Ranma en School Days

¿En que me he metido?

(Descargo de responsabilidad: No soy dueño Ranma ½ y/o School Days y el resto es historia).

Capítulo 22:

Aterrizando en el tejado de la casa de los Katsura con Kotonoha en brazos Ranma mira los alrededores asegurándose de que no haya nadie que los descubriera, todavía no comprendía muy bien el tema de la recuperación de sus heridas y las de la Katsura la misma en sus sueños se veía muy cómoda en los fuertes brazos del ex-Saotome.

No podía creer que tuvo que acudir al Nekoken apenas teniendo dominio del 50% de la técnica, con la ayuda de Minako empezó a trabajar en controlarla trabajando mentalmente y emocionalmente en la meditación para acostumbrar su cuerpo a ese estado, sin embargo todavía le faltaba perfeccionarla. Por un momento pensó que perdería su cordura siendo más fuerte que el reservando la técnica para sí mismo puliendo los detalles para acceder a ella reservándola para sí mismo siendo el único usuario de la técnica, de ninguna manera cometería el error del panda arriesgando la psiquis de futuros estudiantes al someterlos a esa retorcida formación.

No fue problema para Ranma escabullirse por una ventana abierta irónicamente se trató la del cuarto de la delegada, con el menor ruido posible la llevo a la cama dejando a la delegada acostada, sentándose a los pies de la cama observa la habitación curioso de la apariencia humilde pero agradable con temática de biblioteca pensando que sería más extravagante. Incrédulo mira a la Katsura mentalmente debatiendo entre sí está loca al exponer su vida al atacar a los demonios o es valiente ya que de no haber ignorado sus órdenes no viviría para contarlo a pesar que en un principio intento matarlo, Ranma se limitó a hacer caso omiso de lo último después de todo no sería la primer persona en intentarlo.

Con la palma de su mano abierta toca su cabeza cerrando sus ojos puede sentir que recupero buena parte de su ki notando que era distinto desde el primer encuentro, el mal que sintió antes había desparecido como si no hubiera estado, la única explicación razonable debió ser por la batalla concentro la energía maligna en su arma de ki liberándose de la maldad por el desgaste.

- Vas a estar bien. Susurro Ranma mirando con algo de nostalgia a la peli-purpura viendo que era una buena persona.

Se escuchan unos pasos viniendo del pasillo, Ranma se fue de la misma forma que entro por la ventana antes que los vean, girando el picaporte la matriarca de las Katsura ve a su hija mayor acostada en su cama sumida en su sueño, las lágrimas brotaron de sus ojos corriendo hacia su hija rodeándola entre sus brazos en un abrazo maternal sin dejarla ir despertando a su hija.

Confundida Kotonoha no entiende como llego a su habitación y más confusión al estar en brazos de su madre llegando a asfixiarla adquiriendo en su cara un notable color azul a falta del aliento, al principio pensó que se trató de un sueño descartando rápidamente su idea estando segura que no fue un sueño.

No tardo mucho para que la pequeña Kokoro entrara a la habitación uniéndose al abrazo contenta de que su hermana está a salvo poniéndose a llorar muy preocupada, Kotonoha también le daba gusto verla observando que estuvo llorando.

Dado el sobre salto madre e hijas nunca se les pasó por la cabeza la idea del artista marcial oculto en el tejado, sin saber porque se quedó por unos momentos reanudando su marcha en silencio regresando a su casa ignorando a tres fantasmas observando de lejos a sus sucesores.

Minako mira con orgullo a su estudiante sin todavía creer que al fin se acabó, junto con su hermano Arashi en compañía de la antepasada de la Katsura tomando de la mano a su amante.

- ¿Qué les dije? Sabía que podían hacerlo. Dijo la antigua líder de la resistencia.

- Es increíble ver que esa pesadilla por fin acabo. Dijo ahora Arashi con voz apagada.