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Gime bajito, casi soltando un chillido no muy digno de él. Si a Jimin le hubieran dicho que ese hombre le daría el mejor sexo de su vida, no lo habría creído. Siente su interior caliente, lleno y rebosante de nuevo.

—Detente un poco, yo... —habla con trabas—, me siento un poco mareado.

Y es normal, después de un magreo intenso en el auto de Jimin, Yoongi condujo, lo dirigió a su departamento y lo escoltó hasta la habitación. El sitio era refinado, sencillo y limpio, algo que no esperaba del matón.

Se despojaron de sus prendas con rapidez y torpeza en mismas cantidades. Jimin no sabe por qué, pero estuvo nervioso durante todo ese momento.

«Puedo hacerte muchos cachorros en la habitación», le susurró al oído mientras le quitaba esa pieza fina de lencería azul que cubría perfectamente sus redondos y respingados glúteos.

Pasaron horas encerrados, tiempo dónde sólo se escuchaban los muslos de Yoongi chocar contra las nalgas del menor. Tiempo dónde Jimin se percató de que el alfa había comenzado a expeler un olor fuerte a cítricos, atontándolo más y dejándole en claro que había entrado en celo.

Ese alfa entró en celo mientras daba penetraciones fuertes y contundentes en el interior de Jimin. El omega ya lo presentía, sobre todo por el potente olor que comenzó a destilar desde que entraron al cuarto, también sus mejillas y torso se tornaron más calientes. Jamás había escuchado de un alfa entrando en celo en medio del sexo, fue extraño y no lo esperaba, pero no le molesta tanto como lo pensó.

El omega tenía el rostro enterrado en las sabanas, los puños afianzados a las almohadas, las piernas temblando y el culo en lo alto, encargándose de recibir a ese alfa insaciable.

Sentía que se iba desmayar.

Las estocadas cesan y observa la entrada de Jimin rebosante de semen, escurriendo entre las nalgas, sus testículos y más allá de los delgados muslos.

—Descansa, omega —pide y observa el cuerpo de Jimin caer sin fuerzas, con las piernas temblorosas, los brazos débiles y su miembro flácido. Ya ni siquiera recuerda cuantas veces eyaculó gracias a ese alfa.

Yoongi se separa, sale de la habitación y los pasos se escuchan en la lejanía. Parece rebuscar entre la cocina en busca de algo. Jimin ni siquiera se preocupa por ser atacado, honestamente, si muriera en ese momento, no se opondría. En pocos segundos, regresa y Jimin siente como su cuerpo es movido hasta que es sentado contra el respaldar.

—Me duele el culo —se queja mientras observa en la oscuridad cómo Yoongi se sienta a su lado y le acerca un vaso con agua para que beba.

—Repón energías —le habla con un tono condescendiente y Jimin ríe, eso hace que un poco de agua escape por sus labios y lo moje, se limpia con el dorso de la mano y respira agitado.

Jimin pensó que ya habían terminado.

Yoongi se levanta y busca entre los cajones del buró, Jimin sigue sorbiendo agua hasta terminársela. Se siente débil, pero jamás ha sido el primero en rendirse en la cama, esta vez no será la excepción.

—Te ves muy jodido, Jimin —gira hacia el omega y camina hasta sentarse de nuevo en la cama, toma el vaso de cristal de entre sus manos y lo deja en la mesita al lado—. Qué poco aguante —le sonríe mientras deja el frasco con lubricante al lado.

—Para ti es fácil, sólo la metes, mi culo es el maltratado.

—Podemos parar si lo deseas. No tengo por qué obligarte, que esté en celo no significa que pierda la cordura —acaricia los muslos delgados y pálidos del pelirosa, su mano abarca gran cantidad de su circunferencia.

—Deja mis piernas gordas.

Una carcajada se escucha y el ceño de Jimin se frunce, molesto, mueve la pierna que estaba siendo acariciada e inmediatamente regresa a su rostro estoico. Yoongi nota el disgusto del contrario y sabe por dónde van los comentarios.

—Oh... ¿de verdad te molestaste? —le sonríe y busca el rostro del menor para observarlo a los ojos dentro de esa oscuridad.

—No.

Sí está molesto.

—Jimin.

—Qué.

—Tienes muchos requisitos para el alfa padre de tus cachorros, pero yo también tengo los míos para el omega portador de mi linaje.

Jimin le sonríe leve, curioso.

—¿Y se puede saber cuáles son tus requisitos? —alza una ceja divertido.

—Quiero un omega con un culo y muslos grandes para que se siente en mi cara.

—Un poco fetichista.

—Aún no termino. También quiero un omega que me acepte cocinarle el desayuno... y que se bañe conmigo —piensa.

—Pides muchas cosas, no todo se puede, hombre. Baja tus estándares.

—Dudo que tú cumplas alguno de mis requisitos, eres muy flaco para mi gusto.

—Mmm... Gracias por decirme, pero no te pregunté.

—No es algo que me moleste —ignora su comentario—, pero siento que deberías comer más, tu cuerpo es muy delgado, y tienes que estar fuerte para llevar a mis cachorros ahí dentro —señala el abdomen plano del omega.

Jimin achica sus ojos, tiene que admitir que no sabe qué sigue después de embarazarse, pensó que estaría bien siendo un omega soltero con un bebé en camino.

—Mi celo se adelantó un par de semanas —comenta y se acuesta arropado bajo las colchas—. Es extraño, aún me siento afiebrado y con ganas de follarte.

—Yo... ya tengo sueño —susurra un poco temeroso de negarse a tener sexo con un alfa en celo. No sería la primera vez que un alfa le obliga a hacer algo que no quiere.

—Sí, descansa, creo que... me excedí —ríe un poco mientras siente sus dedos hormiguear.

—Puedo mamártela.

—Sí puedes, y agradezco la cordial oferta, pero como lo dije antes: te ves muy jodido —peina un poco el fleco del omega—. Al despertar lo haremos de nuevo.

Jimin asiente, un poco inquieto al ver que ese alfa no está usando su voz de mando para obligarlo a tener relaciones sexuales.

—Mmm... qué extraño —piensa en voz alta.

—Qué.

Jimin niega y cierra los ojos.

Casi al instante ambos caen dormidos.

😾

👉👈☺️🥰

¡Kitty quiere un bebé! «Yoonmin» - FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora