🐍CAPÍTULO 6🐍

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BIANCA

— Has perdido el juicio Bianca, ¿cómo se te ocurre enfrentarte así a Angelo? Podría haber ocurrido una tragedia — me está regañando Fiorella.

Y no es la única que lo ha hecho. También Marcello y hasta Leonardo y Pietro han tenido el descaro de reprenderme, cuando ellos han sido mucho más impulsivos.

Llevo todo el camino callada, aguantando el sermón, pero decido que ya he tenido suficiente y me defiendo como mejor sé; atacando.

— Esto es increíble — bufo —. Han sido Leonardo y Pietro quienes se han presentado allí como lunáticos buscando un enfrentamiento ¿y a quien se le regaña es a mí por tratar de mediar? — espeto, poniendo los ojos en blanco y sin dar crédito.

Por suerte, Fiorella me da la razón.

— Es verdad, Bianca es impulsiva sí, pero solo trataba de ayudar. En cambio, vosotros dos, ¡¿en qué diablos estabais pensando?! — los abronca.

Leonardo resopla, molesto.

— En asegurarme de que la mujer que amo estaba bien después de la que se armó. Ese animal es capaz de cualquier cosa — escupe, con desprecio.

Yo, sin embargo, dudo que Angelo – por muy explosivo que sea – hiciera nada en contra de su hermana. Parece que la adora. Es por eso que su reacción ha sido tal.

— Bueno, pues ya te has asegurado de que está bien y ahora que todos hemos salido vivos para contarlo tenemos dos semanas para planificar mi boda — simplifico las cosas, ante la atónita mirada de todos.

— ¿Y lo dices así como así? —increpa Pietro, entre aturdido y mosqueado. Lo cual solo hace que me ponga más a la defensiva.

— ¿Y cómo quieres que lo diga?

Está a punto de replicarme, encendido, cuando Fiorella interviene, harta de toda esta discusión sin sentido.

— ¡Bueno, ya basta, callaos! Enfrentándonos no vamos a conseguir nada más que empeorar las cosas, tenemos que estar unidos si queremos salir de la que se nos viene encima y lo superaremos como hemos hecho siempre: siendo una familia que se cuida y se apoya — clama, apasionada como es ella. Me dan ganas de aplaudirle, porque al parecer las mujeres de esta familia somos las únicas que pensamos con la cabeza.

Pietro se aquieta considerablemente ante su alegato y hasta Leonardo parece haberse aplacado. Marcello mira a su esposa con orgullo y adoración y le aprieta la mano sin dejar de conducir con la otra.

Yo soñaba con encontrar a alguien que me mirara así, como si fuera todo su mundo, pero ahora ya es imposible. Sin embargo, no me retractaré de mi posición. Soy demasiado obstinada para eso y ahora más que nunca ansío obtener mi venganza.

Angelo Salvatore se cree un mismísimo Dios que puede hacer y deshacer a su antojo y siento la necesidad de bajarle los humos que se gasta. Si hasta me llamó niña. ¿Pero qué se cree?

Soy demasiada mujer para él y se lo voy a demostrar. Me paso su título de Don por el culo.

Tengo a bien en guardarme esos pensamientos para mí, porque no quiero que me sigan echando la bronca.

Marcello asegura que seguirá mediando las veces que sean necesarias y que piensa poner al tanto a su hermana y su cuñado de lo que está sucediendo, cosa que me alivia un poco.

Sin embargo, esta es una batalla que tengo que librar yo y no pienso agachar la cabeza.

— Marcello, ¿por qué no nos hablas más de los Salvatore? Quiero conocer al hombre con el que me voy a casar, aunque ya he visto que es un tirano y un maldito lunático.

Peligrosa alianza (+21) #1 Camorra  italianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora