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Jueves 6:23 pm
Mis padres habían decidido ir en auto, ya que así nos serviría para cuando vallamos a casa de mis abuelos, ya que nosotros tenemos una casa ya en Antofagasta, mi maleta estaba en el maletero por lo cual estaba ayudando a mi mamá con algunos bocadillos por si daba hambre durante el viaje.
— ¿Puedo llevar unas cajas de leches? — pregunté mientras abría el refrigerador y sacaba unas cuatro.
— ya las tienes en la mano, no puedo decir que no — dijo mamá. Llévate unas de esas leches cultivadas, las de chirimoya.
Asentí para dejar las cuatro cajas de leche en una lonchera grande, volví a sacar del refri lo que mi madre me pidió para luego ver cómo guardarlas y que quedará algo de espacio. Mamá preparo unos sandwiches junto con otras cosas más mientras que yo en una bolsa aparte echaba unas galletas, papas fritas y gomitas.
Con todas las cosas ya guardadas en el auto el viaje pudo comenzar. Yo tenía dos celulares uno era el que usaba siempre y el otro que solo tenía música y llenaba de fotos, por lo cual deje el que siempre usaba en casa y solo traje el de la música, el Seba se iba comiendo un plátano mientras grababa No sé que, creo que iba haciendo un tiktok pero la cosa es que estaba haciendo algo. El viaje duraría como unas cuantas horas, me da flojera contar las horas, pero demoraría por lo cual dormiría, comería, dormiría y eso.
— Sebastián, deja un rato el celular — dijo mi mamá. Y duerme, que después como cargaras el celular.
— eso iba hacer, subo el video y ya — respondió.
[...]
El viaje se me hizo corto la verdad, por qué ya estábamos llegando a la casa de mis abuelos. Guarde todo la basura en una bolsa de basura para poder llegar a botarla y que no se ensucie el auto, mi hermano venía durmiendo con el choky en la cara cuando el auto estacionó este se despertó de golpe ya que se le había caído el celular.
Me reí un poco por el hecho de que el se preocupe más por su celular que por su pelo todo desordenado, baje del auto para luego ayudar a mi papá con las maletas, baje la maletas para luego ver cómo mi hermano se acercaba algo dormido por su maleta, la de el era de color azul oscuro y la mía era de un tono verde algo clarito.
— ¿Te ayudo con la bolsa? — me preguntó mientras se estiraba, el Seba.
— no, gracias — dije para caminar hacia donde estaba mi madre, en la entrada saludando a mis abuelos.
Saludé a mis abuelos para luego poder entrar a la casa, lleve las maletas hacia la habitación que mis abuelos tenían para mi y mi hermano. Este dejo la maleta en su lado y se quitó los audífonos dejando la música la sonar.
— ¿Que estai escuchando? — le pregunté.
— que te importa — me respondió. Mentira, estoy escuchando a tu pololo.
