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No recuerda cuánto tiempo estuvo aullando con Jimin, no sabe si fueron minutos, horas o días. Pero fue hasta que sus hocicos se cansaron y pidieron descanso. El alfa dejó un lametón cariñoso en el mentón del omega y lo olfateó delicado, intentando no ser muy obvio, pero fallando en la misión cuando escucha un pequeño gruñido de satisfacción proveniente el menor.

Regresó a su lugar de dormitar, no sin antes expeler feromonas que tranquilicen al omega y que le permitan descansar después de bastante tiempo.

Sin embargo, no esperó que por la mañana, el lobo de pelaje blanco y ojos dorados estuviera hecho un ovillo en la alfombra de la sala, como si buscara dormir con el alfa, pero no se atreviera.

Yoongi espabila y gracias a la luz que se inmiscuye por el ventanal, puede ver con más detenimiento el estado del omega. Es un lobo pequeño en tamaño, con pequeñas patitas y orejas laxas, indicando completa relajación, el respirar es lento y profundo, dejando ver en cada exhalación las costillas marcadas, delatando su pobre estado nutricional.

Suspira y ese ruido es suficiente para hacer que el omega alce las orejitas y abra lento los ojos, demostrando que siempre está a la defensiva y atento a su alrededor. Yoongi vuelve a cerrar los ojos, haciéndose el dormido y sintiendo la mirada del lobo sobre él ya en su forma humana. Y contrario a lo que pensó, no es atacado por el omega, sólo escucha las patitas moverse por la estancia hasta llegar al sofá, saltar y recostarse cerca a sus pies desnudos.

Pestañea un par de veces y observa el descansar del lobo. Se mueve lento hasta sentarse y nota como de nuevo las orejitas se yerguen y prestan atención a sus movimientos.

—Hola, cachorro —saluda y parece que eso fue todo lo que tuvo que decir para captar por completo la atención del menor y hacerlo caminar lento entre el sofá hasta recostarse sobre los muslos del alfa—. ¿Tienes sueño? ¿Sí? Puedes seguir durmiendo, no hay problema —el pelaje del omega choca contra su abdomen desnudo y le brinda un calor que no sabía que necesitaba—. Podemos dormir de nuevo, cachorro.

Las patitas estirándose sobre el edredón y su respiración pausada, le indican que el omega planea dormir más, sin importar su opinión. Yoongi está dudoso, se despereza completamente y acaricia lento el lomo de ese lindo y pequeño lobo.

En pocos segundos el omega gira hacia él y después salta rápidamente del sofá, aterriza en la alfombra y se sienta en sus cuartos traseros, huyendo del tocar suave del alfa.

—Disculpa —habla bajo y se siente observado por esos ojos brillosos—. Haré el desayuno.

El omega regresa a su anterior posición en el suelo, ignorando al alfa.

Yoongi se viste rápido y se dirige a la cocina, no pasa por alto que el omega lo sigue a cada paso que da. Eso le parece tierno, como si no quisiera despegarse de él.

Comen en silencio, el alfa es la primera vez que ve comer al omega, y agradece que ya lo haga, pese a que es en pocas cantidades. Sabe que van avanzando.

—Tienes una bonita vista al mar desde aquí —comenta para sacar tema de conversación, pese a que sabe que no será contestado—. Quizá después de comer podamos ir a pasear o simplemente ver el mar desde el patio —habla bajo y los ojitos brillosos del omega se dirigen a él, atraído por su conversar—. Si quieres, claro.

😾

¡Kitty quiere un bebé! «Yoonmin» - FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora