Estaba en la fila del kiosco junto con el emejota cuando unas chicas del 2do c comenzaron a hablar a nuestro lado por lo cual era de suponer que íbamos a escuchar la conversación que tenían.
— amiga, ¿cachaste el chisme que anda rondando por el liceo? — le pregunto con una sonrisa, la de pelo negro a su amiga.
— ¿Cual chisme? — preguntó la otra.
— ese po el de ya tu sabes quién — dijo la contraria. El de que el Jere anda con la del segundo b.
— ¿Quien? — preguntó de nuevo la del piercing en la nariz.
— la Tamara po — la de cabello negro hablo. Que eri weona
— oe si yo no conozco a casi nadie en este liceo po.
— llevas dos años aquí — dijo la otra.
— y?, No soy una chismosa como tú — se defendió.
— ¿Chismosa yo?, No Karen — dijo ofendida. A mí solo me gusta estar informada.
— si como no — bufó para mirar hacia la fila, la cual iba avanzando. ¿Y vo que mirar? — preguntó al ver que el Cris estaba viendo y oyendo la conversación.
— que te importa cabra chica — respondió el Cris mirándola de pies a cabeza.
— no me digai cabra chica, mono qlio — Ella miro mal al Cris quien hizo una mueca ofendido.
— Cris, ya déjate de pelar — hablo el benji quien se acercaba a nosotros junto con el Gabo. oe la fila está avanzando.
Lleve mi vista de vuelta a la fila y el Benji tenía razón, tome al Cris del poleron llevándolo conmigo hacia adelante. Mire al Gabo quien parecía que se iba a reír del Cris quien iba insultando a la chica en voz baja.
— oe el weon sensible — dije mirando al Cris. Déjate de decir weas después las weonas van con la inspectora.
— y a mi que me importa esa vieja qlia — el emejota hablo chasquando los dedos.
Negué al ver a la inspectora detrás de este, el Cris se dió la vuelta ya que todos estábamos mirando hacia atrás de el y ahí se dió cuenta quien estaba detrás de el. La inspectora comenzó a caminar haciéndole una seña a mi amigo para que lo siguiera, quien solo se limito a suspirar y hacer muecas.
— segunda vez weon y todo por culpa de esa cabra chica — se quejo mientras seguía a la mujer.
Rei para luego ver cómo el Gabo se reía, casi se atraganta con el pan que estaba comiendo, la fila avanzo por lo cual me compré una leche y dos galletas, una para el Cris y para mi. Los cabros se colaron detrás de mi recibiendo quejas de una de las que se peleó con el emejota.
— voy a ir a buscar al Cris — dije mientras comenzaba a caminar por la misma dirección en la que se había ido.
Mientras caminaba pude ver de lejos a la tami por lo cual corrí hacia ella. Al llegar donde ella la abrace por la cintura provocando que se sobresaltara.