Capítulo 36 "Feliz"

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Después de que la enfermera le desinfecte la herida, se quedo esperando en la sala de espera y su corazón pende de un hilo. Está tan preocupada por Adrián y ruega que este bien.

Se lleva una mano al pecho y trata de mantener la cordura. Estuvo así durante un tiempo largo hasta que la enfermera se acerca con noticias.

-El paciente Bustamante reacciono y quiere verla.

- ¿Cómo está?

-Por suerte el golpe no paso a mayores, solo va a necesitar unos días de reposo y estar tranquilo.

La abogada le agradece y va hasta la habitación donde está el guardaespaldas. Abre la puerta y lo encuentra consciente. Agarra la silla y la coloca cerca de la cama antes de acostarse. Se miran con una sonrisa y Victoria toma su mano.

- ¿Cómo te sientes?

-Mejor... creo que el golpe me hizo acomodar las ideas.

Ella rie al escuchar su broma y niega, hasta en un momento así se atreve a bromear.

-Por suerte estás bien. -Suspira. -No entiendo que paso, intente frenar el coche y no podía, es como si el coche no respondía.

La abogada escucha eso y no puede evitar pensar en Federico.

- ¿No habrán intentado matarme?

-Puede ser... ¿pero como pudieron cortar los frenos?

-No se... tampoco quiero ponerme paranoica cuando no hay pruebas. -Acaricia su mano.

-Hay que denunciar lo que nos pasó, mi amor. Esto no es normal.

-Y lo hare pero lo importante es que me quede aquí con vos. -Firme. -Después hare una denuncia para que investiguen, ¿de acuerdo?

Adrián asiente despacio y la mujer se acerca para besarlo.

Emilia come con apetito la medialuna cuando el timbre se escucha y ambos se miran.

-Voy a ver quien es.

Benicio le da un pico y se viste antes de salir de la habitación. El timbre vuelve a sonar y Emilia se viste al sentir curiosidad. Se pone la camisa de Ben y unos pantalones.

El hombre abre la puerta y se encuentra con Mateo, lo mira con sorpresa y nerviosismo por lo que puede llegar a pensar.

-Hola... ¿está mi mamá?

En ese momento, la rubia baja las escaleras y se acerca a Ben, ella se encuentra con su hijo y sonríe emocionada antes de abrazarlo.

-Hola mi amor. -Abrazándolo con fuerza.

-Hola ma... estaba tan preocupado, no entendía lo que pasaba hasta que hable con Vicky... ¿Por qué no me dijiste nada? -Herido.

Emilia lo mira con lagrimas en los ojos y baja la cabeza, Ben intercede por ella al ver como está.

-Creo que no es tiempo para reproches.

-No le estoy reprochando, solo quiero enojado con mi padre por atreverse a hacerle algo así y yo no me di cuenta de nada cuando soy su hijo... -Sintiéndose mal. -Perdóname mamá.

La abraza con fuerza y ella se refugia en su hijo.

-Lo hice por vos Mateo... -Su labio tiembla. -Facundo no dejaba de amenazarme con que si te decía la verdad te iba a matar. -Solloza. -Si te hacia algo yo me moría.

Llora desconsoladamente y Mateo quiere golpearse por haberle hecho esa pregunta. Benicio siente un hueco en el pecho al verla de esa manera y se acerca para acariciarle la espalda.

El joven observa como el hombre mira a su madre con tanto amor y protección. Emilia se separa de su hijo y el hombre la toma de los hombros, la mujer deja de llorar y siente un ligero mareo.

Ben la rodea con sus brazos para evitar que se cayera y la lleva a una silla para sentarla.

- ¿Estás bien, mi amor?

Mateo escucha eso y queda en shock, ya presentía que pasaba algo entre ellos pero le sorprendió con el amor que trata el abogado a su madre.

-Solo fue un mareo. -Suspira. -Estoy bien.

-Perdón mamá, no quería que te pongas así.

-No importa hijo. -Toma su mano. -Ya paso.

El hombre suspira, preocupado por la salud de Emilia y no se separa de ella.

-Voy a traerte un poco de agua.

El abogado besa su cabeza y deja a madre e hijo solos. Mateo se agacha y toma sus manos.

-No te estoy culpando de nada ma... perdóname. -Repite.

-No tengo nada que perdonarte. -Sonríe un poco y acaricia su mejilla.

- ¿Estas con Ben? Se nota que te ama.

-Yo también lo amo. -Susurra. -Se que está mal pero...

-Mamá. -La interrumpe. -Tienes derecho a ser feliz más con Ben que te quiere.

Su madre sonríe y se limpia las lagrimas que salen de sus ojos.

- ¿Hablaste con...?

-No. -Sabe de quien habla. -Más tarde voy a encararlo, estoy muy enojado con el. No puedo creer que haya sido capaz de hacerte algo así.

Ben regresa con el vaso de agua y acaricia la espalda de la mujer.

-No quiero que le hagas frente, deja que se encargue la justicia.

-No... quiero saber de el, que me diga a la cara porque fue tan desgraciado con vos. Ahora entiendo porque se comportaba así tan posesivo... Dios santo. -Se lleva las manos a la cabeza. -Ahora que estoy empezando a atar cabos me doy cuenta de todo.

-Ya paso... ese tiempo horroroso quedo atrás y solo quiero vivir en paz. -Mirando ambos. -Quiero vivir feliz.

Ben sonríe y toma su mano antes de besar su dorso.

-Y por tu cara se que el te hace feliz. -Mirando a la pareja.

La rubia asiente y respira en paz.

-Y lo soy. -Sonríe.

El abogado sonríe y se agacha para picotear sus labios.

-Amo a tu mamá Mateo. -Sincero. -Y solo quiero hacerla feliz, espero que no te moleste.

-Claro que no y me pone feliz que la ames. Por favor Benicio, hazla feliz.

El hombre asiente y mira con ternura a Emilia.

-Ya me hace feliz. -Dice la mujer,

-Y tu me haces feliz a mi.

La rodea con sus brazos y el joven se queda mirándolos con una sonrisa, sintiéndose tranquilo al saber que su madre es feliz.

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