🐍CAPÍTULO 16🐍

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Os recomiendo leer el capi con un abanico o un ventilador al lado 🔥🔥😏

ANGELO

No doy crédito a lo que está pasando.

¿Cómo es posible que Bianca y yo hayamos pasado de estar recriminándonos y peleando constantemente a hacernos arrumacos en medio del mar, mientras disfruto del sonido angelical de su risa?

Antes, en el restaurante, me ha cantado las cuarenta pero bien y sin miedo de las consecuencias. No negaré que me ha molestado, porque no estoy acostumbrado a que nadie me replique ni mucho menos me reprenda como si fuera un crío en pañales, pero después de escucharla...la verdad es que llevaba razón.

Sin embargo, no pienso disculparme. Soy un bastardo desconfiado y todo hombre que se le acerca es una amenaza para mí. Además, aprendí desde bien pequeño que es mejor no confiar en las personas, que debes valerte por ti mismo porque cualquiera – en el momento menos pensado – puede apuñalarte por la espalda.

Vivo en un mundo de fieras donde solo sobrevive el más fuerte y ese soy yo. No me importa a quién tenga que llevarme por delante para conseguirlo.

Pero por una vez en mi vida he sentido la necesidad de tragarme un poco el orgullo, porque se supone que es nuestra luna de miel y aunque este matrimonio no es al uso me gustaría que Bianca se relajara y disfrutara un poco de todo esto. Es evidente que la ha encandilado nada más llegar.

Llevamos aquí toda la tarde y no hemos parado. Incluso he pagado un estúpido viaje en lancha solo para cumplirle el capricho. Lo cierto es que ha valido la pena.

Ahora se lo está pasando en grande y...me alegra verla feliz. No sé por qué, pero es así. Me ha escocido lo que ha dicho porque pensándolo bien siempre estoy furioso, nunca me permito bajar la guardia, ni relajarme y muy raras veces me río de verdad. No he tenido muchos motivos.

Pero ahora ella acaba de dármelos. Parece una chiquilla con un juguete nuevo. Ha nadado hasta quedarse sin fuerzas, me ha salpicado varias veces y no se ha quedado conforme hasta que no he ido tras ella, persiguiéndola hasta unas rocas en las que se ha escondido. Y así hemos estado, jugando al maldito escondite hasta que al fin he conseguido atraparla.

Me la he echado al hombro y me estoy adentrando en el mar con ella a cuestas, que no deja de reírse. Está totalmente confiada entre mis brazos y me siento orgulloso por ello.

— Angelo bájame, estoy mareada — me pide, todavía con la sonrisa enmarcando su bello rostro. Uno por el que muchos hombres matarían. Y yo no soy la excepción.

La dejo en el suelo y me siento sobre una de las rocas más escarpadas. Al cabo de un rato, ella me imita y se deja caer en la de al lado.

— ¿Mejor? — pregunto, echándole un vistazo cauteloso.

Ella asiente y sus labios se curvan en una mueca traviesa.

— Cuidado, cualquiera podría pensar que te preocupas por mí — está bromeando, pero yo no me río. Porque lo hago, aunque probablemente preferiría que me torturaran durante un mes seguido antes de confesarlo.

Sin embargo, parece que Bianca es capaz de leerme el pensamiento.

De repente, se sienta encima de mí y tener sus curvas apretadas contra mi entrepierna me provoca una erección instantánea. Joder, ¿intenta matarme o qué?

— ¿Sabes? Nunca pensaba que me lo pasaría tan bien...contigo —admite, al cabo de un rato.

— Vaya, gracias por el cumplido — satirizo, pero realmente no me ofende. Solo estoy sorprendido de que lo haya confesado.

Peligrosa alianza (+21) #1 Camorra  italianaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora