Victoria está acostada en la cama cuando escucha que Adrián golpea la puerta, se limpia las lagrimas y aclara la voz.
-Adelante.
El guardaespaldas abre la puerta y la encuentra en la cama, sabe que la mujer está triste y se siente tan mal al verla de esa manera y la quiere ayudar.
- ¿Cómo te sientes?
Se sienta en la cama y toma su mano para hacerle ver que está ahí para ella.
-Bien. -Aprieta su mano. -Pero no entiendo porque me preguntas eso, solo te dije que estaba cansada.
Adrián suspira y se acuesta con ella, envolviéndola con sus brazos y los cimientos de la mujer se vienen abajo al sentirse reconfortada.
-No es necesario que me cuentes lo que te pasa. -Acaricia su espalda. -No te voy a obligar a nada.
Ella lo mira con los ojos caídos y asiente lentamente, el joven la toma del mentón y le da un pico. Eso provoca que aparezca una leve sonrisa en el rostro de Victoria y se apoya en él.
Se calma enseguida y es consciente de la gran ayuda que significa el guardaespaldas para ella. En ese momento solo se deja reconfortar con su compañía y cierra los ojos, quedándose dormida profundamente.
A la mañana siguiente, la abogada se despierta y se da cuenta que Adrián ya no está en la cama. Se levanta enseguida y sale de la habitación. Baja las escaleras y se encuentra con el hombre preparando un jugo exprimido y ella entrecierra los ojos, se acerca suavemente y este se da cuenta de su presencia.
- ¿Cómo te sientes, polvorita?
Suelta una risita y lo golpea suavemente.
-Estoy mejor. -Lo besa. - ¿Qué estás haciendo?
-Nada, quería hacer algo para vos así te subía un poco el ánimo. Busque si había alguna que otra fruta y le puse ananá y naranja.
Adrián le sirve un poco en un vaso y se lo entrega a la mujer. Ella lo bebe lentamente y lo saborea al sentir lo rico que está.
-Esta muy bueno.
- ¿Cómo yo?
-No seas tan tonto. -Sonríe. -El jugo está más bueno que vos.
-No te creo. -Juguetea.
-Yo nunca miento.
El hombre la abraza con fuerza y en ese momento el timbre suena, ambos se quejan porque alguien interrumpió ese bello momento y este la suelta.
-Iré a ver quien es.
Ella asiente y sigue tomando su exprimido.
Camina rápidamente hasta la entrada y su expresión cambia al ver que se trata de Eduardo.
- ¿Está Victoria?
-Si. -Responde con dureza. -Ya le aviso que está aquí.
Lo hace pasar y Eduardo la espera en el living, mientras tanto Adrián aprieta los dientes y se dirige hacia la morena.
-Eduardo te está esperando.
- ¿Qué? -Sorprendida. - ¿En serio? -Se queja.
Suspira y sabe que no tiene otra que verlo, no obstante, ya quiere poner punto final a lo que mantuvieron durante meses. La mujer empieza a caminar hasta el living y el guardaespaldas la sigue.
La mujer se da cuenta de las miradas letales de ambos y voltea para hablarle a Adrián.
- ¿Me podrías dejar sola?
No le responde, sabe lo que va a pasar y no quiere dejarla sola con ese tipo.
-Por favor Adrián, déjanos solos.
Asiente y camina en dirección a la cocina pero permanece atento por si pasa algo.
Eduardo sonríe y se acerca antes de tomarla entre sus brazos.
-Me parece bien que lo hayas echado, quería estar a solas con vos.
-Ya Eduardo. -Lo quita de encima. -Siéntate, tengo que hablar con vos.
- ¿De qué?
-Sobre lo que había entre nosotros. -Seria. -Estaba esperando el momento para hablar seriamente con vos. -Suspira. -Ya no puedo con esto, paso mucho tiempo y es mejor que terminemos lo que habíamos empezado.
Su ex amante la mira sin entender nada lo que le está diciendo. ¿En serio lo está dejando? ¿Por ese joven?
- ¿Es por ese niño?
-No empieces con eso. Además no es un niño.
-Claro que lo es. Te lleva muchos años de diferencia.
- ¿Y a ti que te importa? Es mi vida y hago lo que quiero.
- ¿Lo quieres? ¿Es por eso que estás terminando conmigo?
Ella no dice nada, solo deja de mirarlo y se pone de pie al estar desesperado. No quiere alejarse de Victoria, primero muerto antes de dejarla con ese muchacho.
- ¿Lo quieres? -Repite. -Quiero que me digas la verdad, Victoria. -Le exige. -Al menos tengo derecho a saberlo.
-Ya te lo dije antes, no te interesa y haceme el favor. Ándate de mi casa.
-Eso no se va a quedar así... -Loco. -Yo te quiero Victoria y hice muchas cosas para que me quieras, acepte tus condiciones solamente porque quería estar contigo y pensé que algún día me ibas a corresponder.
-Pero sabes que no te quiero.
- ¿Pero a el si? ¿Justo te enamoraste de alguien más joven que tu? Sabes que el te va a usar.
-Ándate. -Levanta la voz.
-Vas a ver que tengo razón y te voy a estar esperando porque yo si te quiero.
Eduardo camina hasta la entrada y cierra la puerta dando un portazo. Ella respira nerviosa por el momento que su ex amante le hizo pasar.
Adrián se acerca enseguida al haber escuchado ese ruido y le pregunta como está.
-No me hizo nada. -Suspira. -No es tonto.
- ¿Le dijiste todo?
-Si, le dije toda la verdad y no lo tomo muy bien. Se puso bastante alterado y no se que puede hacer ahora...
-No te preocupes. -Apoya las manos en sus hombros. -Antes le rompo la cara si lo intenta.
Ella lo mira seriamente y asiente, el guardaespaldas besa sus labios y la abraza enseguida, reconfortándola con sus fuertes brazos.
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Instantes
RomansaUn solo instante bastará para cambiar las vidas de Victoria y Emilia. Victoria es una hermosa abogada, quien no se deja intimidar por alguien y por un evento del pasado, juro que nunca perderia la cabeza por un hombre. Lo que la abogada no sabe, e...