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Ambos se dirigieron hacia una de las habitaciones, ninguno quiso ir a descansar a la de Jimin porque no querían malos recuerdos en ese momento.

Después de una ducha caliente y más larga que lo promedio, Jimin salió vistiendo una pijama esponjosa rosa pastel. No podía evitar sentirse extraño puesto que sentía los ojos felinos del alfa seguir cada movimiento, ni siquiera pudo quitarse la mirada de encima mientras se bañaba, puesto que tenía a Yoongi prácticamente a su lado, observándolo, parecía no querer despegarse.

—A dónde vas —hablo fuerte en un tono no interrogativo, pese a tratarse de una pregunta. Ambos lobos sintieron la voz cercana a ser una de mando. Jimin gira inmediatamente y mira a Yoongi, el cual parece avergonzado por su reacción.

—Por agua —suelta el pomo de la puerta y voltea hacia Yoongi.

—Yo voy —sin esperar respuesta, decide salir de la habitación por agua. En pocos segundos, Jimin tiene frente a él a Yoongi con un vaso y la jarra llena de agua. Le sirve y le pasa el vaso.

—Gracias.

Yoongi asiente y deja la jarra en el mueble más cercano. Jimin camina hacia la cama para recostarse, ni siquiera puede desplazarse bien por la habitación porque tiene los ojos de Yoongi clavados en su espalda.

Deja el vaso ya si agua en la mesita de noche y se recuesta. Yoongi está parado a lado de la cama, simplemente viéndolo, es como si esperara algo.

—Ven.

Yoongi asiente y se recuesta a lado del omega manteniendo su distancia, no queriendo asustarlo o incomodarlo.

—No puedo creer que estés aquí conmigo, siento que si cierro los ojos vas a desaparecer —confiesa con cierto temor y siente las manitas de Jimin acariciarle los costados de su rostro.

—No me voy a ir —habla calmo para transmitirle seguridad a su acompañante.

—Te extrañé mucho —habla tristón—, no me malinterpretes —se apura a hablar para que no haya algún malentendido—, tu omega es muy lindo también. Es amable y muy cariñoso... y meloso... y expresivo... y juguetón... y huele muy muy muy bien...

—Sí, sí, te gusta mi omega, ya entendí —habla receloso mientas siente a su omega hinchar su pecho y comenzar a dar vueltas en su interior, completamente feliz—. Él es muy...

—Es precioso —interrumpe porque recordó la voz de Jungkook diciéndole que la relación entre Jimin y su omega no era precisamente la mejor—. Él te cuidó todo este tiempo —puntualiza con cierto orgullo—, y se dejó cuidar por mí también.

—Sí... yo... creo que le debo la vida —habla bajito por recordar que al saltar del balcón de su casa su lobo se manifestó cambiando de forma para él recibir el impacto de la caída y así sobrevivir—. Él fue un buen lobito.

—Él fue el mejor —Yoongi no era tonto, pero sabía que si Jimin no quería hablar de algo él no tiene por qué presionarlo, claro que notó como su lobito estaba herido del hocico y de una de sus patitas.

—Deberías dejarlo salir más seguido —sugiere como quien no quiere la cosa.

—Lo pensaré.

—Podemos dejar que salgan nuestros lobos a pasear por las tardes —puntualiza, no quiere que su lobito omega esté encerrado años sin poder salir, sabe que el interior humano puede ser muy restrictivo para sus lobos.

Jimin asiente mientras percibe como su lobo omega suspira gustoso, completamente emocionado con la posibilidad de no estar siempre en el interior humano rodeado de oscuridad y poder pasear con su alfa.

—Te extrañé mucho —repite mientras observa con ojos brillosos a Jimin, parece aún no creer que esté junto a él.

—Gracias a ti siempre estuve relajado —arropa a los dos con la cobija gruesa y sigue observando los ojitos gatunos del alfa.

Yoongi se toma el tiempo para observar fijamente al omega frente a él, sus ojitos pequeños, sus pómulos respingados y sus labios gruesos adornados por una reciente cicatriz blanquecina. Jimin se miraba bien. Sano y resplandeciente.

—Deja de verme así.

—¿Así cómo? —sus manos tocan tiernamente los costados del omega.

—Así como si valiera la pena —ríe un poco nervioso por las caricias de Yoongi y por la mirada que éste le sigue dirigiendo.

—Claro que vales la pena, amor, no quiero que digas eso de ti o de tu omega, ambos merecen ser amados y ambos me tienen totalmente enamorado, Jimin, te veo como lo que eres: mi omega y eterno amor. Nos tienes a mi lobo y a mí a tus pies.

—Ya... —interrumpe porque se siente avergonzado—, tus ojitos no dejan de brillar, es... extraño. Deja de decir cosas lindas.

—Acepta ser mi pareja y estar conmigo siempre —pide un tanto inseguro por recibir alguna clase de negativa

Los pequeñitos ojos de Jimin se humedecen y evade la mirada brillante y amorosa del alfa frente a él.

—Deja de hacer... eso —se oculta entre sus manos y siente lágrimas derramarse.

—¿Hacer qué? —quita las manos de Jimin y busca su mirada de nuevo. Lo sujeta cariñoso de sus deditos y se dedica a besarlos.

—Enamorarme más.

Jimin escucha la suave risita de Yoongi entre sus dedos y siente cosquillas.

—No me contestaste —se acerca aún más y olfatea el cuello de Jimin, avanza un poco y deja un beso en su mentón.

—Mi omega y yo aceptamos ser tuyos por siempre.

Jimin escucha un pequeño "¿puedo?", como pregunta por parte del alfa, al parecer está pidiéndole permiso para besarlo. Asiente en respuesta y los pomposos labios del alfa van hacia los suyos y depositan un beso cariñoso y corto.

Después otro y otro. Así hasta que se funden en un abrazo donde Jimin escucha el calmado corazón de su alfa bombear contra su oreja.

Tímidos, sonrojados y expectantes. Así es como el sueño llega por ellos.

😾

¡Kitty quiere un bebé! «Yoonmin» - FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora