—No puede ser… es muy cabezona.
—¿Verdad que sí?
—Y está bizca… Oh.
—¿Te gustan las caricias en la panza, verdad? Te encantan, panzona, te encanta.
La situación es la siguiente: mientras WonWoo salía de una conferencia, su última antes de cerrar el contrato con la agencia –y ser casi chantajeado–, se encontró en un callejón a una gata encinta con la panza tan grande que creería que explotaría. Por momentos se preocupó y sintió su estómago revolverse ante la idea de que el animal esté enfermo, pero se llevó la grata sorpresa de que sea dócil y no tardó en darse cuenta de su estado, y terminó preocupándose el doble.
Su primer instinto fue llamar a JeongHan para que la retenga en lo que encuentra algún interesado en quedársela, o quien facilite el trámite. Lamentablemente sus amigos no pueden colaborar y el corazón le duele al pensar que él tampoco puede cuidarla.
—¿Cuánto tiempo se quedará aquí? —cuestiona el castaño, acariciando la cabecita de la gata anaranjada.
—No sé, unos días. Intentaré que sea menos de una semana —responde, cambiando su semblante a uno serio—. De verdad lo siento, nada quisiera más que quedarmela pero ya sabes lo que pasó la última vez.
JeongHan negó en un suspiro. Hace un año el azabache halló un gatito perdido y, en su esperanza de que su odiosa mascota tenga compasión en el pequeño minino, lo acogió en el departamento. Claro que Pepa no siempre fue una gata malcriada y reina soberana del espacio, compartió antes hogar, pero tal fue el disgusto de esa nueva presencia que acabó lastimando al animal de distintas maneras.
—Sería agradable tenerte aquí también.
—Ya sabes cuándo vendré.
—Entonces no tardo en sacarme la tesis de encima.
WonWoo depositó un besito en la nariz del mayor, sonriendo enternecido.
—¿Estarás bien con ella?
—Sí, me cae bien. No como la vieja esa —dice despectivo, haciendo una obvia referencia a la gata tricolor.
—“Esa” vieja vivirá pronto contigo, para tu información.
—Bueno, bueno… —ríe, vencido y mimando otra vez a la gata sobre el sillón—. ¿Tiene nombre?
—Me agrada Sol. ¿Viste esas rayas amarillas, blancas y cremita entre el anaranjado? Parece un solecito.
—Un rayito de sol.
Sol es agradable, charlatana pero no exigente como Pepa. Le gusta Sol, y más le gustaría pasar ese rato con el azabache.
—¿De verdad no quieres quedarte con nosotros, Nunu?
—Han… Pasaré mañana a verlos.
—No tiene sentido, además, puedo ayudarte a traducir la entrevista.
—Debes descansar, mi amor. Necesitas descansar.
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mini referencia
a otro fic
y de paso (!!!!)
les comento que
nos estamos
acercando a mi parte
fav de fools 💞