Ambientado después de HTTYD 3
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—¡Mami!¡Mami!—
Astrid alzó la mirada de sus papeles confundida, sonrió cuando vio a su pequeño hijo correr hacía ella con un cuaderno en sus manos.
—Hola amor, ¿Qué pasa?¿Qué traes ahí?— cuestionó con dulzura la rubia.
Nuffink sonrió alegremente y le tendió a su madre el cuaderno, Astrid frunció el ceño y lo tomo en sus manos reconociendo el logo de Hiccup en la tapa, luego observó a su rubio alzando una ceja.
—Sabes que no debes tocar los cuadernos de papá— lo reprendió.
Nuffink se mostró apenado y bajó la mirada de la misma forma en la que lo hacía Hiccup cuando Astrid lo regañaba.
—Es que tiene dibujos tuyos— murmuró con un deje de inocencia.
—¿Qué?—
El niño alzó la mirada con la emoción desbordando de sus ojos verdes
—¡Si mami!¡Papi tiene todo un libro con dibujos tuyos!
La rubia no pudo evitar sorprenderse ante tal noticia, sabía que su esposo tenía muchos pasatiempos y que uno de ellos era el dibujo, había visto varios de sus dibujos por qué después de todo Hiccup era el que planificaba cada construcción del pueblo, incluso había hecho dibujos para sus hijos y los cuales los niños tenían guardados en una pequeña caja de recuerdos.
Pero jamás había visto algún dibujo sobre ella.
—Bueno cariño pero aún así no debes tomar las cosas que son tuyas —le recordó dejando el libro en la mesa. — No quiero que vuelvas a tomar las cosas de papá sin su permiso, ¿Hecho?
—Hecho— asintió felizmente, le dió un beso en la mejilla a su madre y luego salió corriendo del Gran Salón.
La rubia sonrió enternecida y decidió husmear un poco en el cuaderno que su hijo le había dejado, sabía que estaba mal y que después sentiría culpa por esto pero tenía muchísima curiosidad de saber cómo eran los dibujos que su esposo hacía de ella.
Reviso la primera página y sonrió, era un dibujo de ella a sus 15 años, siguió pasando las hojas encontrando cada vez más dibujos de ella.
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Hiccup murmuraba palabras al azar, nervioso, mientras rebuscaba entre los cajones de la habitación, había perdido su cuaderno de dibujos, y pensarán "Es un cuaderno, puede tomar otro y seguir dibujando ahí".
Pues no, no era un simple cuaderno, era el lugar donde él dibujaba a su esposa cada vez que se sentía agobiado o simplemente cuando ese día su Astrid lucía radiante y él sentía la necesidad de dibujarla.
Tanta era su concentración que no se dió cuenta cuando una rubia ingreso al cuarto con un cuaderno en sus manos, soltó una risita en voz baja al verlo tan preocupado.
—Si estás buscando tu cuaderno de dibujos,
Nuffink te lo saco.El castaño pegó un brinco asustado y giró rápidamente para observar a su esposa, la rubia tenía en sus manos su cuaderno, no pudo evitar sonrojarse completamente.
—¿Tú...?
—Oh si— sonrió apenada. —Lo siento, me dió curiosidad.
Hiccup asintió algo apenado, consciente que ella ya sabía de sus dibujos, no debería sentirse avergonzado después de todo Astrid era su esposa, pero ¡Por favor!, él era bueno con los dragones pero en cuanto a las muestras de cariño como lo eran los dibujos, aún sentía pena.
Irónico cuando ya tenía 31 años de edad y 10 años de casado.
—Entonces...— se acercó a él sosteniendo el libro en su pecho. —¿Por qué nunca me dijiste que me dibujabas?
—Por que me daba pena...— murmuró apenado.
Astrid no puedo evitar sonreír con ternura al ver el leve sonrojo que había en sus mejillas, por Odín, Hiccup seguía siendo un adolescente en el cuerpo de un hombre.
—Bueno, son dibujos muy hermosos— sonrió entregándole el cuaderno y dejando un suave beso en su mejilla.
Él castaño no pudo evitar soltar un suspiró encantado y le sonrió con cariño.
—¿Es cursi no?
—Tal vez...— ladeó la cabeza con una sonrisa, —pero es dulce.
—No le digas a Bocón sobre esto, me hará burla toda mi vida— suplicó el jefe haciendo reír a su esposa.
—Tranquilo jefe, tu secreto está a salvó conmigo. Ahora ¿Cómo es que tienes un cuaderno donde la mayoría de los dibujos son sobre mi y nunca me di cuenta?
—Mhm, tal vez por qué la mayoría de mis dibujos los hago cuando estoy de viaje....- rasco su nuca avergonzado— ¿No crees que es un poco...obsesivo de mi parte?
—Si fueras otra persona te diría que si— respondió riendo la rubia, acercándose a él y acariciando su mejilla con cariño. —Pero eres tú, mi esposo, y se que jamás harías algo con la intención de molestarme o incomodarme.
Hiccup le sonrió con cariño e inclinó su mejilla hacía su tacto, soltando un suspiro de relajación mientras cerraba los ojos para poder sentir más de su amor.
—Se que lo sabes pero siempre haz sido mi amuleto de buena suerte, no me lo tomes a mal, no te veo como un objeto— respondió rápidamente para evitar problemas, sonrió abriendo sus ojos —simplemente el hecho de pensar en ti hace que todos mis males se vayan.
—Yo también siento eso contigo Hiccup, eres mi lugar seguro y eso no va a cambiar.
Si, todos sabemos que Hiccup es un gran dibujante y siempre me pregunte, si el dibujaba más cosas además de dragones, mapas, etc.
Entonces se me vino a la cabeza a Hiccup dibujando a sus amigos, familia, hijos y esposa y creo que fue lo más lindo que mi cabeza imaginó.
El final no me gustó tanto pero ya no sabía cómo terminarlo sinceramente.