—Espera… No, no, un poquito más arriba… A la izquierda, izquierda… ¡Sí! ¡Ahí!
Al cabo de un minuto lo siguiente que se oyó un 'crack' y un suspiro de satisfacción.
WonWoo se encontraba dándole un masaje a su pareja, y petición de éste también le tronó la espalda. Al terminar de pasar las manos por la rayada piel se quitó de encima, palmeando el lumbar indicando que ya podía girarse una vez acabado el labor.
—¿Estuvo bien?
—Me ha sacado diez años de encima… Tengo dieciocho de nuevo, oh.
El azabache rió, recostándose perezoso y usando el estómago del castaño como almohada.
—Estás en la flor de la juventud, tú no envejeces más.