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Ambos se desnudan.

Es lento, la situación amerita paciencia, cariño y comprensión. Yoongi sabe que no está con el mismo Jimin que conoció en Seúl, tampoco está con el Jimin que conoció en Busán. Están con su Jimin hogareño, temeroso e inseguro. No está con su cabello rosado o portando un arma asustado en el baño de su hogar. No. Está junto a él, bajo sus brazos, oliendo mejor que nunca y entregándose de una forma diferente, menos arrebatada, pero más íntima. Menos rápida, pero igual de pasional.

Jimin se recuesta de espaldas y observa a Yoongi acomodarse entre sus humedecidas y lánguidas piernas. Acaricia el miembro duro de su pareja y le sonríe con complicidad.

—Tú siempre me haces el amor.

Porque Jimin no se refería a simplemente lo carnal o a sus candentes besos. Yoongi le hacía el amor cuando llegaba a casa y preguntaba por su día, cuando lo abrazaba y besaba la frente, cuando miraban películas hasta tarde y terminaban dormidos en el sofá. Yoongi siempre le hacía en amor y él se lo hacía a Yoongi. Ambos daban y recibían los cariños y preocupaciones contrarias. Ambos ya estaban unidos de distintas formas, sin siquiera saberlo.

Las manos habilidosas separan sus glúteos, sus piernas se abren lo más que pueden y el miembro de su pareja se adentra lento y suave en su interior. Suelta el aire que no sabía que estaba reteniendo y se avergüenza al no poder disimular los espasmos de sus piernas delgadas y debilitadas. Sus talones de entierran entre el edredón y siente a su esposo penetrarlo por completo, llenándolo hasta sentirse rebosar y aferrarse a las almohadas.

Jimin asiente. Sus cejas se curvan hacia arriba, sus labios hacen una pequeña "o" y ahueca sus mejillas. Yoongi toma esas señales como una afirmativa a sus próximos movimientos.

Lento, porque es lo mejor para los dos, profundo porque es lo que necesitan e íntimo porque no hay nada que hagan que no lo sea.

El omega sujeta sus piernas por detrás de sus rodillas, Yoongi acaricia firme los muslos cuando los ve temblar, intentando calmar la sobreestimulación.

El pene de su omega de yergue de nuevo y se balancea entre el vaivén de sus acciones. Los movimientos se tornan más rápidos y de pronto solamente el sonido húmedo del interior de Jimin siendo llenado es lo que se escucha en esa habitación y en ese hogar.

Sudan y suspiran. Se besan y acarician. Nada muy distinto a su día a día, pero sí más complicado de realizar.

Yoongi siente el interior de su pareja apretarlo fuerte, anunciando su próximo orgasmo, acelera sus penetraciones y observa las piernas de su pareja acalambrarse hasta tenerlas que estirar sobre la cama, Jimin eyacula entre sus abdómenes y lanza una mirada satisfecha a su pareja.

El interior del omega lo exprime, como si pudiera ordeñarlo hasta hacerlo eyacular ampliamente en pocas estocadas más. Sus dientes arden al punto de doler, sus colmillos se asoman y la mirada comprensiva y suplicante de Jimin le indica que sí, que puede marcarlo. Que pueden unirse. Y así lo hace, muerde lento y profundo, ganándose un gemido doloroso de su pareja, finaliza con unas lamidas en esa zona donde se juntan su cuello y su hombro y besa cariñoso.

Un gemido seco sale y se oculta entre el pecho de Jimin, ahí donde sus labios le besan el cabello y sus manos le acarician con amor el hombro operado.

Jimin suelta un suspiro al no sentir el nudo ampliarse con celeridad en su interior, eso de cierta forma le tranquiliza, Yoongi parece entenderlo porque le otorga una mirada llena de comprensión. Ambos saben que la principal función de la creación del nudo es para dejar preñado al omega en cuestión. Al parecer el alfa interior de Yoongi impidió que se formara para no crear un momento incómodo para su omega.

Yoongi se siente aprisionado entre los brazos de su pareja y sus piernas calientes.

—Hay que permanecer así unos minutos —habla Yoongi nervioso, porque no sabe cuál será la reacción de su pareja al no sentir el nudo producto de la reciente marca.

—Eres mío y yo soy tuyo —habla claro y bajito el omega.

—Soy tuyo y tú eres mío —confirma recordando sus votos matrimoniales en esa ceremonia a las afueras de Daegu; bajo los árboles frondosos, la puesta de sol y sus manos unidas.

Yoongi suspira aliviado, y sus ojos se cierran a los pocos segundos después.

Jimin se duerme a los pocos instantes después de velar por el sueño de su esposo.

😾

Ya casi acaba este bebé, gracias por su apoyo bonitos, estaré publicando la sinopsis de otra historia durante la semana, adiós 💕💞🥰

¡Kitty quiere un bebé! «Yoonmin» - FINALIZADADonde viven las historias. Descúbrelo ahora