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Ambientado en un Universo con dragones.

Astrid sabía que algo iba mal desde que se despertó en la mañana y su esposo no estaba durmiendo a su lado, normalmente Hiccup es él que siempre se despertaba último por lo que su sorpresa al no verlo pronto se transformó en preocupación.

Después de darse una ducha, vestirse y comer algo salió de su cabaña dispuesta a buscar a Hiccup, pero por más que revisó en los lugares donde él solía estar no lo encontró. Así que recurrió a Bocón.

El herrero estaba afilando una espada cuando vio ingresar a la rubia y rápidamente dejó lo que estaba haciendo.

—Buenos días Bocón— lo saludó la joven. — ¿Haz visto a Hiccup?

—Buenos días Astrid, Hiccup habló con Estoico hoy, no se que paso pero tu esposo se fue algo molestó de aquí.

Astrid frunció el ceño preocupada.

—¡Gracias Bocón!— le agradeció saliendo de forja.

La rubia estaba dirigiéndose a los establos cuando vio a un Furia Nocturna descender en el centro del pueblo, sonrió cuando vió a Hiccup bajar del dragón y quitarse su casco.

—Buenos días Chico Dragón— lo saludó acercándose a él con una sonrisa.

—Buenos días My lady— le sonrió, cerró sus ojos encantado cuando sus labios y los de su rubia se encontraron en un beso.

—¿Dónde estabas?— interrogó y acarició la barbilla de Chimuelo, Hiccup sonrió cuando el dragón se inclinó más al toque de su esposa.

—Necesitaba aire— respondió simplemente empezando a caminar hacia su cabaña.

Astrid y Chimuelo lo siguieron, la rubia caminaba a su lado mientras que el dragón iba detrás de ellos, protegiéndolos.

Al ingresar a la casa Chimuelo se acostó frente a la chimenea y se hizo un ovillo, cerrados sus ojos para dormir un poco.

—Entonces, ¿Me vas a decir por qué te fuiste?— preguntó intrigada la joven, Hiccup tomo asiento y le hizo señas para que se acercará.

Así lo hizo y se sentó en su regazo, Hipo colocó una mano en su cintura y la otra en uno de sus muslos, dejando caricias ahí.

—Vendra mi familia a vernos— murmuró irritado.

—Oh no, ¿La familia de Estoico?— Hiccup asintió. —Pero... ¡¿Por qué?!

—Como no pudieron asistir a nuestra boda vendrán a visitarnos, además saben que mamá volvió al pueblo— hizo una mueca. —Estoy seguro de que no dudarán en recriminarle indirectamente que se haya ido.

Para nadie en Berk era una sorpresa lo hostil que podía llegar a ser la familia del jefe Estoico, es por eso que el hombre no los invitaba al pueblo o algo parecido. Él tampoco se sentía cómodo con su familia y sus tradiciones y malos tratos no solo a las mujeres si no que a cualquier persona que se atreve a desafiarlos.

—Estábamos tan bien...— se quejó la rubia acurrucándose contra el pecho de su esposo. —Aunque admito que casi no los recuerdo.

—Mejor así— sonrió el castaño acariciando su cabello —lo único que voy a pedirte es que tengas paciencia.

—Lo intentaré, pero si hacen un solo comentario en contra de tu madre los echaré al mar.

Hiccup no supo cómo describir el cálido calor que se extendió por su cuerpo ante las palabras de su esposa, sabía que ella y su madre tenían mucho camino por recorrer para conocerse y aceptarse al cien por ciento pero todos notaban la forma en la que ambas mujeres se miraban.

Una mezcla entre cariño y admiración de parte de ambas.

Y para Hiccup y Estoico no había nada mejor que sus mujeres se llevarán bien para convivir todos como una verdadera familia.

—No quiero que vengan— confesó el castaño llamando la atención de la rubia que alzó la cabeza para mirarlo. —Siempre les he parecido una vergüenza y estoy seguro de que ahora todavía más por el hecho de que tengo a Chimuelo.

Astrid sentía su corazón encojerse ante la declaración de su esposo, acarició su mejilla con ternura y el muchacho no dudó en recostar su mejilla en la palma de su mano.

La familia de Estoico pertenencia a una de las tribus que mataban dragones pero gracias a Hiccup eso cambio, el problema es que ellos no estaban contentos con eso.

Y Hiccup lo sabía.

—Siempre puedo darles su merecido— se encogió de hombros con una sonrisa.

—No todo es violencia, amor.

—Con ellos si.

Hiccup sonrió divertido y se inclinó cerca de ella para besar sus labios, se sentía increíble ser su esposo y saber que tenía su apoyo.

Este pequeño capitulo en realidad tenía pensado convertirlo en una historia en el 2023, pero nunca me llegó la imaginación para más, así que aquí está

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Este pequeño capitulo en realidad tenía pensado convertirlo en una historia en el 2023, pero nunca me llegó la imaginación para más, así que aquí está.

Creo que tengo más borradores que nunca pude terminar así que capaz los suba aquí, como Ones Shorts.

Gracias por siempre estar ❤️.

RAMÉ - Hiccstrid Ones ShortsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora