¿Destino o desgracia? Parte 3

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(Descargo de responsabilidad: No soy dueño de los personajes de Ranma ½ y School Days y olviden el resto).

Capítulo 20:

Casa de los Katsura

Terminando sus tareas la joven Katsura se deja caer sobre su cama fatigada apoyando el revés de su mano sobre su frente cerrando por unos minutos sus ojos intentando relajarse, estaba feliz de estar de nuevo en casa aunque significa lidiar con el interrogatorio de su energética copia menor que como siempre se sentía muy contenta de verla sin perder tiempo en invadirla haciendo preguntas, no vinieron mal los abrazos de la mencionada a su hermana mayor, no podía quejarse de lo último. Durante la semana después de su regreso a la sociedad no tuvo el mejor comienzo que digamos.

Con el regreso de Kotonoha las expresiones en la caras de los estudiantes no tardaron en verse, luego que el maestro anuncio su regreso a lo que a las miradas incrédulas de los estudiantes se posaron sobre la peli purpura incomodándola por ser el centro de atención se mantiene rígida, arrugando el ceño la Katou no estuvo nada contenta sobre el regreso de la joven siendo uno de dos males ya que del otro mal durante la semana no asistió a clases.

Todavía zumban en sus oídos las risas de sus compañeros y de otras clases, aparentemente un bromista anónimo les tiene declarada la guerra a la pandilla de chicas y por ende resultando sus víctimas, corriendo la voz por el instituto los rumores no tardaron en aparecer, en retrospectiva debe ser muy hábil en las jugarretas para idear una bien planeada broma y no lo atraparan en el intento.

Con algo de esfuerzo Kotonoha se puso al día con las materias recuperando el tiempo perdido, en cuestión de días fue retomando el control de su vida, una prueba de eso es la sonrisa serena de la misma recuperando el brillo que la caracteriza. Entre las clases noto que el asiento a su lado estuvo vacío indicando que Ranma no asistió a clases, pensando que se encuentra enfermo justo en el momento que necesitaba respuestas y su pista no dio señales de vida no pudo evitar sentirse frustrada, ni modo ya encontraría la oportunidad de conversar con su compañero.

Pero lo más difícil surgió al día siguiente.

Era un hermoso día para estar en el patio para toma aire, interactuar con los compañeros, o si es preferible para algunos simplemente leer, en un sector del terreno debajo de un árbol la Katsura está sentada usando sus lentes leyendo un libro disfrutando de la sombra del árbol, el encargado de la biblioteca fue muy amable de permitirle retirar los nuevos tomos de libros.

Su lectura se vio interrumpida levantando la vista manteniendo la distancia vio al azabache junto a la Katou y sus amigas entrelazando el brazo de la deportista con el suyo tipo pareja provocando un nudo en la garganta de la Katsura, todo el valor acumulado de varios meses se evaporo como si nada adquiriendo un ceño de tristeza en su rostro dándose cuenta que de nada sirve ignorar la realidad, sin dejar de lado que en el camino a la escuela recibió un mensaje del azabache donde termina su noviazgo perdiendo lo que queda de esperanzas, tomando una respiración profunda regreso a su lectura en tanto los estudiantes interactúan a su alrededor.

Clase de cocina

La reputación de la Katsura como buena estudiante y una chica académica e inteligente es muy conocida en Sakakino sus altas notas respaldan ese hecho junto a su afiliación como miembro del consejo estudiantil y por lógica impulsando a un futuro prometedor, no cabe duda que es muy hábil en las materias y seguro en muchas cosas pero aparte de los deportes la única cosa en la que es mala en las artes culinarias, a excepción de la limonada caliente su habilidades en las artes culinarias no son tan buenas aunque comparado a la cocina de cierta Tendo peliazul en definitiva era todo un manjar.

...

En la cuidad

En mismo instante un camino llega a la zona comercial llevando en su caja a una joven pelirroja desarrollada con su ropa sucia y rota acostada con las manos detrás de su noca observando las nubes, su camisa roja estilo chino tenía varios cortes disfrutando de la brisa, cuando el camino se detiene indicando que llegaron. Sujetando su mochila con una mano la lleva detrás de su espalda salto del vehículo dando dos golpes a la carrocería agradeciendo el aventón para después alejarse caminando silbando una melodía en tanto mira los negocios abiertos notando que nada cambio.

Ranma en School DaysDonde viven las historias. Descúbrelo ahora