Tamara
Me levanté a regañadientes, hoy no tenía ganas de ir a clases, era el segundo día y ya estaba cansada del liceo. Fui al baño mientras me tocaba la cara, nos habíamos mudado por lo cual mi pieza no tenía baño individual y tenía que compartir uno con mi hermano, toque la puerta para saber si estaba ocupada y si, si lo estaba.— está ocupao — grito desde el baño el Seba.
— ¿Te puedes apurar? — volví a tocar la puerta está vez un poco más fuerte molestando a mi hermano.
— oe está ocupao burra — grito de nuevo.
— y a mi que — dije recargando mi cabeza en la puerta. Apúrate po vamos a llegar tarde.
— ya y? — se escuchó un ruido de una botella o que se yo.
— yapo Seba apúrate — me queje para volver a tocar.
— puxa que eri pesa — abrió la puerta provocando que casi me cayera de frente.
— aish idiota - murmuré entrando al baño.
Hice mis necesidades, me lave las manos y luego me acerque al lava manos, noche me había bañado y lavado el pelo por lo cual solo me lave la cara al igual que los dientes, fui a mi pieza para cambiarme rápido de ropa, uniforme, y bajar las escaleras con la mochila en manos ya que iba apurada a desayunar. Desayuné y mi padre nos llevó al liceo, el ambiente en el auto era un tranquilo y había un silencio, no era incómodo, era uno más bien cómodo.
Con papá yo no interactuaba mucho, pero siempre que lo necesitaba el se encontraba ahí para mí, nuestra relación no era la mejor, el mayormente se encontraba trabajando en su oficina y por eso no habían momentos en los que pudiera estar o conversar con el. Mi relación con el o con mi Madre era algo que me gustaría cambiar, no lo mal entiendan los quiero pero nunca hay tiempo de calidad, podremos estar reunidos todos para navidad o alguna festividad pero el ambiente no era muy cómodo osea no se si me entienden pero no había una gran comodidad como para andar descalzos o cosas así, la mayoría en su casa podría andar sin zapatos o que se yo, pero yo por mi parte no osea no sentía tanta libertad en mi casa como para andar así.
Habíamos llegado al liceo, me despedí de mi padre y baje del auto esperando a mi hermano, saben la edad a él le estaba afectando si lo digo por qué ya no es el mismo tonto que yo conocía, por qué desde que salió de octavo o se junto con el jordan ya no es el mismo, sigue siendo tonto pero me refiero al estilo, ahora se cree flaite y me sorprende que mamá no le haya dicho que se suba los pantalones.
Camine hacia mi sala ya que había recibido un mensaje de la Cony de que ya estaba en la sala ya que tenía frío, subí las escaleras pero me detuve al ver cómo mi hermano se acercaba a una chica, y a sus demás amigos, el jordan se encontraba molestando a dos de sus amigos, que creo que se llamaban Yerko y Juan, mi hermano saludo con un BESO en la mejilla a esa chica, yo siento que a él le gusta la chica de cabello marrones.
Ambos conversaban apartados de sus amigos, subí lo último que quedaba de las escaleras para ir a mi sala, no había visto al Jere pero quizás estaría en su sala con el Jairo. La sala estaba algo llena, habían unos quince y somos treinta y cinco en el curso, me fui a sentar en mi puesto junto con la cony quien se encontraba leyendo un libro, milagro.
— no vai a creer lo que ví — le dije mientras dejaba la mochila sobre la mesa.
— ¿Viste un unicornio? — preguntó mirándome emocionada.
Lastima que su emoción se esfumó en el momento que negué, hizo una mueca para luego dejar el libro sobre la mesa y mirarme atentamente dándome una señal de que continuará hablando.
— Ví a mi hermano con una chica — dije mientras sonreía.
— valla, ya era hora — hablo. Creí que me gustaban los hombres.
— ¿Que? — la mire sin entender.
— es que weona el siempre se junta con el Jordan ese — me miró con una sonrisa. Siempre andaban como abrazados, pero ahora me di cuenta que la mayoría de los amigos hacen eso.
— el Jere con el Jairo igual — hable para poner mi brazo en la mesa y recargar en la palma de mi mano mi mejilla izquierda. Siempre andan abrazados o juntos.
— see yo creía lo mismo — mencionó mi amiga. Al comienzo creía que mi hermano era weko pero después de verlo besarse con weonas cambie de opinión.
— osea no creai que te estoi llamando weona, osea si pero no — agrego mirándome.
Asentí no muy convencida a sus palabras, más bien ofendida, el timbre tocó y la profesora entro, tocaba historia y la profe jefe era quien nos hacía esta clase, deje mi mochila en el respaldo de la silla.