Ambientado después de HTTYD 3
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Como todos los años el invierno iba haciéndose más fuerte por lo que Hiccup pasaba más tiempo fuera de casa mientras se encargaba de que todos tengan lo necesario en caso de una tormenta de nieve, la casa Haddock estaba caliente debido a la chimenea encendida aún así eso no evito que el hijo menor de la pareja se enfermará.
Después de todo Nuffink ya no era un niño, pero seguía siendo muy inquieto y no perdía la oportunidad de estar fuera de casa creando desastres o estando con sus amigos.
La rubia soltó un suspiro mientras colocaba un trapo mojado en la frente de su hijo que aunque no estaba dormido, apenas podía mantener sus ojos abiertos.
Sabía que solo era un poco de fiebre y nada más por qué Gothi lo había revisado pero como toda madre se preocupaba por lo que podría pasarle a sus hijos.
Zeypher se volvía más independiente con el tiempo y casi no recurría a Astrid por ayuda, pero Nuffink, él era un nene de mamá apesar de tener 17 años ya.
Desde el primer momento en el que abrió sus ojos verdes el pequeño rubio se había aferrado a su madre, lloraba si no estaba en los brazos de Astrid o si no sentía su calor, era un niño caprichoso con todos pero con Astrid era un angelito incapaz de hacer renegar a su madre.
Cuando empezó a crecer empezó a alejarse un poco de Astrid, aún así, el vínculo que ambos tenían seguía ahí, intacto.
Cuando Hiccup tenía que irse a viajes de negocios era Nuffink quien atendía a su madre y aunque Zeypher también estaba con ella, el adolescente solía hacer gran parte del trabajo.
Le llevaba flores, intentaba prepararle comida con ayuda de su tío Patapez, entre otras cosas.
Aquellas pequeñas acciones solo lograban que el corazón de Astrid se derritiera cada vez más por su hijo menor, podría ser un huracán la mayoría de las veces pero cuando se trataba de su madre, hacía todo lo posible para que no se sintiera abrumada y fuera feliz aunque sea por unos momentos.
Astrid soltó un bostezó cansada, acarició suavemente la mejilla de su hijo quién no dudó en mover su mejilla para recibir las caricias de su madre.
—¿Te sientes mejor?
—Me duele la cabeza— susurró con la voz ronca.
—Eso te enseñará a dejar de comportarte como un niño— acusó con diversión en su voz.
Nuffink soltó una pequeña risa, Astrid lo observó con cariño y besó su frente suavemente.
—Duerme— lo cubrió bien con sus sábanas, Nuffink soltó un bostezó mientras se acomodaba en la cama, miró a su madre con una pequeña sonrisa.
—Gracias mamá.
La rubia sonrió, su corazón saltaba de alegría cada vez que escuchaba aquellas palabras de parte de sus hijos.
—Te amo— besó su frente por última vez antes de que el adolescente cerrara sus ojos cayendo en un sueño profundo.
—Yo también te amo, mamá—
Mhm, no es de mis favoritos sinceramente pero por ahí después lo corrija.
Nuffink es un nene de mamá, estoy completamente segura de eso, y Zeypher es la nena de papá.