Capítulo 30 "A salvo"

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La secretaria de Laura la había encontrado muerta en la oficina cuando finalizaba su turno y estuvo testificando frente a la policía toda la noche. Le comento las personas que vieron a la mujer por última vez y los sospechosos son Eduardo Camacho y Facundo Hernández.

Facundo es consciente de que tiene las horas contadas y no tiene tiempo que perder, en su trabajo compro dos pasajes a Estados Unidos y aunque sea por la fuerza, va a llevar a Emilia con él.

Va a empezar una nueva vida con su esposa mientras va a desaparecer del rango de búsqueda.

Facundo sale de su lugar de trabajo y al llegar a su casa, sube rápidamente hasta la habitación y se encuentra con su esposa acostada sobre la cama.

-Tenemos que irnos.

La sacude suavemente para despertarla y Emilia tarda en reaccionar.

- ¿Qué haces acá?

-Tenemos que irnos ya. -Ordena. -Nos vamos a Nueva York.

- ¿Para qué?

-Nuestra luna de miel, mi amor.

-No quiero irme con vos.

-Es una lastima porque te iras conmigo quieras o no.

-No me puedes obligar.

- ¿Ah no?

Saca un arma que está colocada en su pantalón y el corazón de la rubia deja de latir por el miedo que tiene.

-Facundo, por favor.

-Te vas conmigo. -Ordena.

Victoria está en su oficina con Benicio cuando una llamada la desconcentra, ve que es un número privado y piensa varias veces si atender o no. Acepta la llamada y lo pone en altavoz.

- ¿Hola?

-Victoria, por favor tienes que ayudarme. Estoy demorado porque soy sospechoso de haber matado a Laura.

Un escalofrió es protagonista de los abogados y se miran entre si.

- ¿Cómo que la mataron?

-Su secretaria le dijo a la policía que fui una de las ultimas personas que vio a Laura convida pero te juro que no fui yo... hay muchas cosas que tienes que saber y necesito que me saques de aquí.

- ¿Pero tienes idea de quien fue?

-Es que el marido de Emilia entro cuando yo me fui, se que él porque eran amantes.

Benicio abrió más los ojos y sintió un miedo extremo por Emilia.

- ¿Estás seguro?

-Si Victoria... Laura les hizo mucho daño, a vos y a Emilia. Mintió sobre tu fertilidad, le mintió al marido de Emilia con que le era infiel y desde ese momento ese hombre no hacia más que golpearla.

Los ojos verdes de la morena no hicieron más que picarle y mira a su amigo quien es preso de una furia asesina, escuchar eso lo volvió loco.

¿Cómo que ese maldito la maltrata?

-Dios santo. -Furioso. -Lo voy a matar.

Dejo que Victoria siga hablando con Eduardo y saca el celular para llamarla. Sin embargo, ella no contesta y vuelve a llamarla. Al no recibir respuesta piensa lo peor y sale rápidamente del estudio jurídico.

En ese momento, Emilia está guardando sus cosas y su esposo no quiere perder más tiempo. La agarra del brazo para alejarla de la valija y la cierra el mismo.

-Tenemos que irnos.

La apunta con el arma y baja la valija al suelo. Ella está muerta de miedo y el cuadro empeora cuando el malestar sigue latente en su estómago. Bajan las escaleras y cuando abren la puerta, se encuentran con la policía y todo paso demasiado rápido.

Facundo agarra a la mujer del brazo y la apunta a la cabeza, utilizándola de rehén.

-Si se acercan, la mato. -Fuera de sí.

-Baje el arma y entréguese. -Le ordena uno de los policías.

Benicio llega a la escena y baja del auto, una desesperación corre por su columna vertebral al ver que ese hijo de puta le está apuntando a Emilia con un arma e intenta correr hacia ellos. Es detenido por uno de los policías y esté trata de safarse.

-Suéltenme. -Desesperado. -La quiere matar.

Los policías lo inmovilizan mientras que los otros tratan hacerlo entrar en razón al asesino.

Facundo sigue apuntándola y ella no para de llorar, su cuerpo no deja de temblar y le implora al hombre.

-Por favor Facundo, suéltame.

-Cállate. -Tira de su cabello. -Nos van a dejar escapar porque sino la mato.

El abogado es capaz de matarlo, está en una situación limite y se siente impotente porque no puede hacer nada.

-Suelte a la mujer o disparo.

Uno de los policías le apunta y la mujer cierra los ojos, pensando lo peor.

No obstante, Facundo no esperaba que un policía lo estaba rodeando y le dispara en la pierna, el dolor provoca que soltara a su esposa y uno de los hombres la separan del asesino.

Benicio se suelta y corre hasta ella, tomándola entre sus brazos y Emilia rompe en llanto.

-Todo está bien, mi amor. -La abraza con fuerza y besa su cabeza. -Estás a salvo.

La mujer sigue llorando y mientras están esposando a su marido, este se queda sin habla al ver a ese tipo la abraza con tanta devoción. El comisario se lo lleva hasta el coche y se lo llevan arrestado.

- ¿Está bien señora?

Uno de los policías se acerca a la pareja para ver como está la mujer y Ben habla por Emilia.

-Yo me ocupo.

El hombre asiente y Benicio la lleva al auto para sacarla de ese lugar. Le coloca el cinturón de seguridad y sube enseguida antes de encender el auto. Utiliza su mano para agarrar la de Emilia y la aprieta con suavidad.

-Estás a salvo, mi amor.

Ella lo mira con los ojos cubiertos de lagrimas y no le contesta, solo quiere olvidarse del infierno que vivió por años.

La abogada fue hasta la jefatura para hablar con Eduardo y uno de los policías la llevan hasta la celda donde está el detenido. En el camino, la morena no dejo de pensar en todo lo que le dijo su ex amante y todavía no lo puede creer.

¿Cómo Laura fue capaz de hacerle tanto daño? Era su amiga de la infancia como Emilia y lo único que recibió de la mujer fue solamente maldad.

Eduardo se pone de pie al verla entrar y se quedan a solas.

-Que bueno que estás aquí, Victoria... te juro que no fui yo quien la mato, soy inocente.

-Vas a contestar todas mis preguntas. -Seria. -Solo así te voy a ayudar a que te pongan en libertad.

-Te dire todo, te lo prometo.

La abogada lo mira con una mirada fulminante y tira la primera pregunta.

- ¿Es verdad todo lo que me dijiste?


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