea te paso, mushu? — pregunto mientras mordía una manzana. Estai igual que mi manzana, roja.
— ¿Por qué me comparas con una manzana? — pregunte con una mueca mientras quitaba mis manos de mi rostro.
— no sé — alzó los hombros para luego poder mirar la manzana. Igual está manzana no está tan roja.
— no siempre son rojas, algunas son amarillas y otras verdes — mencioné. Las amarillas son como más blandas y las verdes con las rojas no tanto.
— uhm eso es verdad — dijo para luego abrazarme por los hombros. ¿Vamos a caminar?
— si vamos — Al decir eso ambos comenzamos a caminar por los pasillos del edificio.
— ¿Que harás mañana? — preguntó mientras miraba hacia adelante.
— pues creo que nada, mañana vuelven mis padres de su viaje — respondí para suspirar.
— que penca, párese que estabas bien sin ellos — mencionó para guardar silencio.
— lo estaba, ya estoy acostumbrada que de un día para el otro no estén en la casa — musite mientras mordía mi labio, angustiada.
— lo sé, se que ellos casi nunca estan por sus trabajos — dijo. Pero debes entenderlos ellos quieren lo mejor para ustedes dos.
— siempre me dicen lo mismo — digo para quitar su brazo de mi hombro y caminar por separado.
— oye pero no te enoji — hablo llamando mi atención.
— ¿Quien dijo que me enoje? — bufé mientras caminaba, sin querer choque con el hombro de alguien.
Era el Jere, el problema no era el que choquemos era el hecho de que me estaba ignorando, siempre que sucede algo me pregunta si estoy bien o se disculpa pero ahora solo siguió su camino.
<< ¿Y esa pelo liso? >>
¿Quien era esa chica?, No estoy celosa o quizás si pero el hecho de que el me ignore por estar con una chica me hacía sentir mal. A lo lejos pude ver a la cony sentada en una banca con los brazos cruzados mientras observaba a y Jairo, quien estaba con una chica, me acerque a ella sentandome a su lado, recosté mi cabeza en su hombro mientras suspiraba.
— ¿Por qué los flaites son bonitos? — pregunte en voz baja.
— lo mismo me preguntó yo — respondió con el mismo tono de voz. Son mi gusto culposo.
— los míos también — dije mientras observaba al Jere, quien se había acercado al Jairo.
— ¿Quien es la chica que está con el Vera? — pregunté para mirar a mi amiga.
— una weona que llegó a interrumpir nuestra conversación — respondió con el seño fruncido. Odio a las rubias teñidas.
— ya somos dos — suspiré, para luego poder sentir una mirada sobre mi.
Jeremías, un nombre lindo para un chico lindo, ¿Creen que el y yo tengamos una oportunidad?.
— el Jere te está mirando — sonrió la cony. ¿Que sucede entre ustedes dos?.
— lo mismo quiero saber — dije para mirar al recién nombrado, quien habia desviado la mirada. Me tomo de la cintura, se acercó demasiado a mi rostro para luego irse y me ignora.
— ¿Cómo que se acercó demasiado a tu rostro? — pregunto sorprendida. ¿Te beso?, ¿Que te hizo weona?
— ojalá, pero no — respondí para reírme. Me dijo "responde waxita, ¿Estai celosa de la Amanda?".
— ¿Y lo estás?.
— no, ni la conozco — dije. aparte me tomo de la cintura y luego me dijo eso — mencioné sintiendo las mejillas rojas.
— ¿Que más?.
— pues me tomo del mentón y solo me dijo "bien, solo quería saber eso" y se fue a entregarle unas cosas a la que supuestamente es la Amanda — hablé mientras observaba las muecas de la contraria.
— ojalá haberlo visto — hizo una mueca para luego abrazarme. El Jairo me contó que terminó con su polola.
— ¿Encerio? — la mire sorprendida. Tienes oportunidad amiga mía.
— no creo, ¿Crees que el se fijaría en una cabra chica como yo? — pregunto.
— Cony, eres muy linda y una gran persona — dije. ¿Quien no sé figaria en ti?, Aparte tienes al chico ese de tercero.
— ¿Que chico? — pregunto ladeando su cabeza.
— al Isaías, el amigo del Gabo — respondió. ¿No te has dado cuenta del como te mira?.
— no, ¿Tu crees que alguien se enamoraría de mi?.
— Muñóz, puedes tener a Miles de chicos bajo tus pies y quizás tu ni siquiera te has dado cuenta — sonreí. Aparte ¿Te imaginas que alguien tenga un crush en ti y me tenga envidia?.
— ¿Envidia?.
— si, envidia del hecho de que yo si puedo verte y hacerte sonreír — dije para mirarla. Y por qué pasó la mayoría del tiempo contigo.
— por qué somos hermanas.
— de distinta madre.
Al decir eso ambas hicimos como garras de gatos con nuestras manos, ese era nuestro saludo. Hermanas de distinta madre.
No sé si se vieron club 57 pero el saludo de las rosagatas es como las garras de un gato.
(La calidad de la foto es re mala 😿)