Capítulo 1

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Flashback:

—Aurora es hora de bañarte.—escuché como mi madre me gritaba desde la cocina.

Sabía que estaba estresada, no le quedaban de esos polvorosa mágicos que ella inhalaba por la nariz.

Siempre que se quedaban sin ellos, se le veía nerviosa y algo molesta.

Aunque me da más miedo cuando los inhala, parece muy feliz con ello, aunque a veces se desmaya.

Una vez recuerdo que le salió espuma por su boca y tuve que llamar a unos vecinos, ellos me dijeron que ella había comido algo que le había caído mal.

Me bañé y arreglé con mi vestido favorito, tenía a todas las princesas estampadas en el.

—Mami, ¿te gusta mi vestido?—pregunté mientras sostenía a mi osito de peluche.

Vi cómo caminaba por todos lados, nunca la había visto así.

La perseguí al verla entrar en mi habitación y sacar un bolso de mi armario. 

—¿Nos vamos de vacaciones, mami?

—Si.—dijo con firmeza.

Comencé a dar saltitos de felicidad, teníamos tiempo sin irnos de vacaciones.

Nuestras últimas vacaciones fueron en casa de la abuela, ella vive a unos minutos de nosotros, pero, mi madre dijo que no importaba el lugar, importaba el esfuerzo que se hizo para ir.

Aunque yo hubiera preferido Disney.

Tal vez ahora iríamos más lejos.

—Mami, mis juguetes.—dije mientras buscaba algunos de mi armario.

Ella resoplo molesta, tal vez estaba molesta conmigo porque cree que yo me comí sus polvos mágicos.

Pero, realmente yo la ví acabárselos todos.

—¿Mami conoceré a Mickey?—le pregunté mientras cepillaba el cabello de mi peluche.

Cerró el bolso y me agarró de la mano fuertemente.

—Duele mami.—le dije.

Volví a ignorarme y buscó en su bolso las llaves de su auto.

Ya nos iríamos, pensé que me dejaría despedirme de mis juguetes, espero que mis peluches no se molesten porque no lo hice.

Salimos de casa y nos montamos en el auto, ella me ayudo a subir porque no alcanzaba aún.

Mi madre encendió el motor y colocó una emisora, al parecer no tenía ganas de hablar, antes jugábamos mucho cuando estábamos en el carro.

Pero, después de un tiempo todo cambio supongo que ella piensa que ya soy muy grande para eso, una vez mi prima me comentó que cuando creces tus padres ya no quieren jugar contigo, porque no quieren invadir tu espacio o algo así explico.

Cómo quisiera explicarle a mi madre que no me importa que invada mi espacio, yo quiero jugar con ella al veo veo.

En camino fue muy largo de hecho me quedé dormida, y ahora estaba en brazos de mi madre.

—¿Ya llegamos, mami?—pregunte soñolienta.

Miré a mi alrededor y solo vi unas paredes muy sucias, y se escuchaban algunas niñas pequeñas gritar.

Brulet. (+21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora