Ambientado después de HTTYD 3
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Heather
—¿Hice algo que te molestó?—
Cerré mis ojos brevemente ante la pregunta de Astrid, su voz sonaba lastimada y solo me hacía sentir culpable.
Giré para observarla encontrándome con sus ojos azules llenos de lágrimas, Astrid nunca lloraba, pero desde su embarazo sus hormonas empezaron a alterar sus emociones y ahora simplemente lloraba por todo.
—Tu no hiciste nada As...— me acerqué a ella y tomé una de sus manos, con mi mano libre seque sus lágrimas, sonreí. —Tengo trabajo en la isla Berserker.
—Pero...dijiste que estarías para el nacimiento de mi bebé— murmuró con la voz rota y apunto de llorar nuevamente, suspiré.
Ver a Astrid llorar siempre me hacía llorar a mí.
—Lo sé— respondí suavemente —pero lamentablemente debo ir, pero te prometo que volveré pronto.
Mentirosa.
Espante la voz de mi cabeza y fingí una de mis mejores sonrisas para mí amiga, Astrid no parecía tan convencida pero al menos eso logró que dejará de llorar. Sonreí y acaricié brevemente su gran vientre recibiendo una patadita de parte del bebé.
Mi pecho dolió.
—¿Ya se despidieron?— la voz de Hiccup me sacó de mis pensamientos.
La forma en la que Astrid corrió a sus brazos y él la recibió con gusto rompió mi corazón aún más si era posible, desvíe la mirada y tomé mis cosas cuando Hiccup besó todo su rostro al notar que había estado llorando.
¿Por que no podía ser yo?
—Heather, espero que puedas volver pronto— le sonreí a Hiccup colocando mi bolsa en mi espalda.
—Eso espero, mientras tanto cuida de Astrid y del bebé.
—Por supuesto que lo haré— prometió con una sonrisa.
Claro que los cuidaría, son su vida entera.
—¿Prometes escribirme?— preguntó As sacando su rostro del pecho de su marido, sus mejillas estaban rojas debido al llanto y algo rellenas por culpa del embarazo. Asentí sin más que decirle.
Después de algunas despedidas, lágrimas de Astrid y abrazos de parte de Hiccup salí de mi cabaña, me despedí de mis amigos y me acerque al barco que me llevaría a la Isla Berserker. Cómo los dragones ya no estaban debíamos ir por mar, lo que llevaba más tiempo y era realmente más peligroso.
Cerré los ojos con fuerza cuando Dagur me envolvió en sus fuertes brazos y me acunó en su pecho, las ganas de llorar se hacían más fuertes cuando estaba en sus brazos.
—No puedo quedarme aquí Dagur, verlos solo me lastima más— murmuré con la voz completamente rota mientras me aferraba a él, escondiendo mi rostro en su cuello.
Afortunadamente estábamos dentro del barco donde nadie podía ver mis lágrimas.
—Hermanita, lo siento tanto...— la voz de Dagur sonaba apenada, sacó mi rostro de su cuello y secó mis lágrimas con su mano. Se veía el dolor en sus ojos.
No era justo, Dagur no tenía por qué estar mal por mis problemas.
—¿Ellos sospechan algo?— preguntó en voz baja acomodando mi cabello.
Negué.
—Están tan perdidos el uno en el otro que ni siquiera lo notan— sin quererlo mi voz sonó con resentimiento y Dagur lo notó por la mirada que me dió.
Inmediatamente me sentí apenada.
¡Por los Dioses!
Eran mis amigos, Astrid era mi amiga, debía estar felices por ellos aunque doliera.
—Ten cuidado— mi hermano dejó un beso en mi frente.
—Lo haré, te amo.
—Te amo.
Mientras el barco se alejaba de Berk alcé mi mano en forma de saludo cuando noté que mis amigos estaban a un lado de Dagur saludándome. Inconscientemente mi corazón volvió a encogerse cuando noté la manera cariñosa en la que Hiccup sostenía el vientre de Astrid.
Se preguntarán ¿Cómo es que empezó todo esto?
Ni siquiera yo sabía cómo fue, simplemente de un día para otro Hiccup empezó a interesarme más que como un amigo y ese sentimiento seguía vigente hasta ahora.
A pesar de los años el sentimiento que sentía por él no desaparecía y eso me hacía sentir terrible.
No podía mirarlo sin quedarme embobada ante su inteligencia, su actitud, su belleza. ¿A quién no le gustaría ser la novia de Hiccup Haddock?
Él tenía todo lo que una chica desearía.
El problema era que alguien ya tenía su corazón.
Astrid era mi mejor amiga, la persona más importante en mi vida después de Dagur pero cuando veía la manera en la que Hiccup la trataba a veces deseaba que ella nunca hubiera existido.
Lo sé, un pensamiento cruel de mi parte pero no podía evitarlo.
Cuando llegué a la vida de Hiccup ella ya estaba ahí, ya tenía su corazón, ya era su vida entera y yo...yo solo soy una más de sus amigos, una hermana para él.
Así que solo me quedé al margen viendo cómo ambos formaban una vida juntos y ahora…ahora estaban a punto de tener a su primer hijo.
Hiccup lo dijo él primero de muchos.
Es por eso que necesitaba alejarme, Astrid necesitaba mi apoyo y yo lo único que hacía era pensar en su marido.
Era una muy mala amiga, ella no lo merecía, estaría bien sin mí.
Eso espero.
Esta historia continua en “Heart”, en mi perfl ✨