Capítulo 46 "Ecografía"

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Victoria no siente dolor en su herida debido a los analgésicos pero igualmente le molesta. Adrián no deja que se mueva y le pide que permanezca acostada.

- ¿Cuánto tiempo estuve dormida?

-Unas 17 horas. Tenia miedo de que tu cuadro empeore porque no despertabas. -Acaricia su frente. -Pero por suerte ya reaccionaste.

-Pensé que Federico había logrado matarme. -Asustada.

-Pero no fue así... ganaste y ahora el va a pagar por lo que te hizo, va a pagar como está pagando su hijo.

La expresión de la mujer cambia a felicidad y asiente.

-Le ganamos.

Dos meses después...

Victoria está mirando la cicatriz que está quedando en su estomago y respira hondo. Se baja la camisa y se sienta sobre la cama.

La recuperación fue muy buena y por suerte puede seguir su vida normalmente. Ahora ya no necesita vivir con miedo, recupero la vida que tenia antes del atentado que sufrió por culpa de Federico.

La pareja con Adrián anda mejor que nunca y vive tan feliz de haber encontrado a un hombre que la ama de verdad, que la ama tal cual es.

El hombre que supo entrar debajo de la capa de piedra que cubría su helado corazón y su amor provoco que el corazón se descongelara.

Sin embargo, le vino una propuesta de trabajo a Adrián y no quiere separarse tantas horas de él.

-Adri... no quiero que tomes ese trabajo.

- ¿Por qué mi vida? Tengo que trabajar.

-Es que me acostumbre tanto tenerte a mi lado todo el tiempo que no me puedo imaginar que estemos separados tantas horas.

-Pero no voy a estar todo el día, como dijiste, solamente son unas horas y estaremos juntos después de la tarde. -La abraza con suavidad.

Ahora Adrián tiene que ser guardaespaldas de un senador de la nación y su horario es de las 7 hasta las 3. Ella refunfuña como una niña chiquita pero sabe que no puede hacer nada para evitarlo.

-Está bien. -Suspira.

El guardaespaldas sonríe y la toma de los hombros.

-Llamo Emilia para avisar que mañana irán a hacerse la ecografía para ver cual es el sexo de los bebés. -Le informa el muchacho. -Y vendrán para avisarnos que son.

-Ay sí. -Emocionada. -Quiero saber que van a ser mis sobrinos. Me alegra ver lo felices que son, lastima que ese hijo de puta no quiere darle el divorcio.

-Es su manera de hacerle daño a Emilia pero es inútil, va a terminar fracasando en el intento.

-Me consuela que los hijos de puta poco a poco están pagando por las maldades que hicieron y se que a Facundo le pasara lo mismo. Tarde o temprano se hace justicia.

Adrián asiente mientras la mira con amor y besa sus labios, devorando su boca en el beso.

En ese momento, el abogado está manejando para ir al sanatorio junto a la rubia y ambos sienten unas sensaciones de ansiedad, emoción y nervios por el sexo de los bebés.

Por otro lado, van a controlar el desarrollo de los bebés para que no sufran ningún riesgo. Mientras maneja, Ben entrelaza sus dedos con los de Emilia y le da miradas esporádicas a su amada.

Después de unos minutos, la pareja entra al sanatorio y el brazo de Benicio envuelve el cuerpo de Emilia, se sientan enseguida y esperan a que la doctora los llame.

El tiempo pasa y la pareja se pone más ansiosa hasta que la doctora los llama, al principio le hace unas preguntas de rutina para saber como va cruzando el segundo trimestre y la medica se alivia al saber que Emilia está ganando peso.

-Le voy a pedir que se acueste en la camilla. -Le pide a la rubia.

Benicio ayuda a su mujer y antes de sentarse, toma su mano y la mira con amor, transmitiéndole tranquilidad.

La doctora le pone el gel frio y utiliza el interruptor sobre el vientre hinchado, se pone los anteojos para poder ver mejor y mira con una sonrisa a la pareja.

- ¿Quieren escuchar el latido de sus hijos?

La pareja responde que si y ese momento se está volviendo tan preciado para los amantes. Los latidos de los bebés se escuchan en toda la habitación y están emocionados al escuchar lo fuertes que son.

Las lagrimas se desparraman en las mejillas de Ben y apoya su frente junto con la mujer que ama.

-Te amo, mi vida. -Emocionado. -Nunca me voy a cansar decirte que te amo.

Ella llora con el y continúan escuchando los latidos. La medica sigue mirando la pantalla y señala donde están los bebés, señalando la cabecita y como se están formando sus cuerpos.

-Se están dejando ver. -Animada.

Las miradas de los padres permanecen embobadas en dirección a la pantalla y la muchacha anuncia lo que tanto espero la pareja.

-Son dos niñas. -Sonríe.

Permanecen con las bocas abiertas y Ben llena de besos a su mujer.

-Me vas a dar dos princesas. -Feliz.

Ríen mientras son victimas de una felicidad indescriptible y al salir del hospital, la toma en brazos y gira en círculos. Ella envuelve sus brazos alrededor de su cuello y apoya el rostro en su cuello.

-Me haces tan feliz. -Dichoso.

Le va a explotar el corazón por lo contento que se sienten y disfrutan del momento que les está brindando la vida. Ella echa la cabeza hacia atrás y se miran con un profundo amor.

-Te amo Ben. Sin vos nada de esto seria posible... me cambiaste tanto la vida, voy a amarte para toda la vida.

Benicio la mira con lagrimas en los ojos y asiente. La baja con cuidado toma sus mejillas.

-Para toda la vida, mi amor. Mi corazón te va a pertenecer hasta que deje de latir.

Juntan sus labios y sellan su amor con un beso apasionado.


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