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—¿Por qué nadie me dijo que Astrid embarazada es peor que la Astrid de siempre?— Patán se dejó caer en el asiento con una expresión frustrada.
—Estás exagerando— respondió Hiccup tranquilo mientras seguía dibujando en su cuaderno, ni siquiera había tocado su comida.
—¡¿Exagerando?!— golpeó la mesa exaltado, Hiccup lo observó aburrido. —¡¿Acaso no conoces a tu esposa?!
—Claro que conozco a Astrid, Patán— le resto importancia.
—¡¿Entonces?!
—Escuchá se que As puede ser complicada la mayoría de las veces pero debes tener paciencia con ella.
—Yo no soy tú, una pierna, no quiero que esto— señaló su rostro, —sea arruinado por las locuras de tu maniática esposa.
—En primera no la llames así— respondió cansado, —y en segunda, está embarazada Patán, se que es difícil pero no es tan mala.
—Contigo no es mala.
—Escuchá, deja que yo me encargue de ella ¿De acuerdo?— tomó su cuaderno entre sus manos y se levantó de su asiento para empezar a alejarse de su maniático primo.
—¡¿A dónde vas?!— gritó Patán viéndolo alejarse. —¡Aún no terminó de...y ya se fue— bufó, —estúpido Hiccup.
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—¡Hiccup!
El castaño estuvo apunto de soltar una maldición cuando volteó a ver a la persona que lo llamaba y descubrió aquellos ojos azules que tanto amaba, se relajó y le sonrió a su esposa.
—¿No deberías estar en la cama, Mi lady?— abrió sus brazos recibiendola y apretándole contra su pecho, ahora que su vientre era más grande era difícil abrazarse pero se las arreglaban.
—No quiero estar todo el tiempo acostada, estoy embarazada no inválida— masculló de mal humor la rubia.
—Tanto esfuerzo podría lastimar al bebé— le recordó con suavidad mientras besaba su cabello.
—¿Estás insinuando que no se cuidar a mi bebé?— lo miró indignada mientras se alejaba de él.
Hiccup reprimió una risa, no podía tomarla en serio cuando estaba vestida de una forma tan dulce. Llevaba un vestido maternal color azul claro, sus típicas botas y una pequeña corona de flores en su cabeza agregando que llevaba su cabello suelto.
Simplemente hermosa.
—No Mi lady, no fue eso lo que quise decir.
—Es exactamente lo que quisiste decir, dijiste que no se cuidar a mi bebé.
Oh genial.
—Astrid, sabes que no pienso eso de ti— sonrió con dulzura, frunció el ceño preocupado al verla reprimir las lágrimas. —Oh no mi cielo, ¿Qué pasa?
—Es que...— soltó un sollozó mientras volvía a abrazar a Hiccup con fuerza —, es que tú eres tan dulce conmigo y yo siempre estoy tratandote mal.
El jefe de Berk sonrió suavemente y la abrazó con fuerza acariciando su cabello, algunos habitantes del pueblo se detenían para admirar aquella tierna escena que estaban protagonizando los jefes, no todos los días podías ver a Astrid Hofferson, ahora también Haddock, comportarse de manera melosa frente a todos.
—No me tratas mal mi cielo, son solo las hormonas, ¿Recuerdas?— besó su cabello, una de sus manos se quedó en su cintura y la otra se dirigió hacía su cara para sostener una de sus mejillas. —¿Tienes antojos no es así?
Astrid asintió sorbiendo su nariz.
—Bien, vamos a casa, te preparé un estofado ¿Eso te parece bien?— asintió -, ah y debo recordarte que una jefa no puede estar agrediendo a los habitantes del pueblo. Patán me lo dijo
—En mi defensa Patán estaba intentando peinarme— se quejó.
—Él solo quiso ayudar...aunque lo haga mal- hizo una mueca —, solo... se más suave la próxima vez ¿Si?, hablé con Patán y no volverá a molestarte.
—Está bien— murmuró.
El jefe sonrió y sujetó su mano para empezar a caminar hacía la cabaña de ambos, claramente Patán se equivocaba, su Astrid no era para nada complicada, al menos no lo era para él.
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Bien dicen que el amor es ciego ¿No? ¿Algún fan de Jujutsu Kaisen por aquí? 👀.
