Emilia trabaja los sábados hasta la una de la tarde y Benicio es consciente de esa información y la espera paciente en la entrada de la librería. La rubia sale enseguida y se sorprende con su presencia.
-Hola Ben. -Sorprendida. - ¿Cómo estás?
-Hola Emi. -Le da un beso en la mejilla y sonríe. -Muy bien, estás muy linda. -Nervioso. - ¿Vos cómo estás?
El hombre se muere de amor al verla tan hermosa y ella le sonríe en respuesta.
-Estoy bien y gracias. -Ruborizada. - ¿Qué te hizo venir?
-Quería charlar con vos, si no te molesta.
-Claro que no me molesta. -Animada. -Solo que no quiero que estés obligado a hablarme.
-Para nada, me gusta pasar un momento con vos y ponernos al día con nuestras cosas.
Ella sonríe y asiente, la mujer lo entiende perfectamente porque se siente de la misma manera cuando está con él, al menos se puede liberar ante tantos días tormentosos que le toca vivir.
- ¿Comiste algo?
-Nada, ahora pensaba ir a mi casa para prepararme algo para comer.
- ¿Quieres comer pizza? -La ve asentir. - ¿Guerrín o Las cuarteras?
-Mmm... Banchero mejor.
-Entonces vayamos a Banchero. -Rie.
- ¿Vamos caminando? El día está hermoso y es mejor disfrutarlo a pie. ¿No te parece?
Cualquier día con ella es hermoso hasta un día gris empieza a tomar color cuando la ve sonreír.
Ellos empiezan a caminar y se pierden en la ciudad.
Se toman su tiempo para llegar a la Avenida Corrientes y ambos disfrutan de la compañía del otro, llegan hasta la pizzería y ven que el lugar está lleno. Se acercan a una mesa de a dos y se sientan.
- ¿Hubo mucho trabajo en el Ateneo?
-Más o menos, la gente va más a sacarse fotos que para comprar un libro. No los culpo porque es un lugar hermoso.
-Verdad que si, es un lugar soñado.
Un mozo se acerca y piden una pizza de muzzarela. Ella pide una botella de jugo y Ben una gaseosa.
-Ayer fui a la casa de Vicky. -Le comenta Emilia. -No sabes el aire tenso que había entre ella y Adrián. -Arquea las cejas. -Y Laura empeoro todo al querer bebotearle, quería matarla, me dio mucha pena ese hombre porque estaba incómodo. -Suspira. -Ay tenias que verla a Vicky, estaba muerta de celos.
-Que le habrá dicho cuando se quedaron a solas.
-Pobre. -Rie. -No quisiera ser el.
Tiempo después, el mozo se acerca con la pizza y el hombre le sirve una porción. Disfrutaron de la pizza y de la compañía hasta que quedaron satisfechos. Pagan la cuenta y salen del lugar.
- ¿Tienes algo que hacer?
-En realidad no, mi hijo está estudiando en su departamento y en mi casa no hay nada que hacer.
En realidad, no quiere ver a Facundo y pasarla mal por su culpa. Solo quiere disfrutar del día y de la tranquilidad que el abogado le proporciona.
- ¿Te gustaría pasear?
Ella no titubea, mueve la cabeza de manera afirmativa.
¿Qué tiene de malo pasear con alguien que te transmite paz y felicidad? Nada.
- ¿A dónde quieres ir? -Curiosa.
-Tengo algo en mente.
Sin previo aviso, toma a Emilia de la mano y algo florece de ambos. El hombre tira suavemente para llevarla y aprieta con ternura su mano.
Emilia sonríe y no lo suelta, camina con el y sus dedos quedan entrelazados.
Viajaron en colectivo hasta el Parque Lezama y cruzan el Paseo Colón. Suben las escalinatas del parque y disfrutan del paisaje.
- ¿Siempre frecuentas esté lugar? -Pregunta la rubia.
-Cuando corro o quiero ir al Museo nacional.
-Cierto que está en la esquina. -Se había olvidado. -Nunca paso por está parte de la ciudad.
-Es muy linda, tiene muchos lugares para pasear o tomar algo.
Una sonrisa se asoma en el rostro de Emilia y ambos permanecen cerca uno del otro.
-Aprecio mucho que quieras pasar tiempo conmigo. -Animada.
Benicio solo sonríe, observando como los bucles de la mujer juegan con el viento y se queda deslumbrado al ver lo hermosa que es.
Su corazón bombea como un loco y apoya la mano en la mejilla suave de la mujer. El tiempo se detuvo para ambos y ella dejo de respirar en el momento que Ben se acerca a sus labios y se unen en un beso apasionado.
El hombre cierra los ojos con fuerza al sentir los labios de Emilia y sus dedos se enredan en la cabellera rubia de la mujer. Utiliza su brazo libre para envolver su cuerpo y siente como su corazón late intensamente.
El beso es soñado para el, mucho mejor a todas las veces de las que se imaginó besándola en sus sueños y ahora no quiere que este momento tan mágico llegue a su fin. Está tan emocionado que su corazón se le va a salir del cuerpo.
Utiliza su lengua para recorrer cada centímetro de su boca y ambos tiemblan cuando este la toma entre sus brazos.
Benicio queda maravillado al sentir sus labios dulces y bebe de ella, dando gracias a la vida de que este momento tan preciado haya llegado.
Ambos terminan el beso por la falta de aire y juntan sus frentes. Emilia mantiene los ojos cerrados y el abogado la mira desde cerca, puede deslumbrar una sonrisa de la mujer y el interior del hombre es victima de una felicidad absoluta.
¿Y como lo estarlo? Si es el mejor día de su vida.
Después de tantos años de espera, de tantos años de cobardía.
Al fin se animo a dar el gran paso.
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Instantes
RomanceUn solo instante bastará para cambiar las vidas de Victoria y Emilia. Victoria es una hermosa abogada, quien no se deja intimidar por alguien y por un evento del pasado, juro que nunca perderia la cabeza por un hombre. Lo que la abogada no sabe, e...