16

553 31 12
                                    

Ambientado en un Universo Alterno.

Berk estaba cubierto de luces y colores, dragones corriendo de aquí para allá con flores y otras decoraciones, berkianos preparaban comida y otras exquisiteces para el gran día

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Berk estaba cubierto de luces y colores, dragones corriendo de aquí para allá con flores y otras decoraciones, berkianos preparaban comida y otras exquisiteces para el gran día.

Una boda estaba apunto de celebrarse en aquel pueblo en dónde los dragones y vikingos eran familia.

¡Los futuros jefes se casaban!

—Ah, este va a ser un gran día— sonrió Bocón junto a Estoico quien observaba todo con una sonrisa también.

—Ya lo creo— canturreo el jefe con una gran sonrisa antes de empezar a hacer su trabajo.

Una fuerte explosión se escuchó en el puerto, los dragones salieron volando asustados mientras que Bocón rodaba los ojos y Estoico se ponía rojo de la furia.

—¡GEMELOS!

Astrid pegó un brincó sobresaltada por aquel gritó, no quería ni pensar en lo furioso que estaba el jefe para gritar de esa forma. Suspiró y con cuidado terminó de abrochar su vestido para aquel día, sonrió cuando unos brazos la sostuvieron desde atrás.

—Buenos días...— la voz suave de su prometido logró relajarla, sonrió girando para observarlo.

—Buenos días jefe— murmuró antes de unir sus labios con los de su prometido, Hiccup sonrió y apretó su abrazo escondiendo su rostro en la curvatura de su cuello.

No estaba bien visto que los novios pasaran la noche juntos si aún no estaban casados pero Hiccup y Astrid ya habían roto muchas reglas antes, una más no importaba.

Además, se iban a casar aquel día.

—¿Vas a dejarme ver tu vestido?— preguntó el castaño con curiosidad, sus ojos cerrados para disfrutar el momento mientras mecían sus cuerpos suavemente.

—Eso es de mala suerte.

—Pero no sé si podré resistir hasta la noche.

La rubia soltó una pequeña risa ante el tono de reproche de su prometido, entrelazó sus dedos con los suyos mientras se separaba de su abrazó y se dirigían nuevamente hacía la cama de la rubia.

El hecho de que Astrid se hubiera mudado a una cabaña para ella sola facilitaba demasiado sus encuentros nocturnos, a decir verdad, Hiccup estaba ansioso por qué Astrid viera la nueva casa que había construido para ella, además la idea de por fin no tener que esconderse para dormir con su novia era una noticia bastante gratificante.

Sin importarles mucho que era el día de su boda y que posiblemente sus padres estaban volviéndose locos ahí afuera, la pareja se metió debajo de las sábanas para poder disfrutar un poco del silencio y la paz que merecían.

Con sus brazos rodeando la cintura de la rubia, Hiccup recostó su cabeza en los pechos de su prometida dejando que jugará con sus cabellos convirtiéndolo en una muy relajante caricia.

—¿Vas a hacer eso cuando nos casemos?— la voz adormilada del castaño no paso desapercibida para la chica.

—Pienso hacerlo todas las noches si es lo que quieres.

—Eso sería magnífico.

Verde y azul se encontraron nuevamente, una sonrisa de Astrid fue suficiente para que Hiccup se lanzará a besarla con paciencia y dulzura.

—¿Han visto a Hiccup?— Estoico detuvo a un grupo de vikingos que paseaban por el pueblo, negaron. —¿Astrid?— volvieron a negar así que el jefe los dejo irse.

—¿Por que esa cara, gordo?— el abuelo de Astrid, Erik, se acercó a él pelirrojo notando lo ansioso que este estaba.

—¿Me dijiste gordo?

—Pues esa panza dice lo mismo.

—Viejo molesto, ¿No tienes a nadie más para criticar?

—Iba a criticar a tu muchacho pero está durmiendo con Astrid— se encogió de hombros despreocupado, Estoico se tensó.

—¿Que dijiste?— se acercó más a él viejo, cualquier otro se hubiera encogido de miedo al ver la estatura con la que contaba el Jefe. Pero no Erik Hofferson.

El viejo notó la forma en la que Estoico se acercó a él invadiendo su espacio personal así que con su bastón alzó su brazo y ¡Pum!, un golpe en la cabeza.

—¡¿Pero que te pasa?!

—¡Espacio personal, panzón!

Astrid se removió en la cama, los brazos de Hiccup la sostuvieron con firmeza mientras sentía la mala mirada de su padre, el ojiverde sonrió con inocencia, agradecía a los Dioses que ambos se encontraban vestidos.

—Voy a ahorrar mis comentarios solo por qué van a casarse, en otro momento te hubiera golpeado— se quejó Estoico en voz baja para no despertar a la joven dormida en el pecho de su prometido. —Deben prepararse.

—Ya vamos.

Cuando su padre se fue Hiccup pudo respirar con tranquilidad y se encargó de repartir besos por el rostro de su amada con la intención de despertarla, cosa que logró al notar como la rubia se removía sobre su cuerpo en proceso de despertar.

—¿Por que me despiertas?— se quejó suavemente bajandose de su cuerpo y frotando su ojos suavemente con su puño.

—Por que debemos prepararnos para la boda— respondió con tranquilidad.

Algo hizo click en la cabeza de la rubia que abrió sus ojos asustada despertándose por completó.

—¡La boda!

Si, sería un día emocionante.

Si, sería un día emocionante

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
RAMÉ - Hiccstrid Ones ShortsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora