Capítulo 3

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Que pereza, hoy inicia el curso en la academia.

Miro suplicante a mi padre, rogando que no me lleve a ese horrible lugar. Pero él solo niega con la cabeza conociendo mis intenciones, mientras seguimos caminando en dirección a la institución.

-No sabrás que no te gusta si no lo intentas Shikamaru- dijo mientras colocaba su mano en mi hombro intentando animarme.

-No tengo que ir para saber que no quiero esforzarme- mi padre suspiró.

-Eventualmente tendrás que hacer algo con tu vida, ya sea que elijas el camino Shinobi o no, por lo que tú formación académica será importante-

-Pero es un fastidio-

-Todo en esta vida lo es- río al comprender mi pesar -Pero con el tiempo aprendes que eso lo hace interesante- solo rodé los ojos en respuesta, no quería seguir escuchando los consejos de mi padre.

Afortunadamente llegamos a nuestro destino y cesó la conversación. Los padres y los niños seguían apareciendo para la ceremonia de bienvenida que comenzaría en algunos minutos.

Mi padre se puso a platicar con el señor Yamanaka, lo cual era molesto porque significaba que aquella niña ruidosa estaría ahí. Sin embargo, ella fingía ignorame y prestaba toda su atención a otra niña pelirrosa.

Me sentí aliviado, debido a que no quería lidiar con aquella irritante chica desde temprano.

Comencé a analizar mis al rededores, así como mis próximos compañeros. De inmediato pude identificar a miembros de los clanes conocidos de Konoha.

Estaba absorto pensando en las especialidades de clanes como el Hyuga o Aburame. Pero mi atención se desvío a un rubio que iba llegando, ya que se trataba del molesto que había conocido recientemente.

Algo me pareció extraño, el chico tenía la ropa llena de tierra y parecía tener nuevas cicatrices y marcas recientes de golpes.

Sin duda era violentado, y aún ante lo delicado de su situación, me sentí confundido al ver como los presentes, en especial los mayores, le dirigían miradas de repulsión y odio.

Algo que tampoco pasó desapercibido por el rubio, el cuál se mostró más cohibido e intentó alejarse de todos. No era mi problema, y apenas si lo conocía... pero no podía evitar sentirme mal por él.

Además me di cuenta que ese niño estaba sólo, nadie lo estaba acompañando a la ceremonia, entonces me hacía reflexionar de mi situación, e incluso sentirme agradecido. Porque aunque realmente era una molestia que mi padre me obligara a venir, sabía que él se había tomado el tiempo para estar conmigo.

-Ahí estás Shikamaru- decía mi amigo Choji mientras se acercaba a mi, y su padre se unía a la conversación con el mío.

Mi regordete amigo me observaba con detenimiento.

-Ahora ¿que pasó?- le dije con molestia al sentirme incómodo al ser observado.

-Pareces triste- dijo para buscar algo en su mochila. -Toma- me ofreció un paquete de papas.

-¿Y yo porque quiero eso?-

-Para que no estés triste, yo cuando tengo hambre estoy triste, así que si comes algo te sentirás mejor- pero yo no funcionaba así, entonces rechacé su presente.

-Gracias, pero estoy bien- decía para volver a fijar mi vista en aquel chico que se balanceaba en un columpio apartado de todos. -Quizás debería hablarle- susurré para mí y eso dejo confundido a Choji, quien habría el paquete de frituras que le devolví .

Pero cuando estaba tomando la iniciativa de caminar hacia él, el director nos llamó para iniciar la ceremonia.

-Que fastidio- quizás eso era lo mejor, pensé. Además, con la cantidad de nuevos estudiantes, ¿que probabilidad existe de que quede en mi salón? quizás si no lo veo de nuevo sería mejor, se nota que ese chico es muy problematico.

ShikaNaru - Que fastidio con el amorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora