Duality ♡ YoonTae

Veintiunava sesión

Si alguien me pregunta si estoy más cabreado o más triste. Diría claramente que cabreado, pero si me conoces, sabes que estoy mintiendo. Hace más de tres semanas que no sé absolutamente nada de Yoongi.

No me da la gana ir a su puta casa llorando patéticamente como él espera que haga. Me niego en rotundo a ser parte de su juego de posesivo maniaco que esta vez no se ha molestado siquiera en intentar controlar.

Pero le extraño, tanto, que me duele el pecho. A lo largo de mis escasos años como psicólogo he visto a mucha gente maltratada y rota por los deseos oscuros de sus parejas, sé perfectamente que el primer paso para caer en esa espiral de relación tóxica es ir corriendo a perdonar sin cuestionar.

Cosa que yo no voy a hacer. Poco a poco aprendí a quererme a mí mismo y aunque ame a Yoongi, me amo más a mí.

Pero su ausencia desgarra cada parte de mi alma, sus frías manos acariciándome, sus ojos mirándome con intensidad y adoración, su voz extremadamente ronca mientras me hace el amor, pero, sobre todo, extraño su sonrisa, su hermosa y linda sonrisa llena de pequeños y adorables dientes enseñando sus encías rositas.

Hacía años que no me enamoraba, no desde que Namjoon, mi primer amor, me dejó para irse a estudiar a Seúl. Siempre supe que sus estudios fueron lo primero y nunca me dolió que se fuera, sus sueños eran lo primero para mí.

Sin embargo, el amor que siento hacia Yoongi duele tanto que a veces me asfixia. Creo que necesito asumir que no va a volver a mí, mi actitud cero sumisa no le ha gustado nada y no tengo intención de cambiarla.

Creo que tengo que olvidarme de Min Yoongi.