Ambientado después de RTTE y antes de HTTYD 2
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Hiccup llevaba toda la mañana escondido en el taller, creando diseños y remodelando algunos esquemas, en un pequeño sillón Astrid le hacía compañía mientras leía un libro, pero de vez en cuando sus ojos azules se desviaban a dónde estaba su prometido y no podía evitar mirarlo con preocupación.
Estoico e Hiccup habían tenido una discusión hace una semana por lo que Astrid tenía entendido, Estoico quería que Hiccup se tomará en serio su deber como futuro jefe y ese fue el motivo de su pelea.
Hiccup no quería ser jefe.
Estoico quería que su heredero suba al Trono.
Era una complicada disputa familiar y aunque Astrid como prometida del joven era parte de la familia ahora, no podía involucrarse.
Por un lado, entendía a su prometido y sus sueños de ser todo menos jefe, pero por el otro también sabía que su suegro tenía razón en querer que Hiccup se tome las cosas en serio.
Como dije antes, era complicado.
Hiccup se había escondido en el taller desde entonces, no quería cruzarse con su padre por qué siempre que se hablaban, terminaban discutiendo y como Astrid y él siempre estaban juntos, ella lo acompañaba.
Astrid levantó la vista de su libro y su mirada se dirigió al escritorio donde su prometido borraba lo que ella suponía, eran nuevos diseños, se veía frustrado y tenso por su postura, además, sus ojos verdes se veían cansados y su cabello castaño estaba más despeinado debido a que en sus momentos de estrés, enterraba sus dedos en su cabello.
Dejando su libro de lado, se levantó del sillón y caminó hacia Hiccup dejando una mano en su hombro.
—¿Necesitas algo?, puedo traerte algo para comer.
—Estoy bien As...— respondió sin mirarla.
La rubia mordió su labio inferior y dejó un pequeño beso en la cabeza de su prometido, tomándolo por sorpresa cuando se deslizó sobre su regazo con sus piernas, una a cada lado de su cadera.
—Estaremos en problemas si alguien nos ve— le recordó el muchacho a su rubia mientras envolvía su cintura con sus brazos para acomodarla mejor sobre él y movió la silla un poco más para atrás.
—Soy tu prometida, no tiene nada de malo— se excusó la chica mientras sus brazos rodeaban el cuello de Hiccup y escondía su rostro en la curva de su cuello —. ¿Por qué mejor no dejas eso y descansas un poco?
—Me gustaría M'lady, pero en serio tengo que terminar eso— bostezó cerrando los ojos debido a las caricias de su prometida en su nuca — pero no puedo hacerlo si tengo una rubia molesta conmigo.
La rubia soltó una risita y alzó la vista para dejar un beso en sus labios, beso que él siguió encantado y que lo ayudó a relajarse por completo, como siempre Astrid Hofferson tenía una manera de traerlo a tierra.
Por un momento se olvidaron de lo que pasaba a su alrededor y se concentraron solo en ellos y en el calor que el otro irradiaba.
Hiccup ahora estaba más relajado que nunca y se aferraba con fuerza a la cintura de su prometida, tratando de mantenerla lo más cerca de él, el beso comenzó a ser un poco más intenso por lo que Hiccup se vio en la obligación de parar el beso.
—Lo siento...— se disculpó la guerrera con las mejillas sonrojadas de la pena.
El ojiverde le sonrió con dulzura y dejó un pequeño beso en su mejilla, la rubia volvió a recostarse sobre su pecho, permitiéndole a su prometido abrazarla con fuerza y perderse en su calor.
—Tal vez si pueda tomarme un descanso...— comentó el futuro jefe —¿te quedas a dormir conmigo?
Astrid levantó la vista hacia él—¿Y tu padre?
—Realmente no me importa As, solo quiero dormir y quiero que estés conmigo.
La joven dudó un poco preocupada por lo que podría pasar, la idea de dormir con su prometido debajo del mismo techo que el de su suegro... no le gustaba tanto la idea.
Pero, por un lado, quería tanto que su prometido descansará un poco, además lo extrañaba.
Hiccup la miró curioso esperando una respuesta.
—Está bien— aceptó sonriendo —pero nada de tocar de más Haddock.
—Yo sería incapaz— sonrió inocente.
La guerrera rodó los ojos con una sonrisa y se levantó dejando a Hiccup levantarse también, después de ordenar un poco el lugar, ambos salieron del taller y partieron a la casa Haddock listos para descansar.