🐍CAPITULO 29 🐍

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BIANCA

Me encanta estar ocupada. 

Es refrescante tener algo que hacer después de pasarme días enteros deambulando por la mansión y sus alrededores sin un propósito fijo. Tal vez se deba a que estoy acostumbrada a trabajar, pero saber que esta noche tendré que ejercer de anfitriona me emociona demasiado. 

Además, ayer conseguí convencer sin esfuerzo alguno a Angelo para que nos dejara cocinar a Sabrina y a mí -con la ayuda de Graziella, por supuesto-, lo cual me hace muy feliz. Prepararemos una cena deliciosa para nuestros aliados de la Cosa Nostra. 

Apenas he podido dormir por la emoción. 

Solo Dios sabe cuánto he echado de menos cocinar. 

Además, admito que también quiero impresionar a Angelo. ¿No dicen que a un hombre se le conquista por el estómago? 

A Fiorella le funcionó con Marcello. 

Hablando de ellos, ya falta poco para la inauguración de su restaurante y no veo la hora de que llegue el día para ir a apoyarlos. Es el sueño de mi hermana desde que éramos unas niñas y estoy muy orgullosa de ella. 

—Buenos días cuñada, has madrugado —me saluda Sabrina, algo somnolienta. 

La envuelvo en un rápido abrazo y asiento. 

—Buenos días, Sabrina. Sí, la verdad es que me siento llena de energía, tengo tantas ideas…pero cuéntame, ¿cómo te fue ayer con mi hermano? —le pregunto directamente, sin poder contener por más tiempo mi curiosidad. 

A juzgar por el tono rosado que adquieren sus mejillas, yo diría que muy bien. Cosa que no tarda en confirmarme. 

—Fue genial. Tenía miedo de que Angelo estuviera vigilándonos, pero no; y Massimo, bendito sea, nos dejó a solas enseguida. Pudimos recuperar todo el tiempo perdido —confiesa, mordiéndose el labio inferior. 

—No sabes cuánto me alegro —exclamo, contenta por ellos. Realmente se lo merecen, han pasado por mucho y espero que puedan estar juntos por fin ahora que Angelo se ha ablandado. —Oye, hablando de Massimo, ¿dónde está? —inquiero, recordando que todavía tenemos una conversación pendiente. 

Le estoy inmensamente agradecida por no haberle dicho nada a Angelo de lo de Ciro, pero no me quedaré tranquila hasta haber aclarado las cosas con él. No quiero que piense mal de mí y mucho menos ahora que estoy resuelta a romper el trato que hice con el líder de la Societá. 

Creo que nunca tuve verdaderas intenciones de vengarme de Angelo y que solo le dije que sí porque me puso entre la espada y la pared. 

Solo espero que les den lo que piden para que nos dejen en paz, porque como enemigos ya ha quedado claro que pueden ser muy peligrosos. Nos conviene tenerlos de aliados. 

—Ha salido hace un rato, ¿por qué? 

La respuesta de Sabrina me trae de vuelta de la espiral de mis pensamientos y me encojo de hombros, fingiendo una ligereza que estoy lejos de sentir. 

—Ah, por nada, quería hablar con él. Pero puede esperar —al ver que asiente, despreocupada, añado —: ¿Estás lista para comenzar?

—Claro, Graziella no tardará en bajar —afirma y comienza a lavarse las manos meticulosamente. —Dime, ¿qué tienes pensado preparar? 

—Las mejores recetas que me enseñó mi Nonna Silvia, que en paz descanse. No te preocupes, te iré guiando —añado, al percibir cierto reparo en su expresión. Y es que me ha confesado que la cocina no es precisamente su fuerte y que se ha ofrecido a ayudarme para aprender.

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⏰ Última actualización: 4 days ago ⏰

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Peligrosa alianza (+21) #1 Camorra  italianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora