Untouchable

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Observó la placa en silencio, deslizando sus dedos con suavidad por el pequeño objeto metálico, trazando el número grabado en ella de forma lenta, pensando en la última vez que la sostuvo en el apartamento que Jungkook habitaba y la cual también había sido irónicamente, la última vez que Jungkook había visto su propia placa.
Si se concentraba lo suficiente, aún podía sentir el calor de la sangre del pelinegro en sus manos cuando intentó, víctima de la desesperación, luchar por traerlo de vuelta incluso aunque su cabeza le gritaba que eso era imposible al ver el estado en el que se encontraba su cuerpo. Si sólo cerraba sus ojos, aún podía sentir su cuerpo tibio, recordándole que tal vez, si hubiese llegado unos minutos antes a aquella casa, la escena hubiera sido por completo diferente.
Relamió sus labios, aún con el nudo en su garganta volviéndose asfixiante y el dolor punzante en su pecho recordándole que incluso aunque había logrado concretar el cierre de aquel caso que por tanto persiguió, no se sentía en absoluto como una victoria. No había satisfacción y emociones de triunfo, sólo una desolación que no creyó pudiese existir, pero que estaba ahí asfixiándolo.
Apoyando sus codos sobre el escritorio, sostuvo su rostro entre sus manos como si de esa forma pudiese evitar sentir la culpa y el arrepentimiento que a diario lo azotaban desde ese día, misma que le habían impedido volver a contactar a Seokjin una vez el caso se dio por cerrado. Porque sus manos tenían la sangre de una de las personas más importantes en su vida y no merecía sentirse como lo hacía por el pelirrubio.

Llegó a su memoria entonces el recuerdo del pelinegro, rogando por ir donde aquel chico; rogando por una oportunidad de volver a alcanzarlo pese a estar abandonando todo. Angustiado por volver a ver a la joya de Hyung Sik. Sonrió con amargura, recordando el momento en que llegó a la ubicación que Jungkook envió y encontró el cuerpo del pelirrojo rodear con sus brazos el de Jungkook, como si incluso después de su muerte, quisiera mantenerse junto a él. Entonces sintió por primera
vez desde aquel día, cómo las lágrimas caían sin control por su rostro.
¿Eres feliz ahora junto a ese chico, Kook?
¿Pudiste alcanzarlo al fin luego de todo el infierno que vivieron juntos, verdad?
Para ti, realmente nunca fue intocable.

UNTOUCHABLE® [TAEKOOK]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora