Capítulo 50 "Nacimiento"

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4 meses después...

Victoria no recibió respuesta para adoptar un hijo y las esperanzas en ella van disminuyendo poco a poco. Siendo victima de altibajos que preocupan a Adrián de sobre manera.

Hasta pensó en dejar libre a Adrián para que pueda estar con una mujer que le pueda dar hijos. No obstante, el guardaespaldas no necesita ningún hijo para ser feliz porque ya lo es con ella.

Y cuando vio la sinceridad en sus ojos, la mujer sintió como el alma vuelve a su cuerpo y no puede evitar abrazarlo. Sus labios se encuentran y Adrián le demuestra todo el amor que siente por ella.

En cambio, Emilia está cursando la semana 34 y para alivio de la pareja, las niñas no van a nacer prematuras y están más tranquilos de haber evitado ese peligro.

La rubia se tomo un tiempo de licencia para vivir los últimos días de embarazo y Benicio la mimo en todo momento.

El hombre se sienta a su lado y le entrega un chocolate. Ella le regala una sonrisa tierna y los ojos negros del abogado la miran con tanto amor. La besa con dulzura y ella le saca el papel que envuelve el chocolate, le da un pedazo y lo comen juntos.

La pareja se queda en el comedor viendo una película cuando Ben se pone de pie para ir a la cocina para servirse un poco de agua.

En ese momento, la mujer siente un dolor en el vientre y lleva sus manos a su estómago. Siente otro pinchazo y arruga el rostro por el dolor.

Benicio regresa al comedor y la encuentra encorvada.

-Mi vida... -Asustado. - ¿Qué pasa?

-Me está doliendo. -Gime por el dolor. -Creo que son contracciones.

El hombre siente un miedo extremo y no lo piensa dos veces.

-No te muevas, mi amor. Voy a agarrar lo necesario.

Ella asiente sin podes hablar y el abogado se apresura para agarrar todo. Baja las escaleras y Emilia casi no puede moverse por el dolor.

-Te voy a alzar, ¿sí?

-Si... -Adolorida.

La alza con fuerza y la lleva hasta el auto, la coloca en su asiento y para que vaya más cómoda, inclina el asiento hacia atrás y cierra la puerta. Guarda las pertenencias en el auto y entra sin perder más tiempo.

Enciende el auto y la lleva hasta el sanatorio.

La lleva hasta el Hospital Británico y al bajar del coche, pide una silla de ruedas y uno de los enfermeros lleva la silla hasta el auto. Benicio baja a su mujer con cuidado y la sienta en la silla.

-Tranquila mi amor, sigue respirando profundo.

Toma su mano y ella se lo aprieta al sentir otro dolor en su vientre. El abogado está tan preocupado al ver como Emilia está sufriendo en su labor de parto y quiere que este tormento termine para tener a las niñas con ellos.

La lleva hasta al interior del hospital y una enfermera busca un medico para que vea a la rubia. La trasladan a una habitación y Benicio está con ella. Se tomo unos minutos para informar a Victoria y la morena se quedo con Adrián en la sala de espera.

El medico revisa a la mujer y se toma el tiempo para monitorear a las bebés.

-Lo más seguro es someterla a una cesárea.

La mujer tiene otra puntada y aprieta de nuevo la mano del abogado. La pareja acepta y llama a las enfermeras para prepararlos antes de la cesárea.

Ben la acompaño en todo momento, transmitiéndole confianza y calma a su mujer mientras la están interviniendo. Le hicieron una incisión en su vientre y el hombre acaricia el cabello rubio de Emilia.

-Te amo, amor mío.

Ella sonríe y el hombre se inclina para besar su cabeza.

Minutos después, nació la primera de las gemelas. El llanto irrumpió en toda la habitación y sus padres ansían darle la bienvenida a su familia. La enfermera limpia a la bebé y la envuelve con una manta antes de entregarla a sus padres.

La niña sigue llorando y sus padres la reciben con tanta emoción que no pueden reprimir el llanto.

Enseguida sale la segunda y lo mismo, limpian a la niña y Ben la recibe con mucho amor.

-Son hermosas, mi amor. -Emocionado y mira a su mujer. -Gracias mi amor, gracias por hacerme tan feliz.

La mujer sonríe y respira hondo al sentirse un poco débil. Se besan con ternura y el medico empieza a suturar el corte.

Las enfermeras agarraron a las niñas para someterlas a varios estudios y trasladaron a la mujer para ver como se encuentra su estado de salud.

El abogado anda caminando de un lado para el otro, sintiéndose ansioso por la salud de ellas y enseguida recibe información.

-La madre está bien, ya fue trasladada a su habitación y tiene que descansar un poco.

Suspira de alivio al saber como está su mujer.

- ¿Y las niñas?

-Están siendo evaluadas pero está todo bien. No son prematuras asique están fuera de peligro.

- ¿Puedo verla?

-Si y cuando reciba información de las bebés lo sabrán enseguida.

Le da las gracias y lo primero que hace es ir al segundo piso para ver como está su mujer. Llega a la habitación y la encuentra consciente.

- ¿Cómo están las niñas? -Pregunta nerviosa.

-Están bien mi vida.

Se acerca y la besa con amor.

-Quiero verlas.

-Les están haciendo estudios, yo también quiero verlas pero hay que esperar. -Sonríe y acaricia su mejilla ruborizada. -Son tan hermosas como vos, no abrieron los ojos pero sé que tienen los tuyos. Estoy seguro.

Sus ojos le brillan al verla con tanto amor y orgullo. Su Emilia es una mujer tan fuerte y va a estarle agradecido toda la vida por hacerlo feliz. Emilia lo mira en silencio. Ambos sonríen y se toman de las manos.

El hombre se queda con ella hasta que quedo profundamente dormida y este sale para informarle a sus amigos. Los encuentra en la sala de espera y los abraza.

-Ya nacieron. -Emocionado. -Las tres están bien, Emilia ya está en su habitación y las niñas están siendo monitoreadas.

-Se te ve tan feliz. -Dice Victoria. -Felicidades.

-Es que Emilia me hace tan feliz, la amo tanto... nunca pensé enamorarme así hasta que llego a mi vida.

Vicky sonríe y asiente en silencio antes de abrazar a su amigo.


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